Descubierta una carta de Comboni de 1858

El descubrimiento de esta nueva carta es extraordinario por muchas razones. La primera razón es que este escrito de Comboni permaneció desconocido para la investigación comboniana durante 166 años, a pesar de ser su primer escrito dado a la prensa que hoy conocemos. Fue publicado el 15 de mayo de 1858 en el periódico bresciano L’Alba.

La fecha de redacción de la carta, el 15 de enero de 1858, también es extraordinaria. En los últimos 30 años se han encontrado varias cartas inéditas de Comboni (muchas de ellas publicadas en el último número de Archivio Comboniano), pero ninguna que se remonte al período de su primera experiencia misionera.

Pero lo que hace más extraordinaria esta nueva carta es su destinatario: Don Filippo Rovetta. Natural de Brescia, fue primero coadjutor en Travagliato, luego, a partir de 1838, vicario del arciprestazgo de Brandico y más tarde ecónomo espiritual. El 3 de enero de 1841 fue promovido a párroco de Limone sul Garda, donde permaneció ocho años. El 18 de septiembre de 1849 fue nombrado párroco de Collebeato, donde murió en 1866.

Así pues, el P. Rovetta fue párroco de Limone durante el primer período veronés de Comboni. Fue su párroco cuando entró en el instituto mazziniano, cuando descubrió su vocación misionera, cuando murió su hermano Virgilio y cuando juró consagrar toda su vida a la misión africana. Todos momentos muy importantes en el camino de Comboni.

Del P. Rovetta sabemos que tenía una sensibilidad particular por la pastoral juvenil. De hecho, en la presentación que de él hizo la Curia de Brescia al gobierno para su nombramiento como párroco de Collebeato se decía: “en 1829 fundó un oratorio en Travagliato, que dirigió hasta 1838, para formar a la juventud en el espíritu de la religión y de la piedad”. El oratorio fundado en Travagliato sigue activo en la actualidad. Este hecho nos hace pensar que Don Filippo también se interesó por la suerte de su joven parroquiano, estudiante en Verona.

La historiografía comboniana ha prestado siempre atención a las relaciones de Comboni con el pueblo y los párrocos de Limone, porque fueron significativas para el desarrollo de su vocación. En particular Don Trebeschi, él mismo párroco de Limone, profundizó el tema en varias ocasiones. En el pequeño capítulo “Los párrocos de Comboni” del libro San Daniele Comboni e Limone sul Garda, publicado en 2011 en colaboración con Domenico Fava, menciona a Don Rovetta y el hecho de que fue él quien celebró el funeral de Virgilio Comboni. Sin embargo, no se menciona su relación con Daniele Comboni, como ocurre cuando habla de los dos párrocos siguientes: don Pietro Grana y don Pietro Milesi.

La única mención que Comboni hace del P. Rovetta en sus escritos conocidos se encuentra en una carta escrita a su padre Luigi Comboni desde El Cairo el 19 de octubre de 1857. En la publicación crítica de esta carta en el tercer número de Archivio Comboniano, la referencia a “D. Rovetta” ¡pasó sin una nota que ayudara al lector a identificarlo!

De la nueva carta de Comboni no sólo se desprende que el vínculo con el P. Filippo Rovetta se mantuvo incluso más de ocho años después de su partida de Limone, sino que su relación se nutrió de frecuente correspondencia (Comboni menciona una carta suya anterior a su ex párroco de poco más de dos meses antes) y que se extendió al primo del P. Filippo que se convirtió en benefactor de Comboni, aunque no lo conociera personalmente.

Una edición crítica del texto de la carta se publicará Archivio Comboniano en su próximo número.

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