Fecha de nacimiento: 06/08/1947
Lugar de nacimiento: Huixquilucan / México
Votos temporales: 18/06/1971
Votos perpetuos: 25/03/1976
Fecha de ordenación: 28/08/1976
Fecha de fallecimiento: 12/01/2021
Lugar de fallecimiento: Guadalajara / México

El padre Ramón Esteban nació el 06 de agosto de 1947 en Huixquilucan, Estado de México en el seno de una familia muy religiosa. Ingresó al seminario menor de los misioneros Combonianos en Sahuayo y recibió toda su formación sacerdotal y misionera en nuestro Instituto.

Hizo su primera profesión religiosa en 1971 en la ciudad de México y ahí inició los estudios de filosofía. En 1973 fue destinado al escolasticado de Roma en donde hizo su teología obteniendo el bachillerato en la universidad Urbaniana. En el año de 1976 hizo su profesión religiosa a perpetuidad y el mismo año, el 28 de agosto, recibió la ordenación sacerdotal en su pueblo natal.

Su primer servicio misionero lo desempeñó como formador en los seminarios menores de San Francisco del Rincón y en Guadalajara en donde trabajó de 1976 a 1982. Dejando la provincia de México fue destinado a la provincia de Etiopía- Eritrea en donde estuvo en un primer periodo durante 9 años en la parroquia de Kilenso.

En 1995 regresó a la provincia de México para dar un servicio en el campo de la animación misionera, durante cinco años estuvo en las comunidades del CAM en la ciudad de México y en Sahuayo. En 1998 participó en el curso de renovación en Roma. En 1998 regresó a Etiopía por un corto periodo de tres años. Del año 2001 hasta el 2013 alternó sus servicios entre Etiopía y México hasta que fue destinado al Oasis de Guadalajara por motivos de salud.

El padre Ramón fue un misionero que conservó siempre un aspecto joven, no obstante, las dificultades que le tocaron afrontar a causa de su salud. Su vida misionera estuvo dividida en dos partes, los años dedicados a la pastoral en las misiones de Etiopía y los años de servicio en México.

En México muchos alumnos y exalumnos de los seminarios en donde estuvo presente lo recuerdan como un formador cercano y exigente al mismo tiempo, como alguien que supo ayudar a los jóvenes a prepararse para dar una respuesta en la vida.

En la animación misionera acompañaba, hasta los últimos días de su vida, los grupos de damas combonianas, visitaba las parroquias para difundir la prensa misionera, iba a hacer los días misionales dando testimonio de su experiencia misionera.

En un momento de su vida sacerdotal tuvo contacto con algunos grupos de la renovación carismática que lo marcaron, de alguna manera, en su espiritualidad personal y en su experiencia de oración. Era un hombre que dedicaba buen tiempo a la oración y fue haciéndose cada vez más disponible para un servicio de escucha y de acompañamiento de muchas personas que recurrían a él para ser orientadas en sus vidas y ayudadas en sus dificultades personales y espirituales.

Como religioso fue una persona que sabía estar en la comunidad y participaba en ella siendo respetuoso y cordial con todos los hermanos. Como sacerdote, siempre dio un ejemplo de fidelidad a su ministerio y a su vocación, era un sacerdote piadoso y dedicado a los demás.

Durante los últimos años de su vida llevaba consigo el sufrimiento de la enfermedad que no todas las personas entendían, pues aparentemente parecía sano y fuerte, pero para él era una cruz que cargaba en el silencio y trataba de no hacer pesar sobre los demás.

La enfermedad lo sorprendió sin darle tiempo de reaccionar, el virus del Covid había entrado en sus pulmones y en poco tiempo le arrebató la vida. Todavía un día antes de su muerte había manifestado que estaba bien y que sólo necesitaba una radiografía a sus pulmones, pues empezaba a sentirse fatigado al momento de hacer esfuerzos. No hubo tiempo de llegar a la cita del hospital para la radiografía, mientras se disponía a ir, se desvaneció al momento de subir al auto y ahí terminó su caminar por esta vida. Murió el 12 de enero del 2021. 

(P. Enrique Sánchez González, mccj)