Esquila Misional, fuente de vocaciones
Esquila Misional es una revista que para muchas personas ha sido el origen de su vocación. La presencia de los Misioneros Combonianos en san Francisco del Rincón, Guanajuato, ya tiene más de 50 años. Los misioneros se han movido por casi todo el estado para animar a mucha gente a vivir el apostolado
desde sus hogares.
Texto y fotos: Hna. María Leticia LÓPEZ M., fcj
Hoy, los combonianos están presentes gracias a la animación misionera en varios municipios de Guanajuato, entre ellos, San Felipe. Ahí, las Damas Combonianas, que hacen un trabajo excelente, promueven la misión. El sacerdote comboniano Héctor Peña, encargado de la animación de esta zona desde hace casi dos años, siempre regresa muy motivado cada vez que las visita, porque es una comunidad muy alegre, disponible, trabajadora y muy cercana a la Familia Comboniana. De hecho, todas las personas que componen esta comunidad se declaran combonianas y, en general, estiman mucho la labor que realizamos.
Aunque no ha salido una vocación propiamente comboniana, sí han salido algunas para sacerdotes diocesanos y otros religiosos que fueron promovidas por los mismos combonianos. Ese también fue el sueño de san Daniel Comboni, suscitar la Iglesia local para su propia formación. De hecho, el papa Francisco, en su catequesis del 20 de septiembre de 2023, recordaba a Comboni con estas palabras: «La singular intuición misionera, resumida por el propio santo en el lema “Salvar África con África”, es una “intuición poderosa” que contribuyó a renovar la obra misionera, reconociendo que “las personas evangelizadas no sólo eran ‘objetos’ sino ‘sujetos de la misión’”. Y san Daniel Comboni deseaba hacer a todos los cristianos protagonistas de la acción evangelizadora. Y con este ánimo pensó y actuó de forma integral, involucrando al clero local y promoviendo el servicio laical de los catequistas».
En la comunidad de San Felipe podemos notar esa Iglesia «tan misionera». Incluso participan mucho en las actividades que se organizan en el seminario comboniano de San Francisco del Rincón.
Por eso, este mes presentamos la vocación de la hermana María Leticia López Mejía, originaria de San Felipe, que nos cuenta cómo nació su consagración a la vida religiosa. Ella misma explica que su vocación nació por medio de los misioneros combonianos, sobre todo por la revista Esquila Misional.
¿Cómo le pagaré al Señor todo el bien que me ha hecho?…
Soy la hermana María Leticia López M., fcj. En 2023 celebré mis 25 años de consagración religiosa en la congregación Familia de Corde Jesu. Al reflexionar sobre este llamado y el gran don que he recibido, quiero agradecer a los Misioneros Combonianos del Corazón de Jesús por su presencia en el surgimiento de mi vocación.
Soy originaria de San Felipe, Guanajuato, y ahí están presentes los Misioneros Combonianos con el grupo de Damas Combonianas, a este grupo pertenecen mi tía abuela, mi abuelita y mi mamá. Recuerdo que desde los 8 años de edad, al visitar a mi tía abuela, tenía contacto con el testimonio de las misioneras y misioneros combonianos a través de la lectura de las revistas Aguiluchos y Esquila Misional. Me llamaba la atención conocer el llamado y apostolado que esta congregación realiza en el continente africano.
A partir de ese momento fue surgiendo mi llamado a la vida religiosa, sobre todo al leer el testimonio de una comboniana que mencionaba que había dejado todo para seguir a Jesús. A través de la lectura de Aguiluchos y Esquila Misional fui descubriendo mi vocación, porque hicieron crecer en mí el anhelo de ser algún día como las misioneras y misioneros que donaban su vida para anunciar el amor de Dios. Al pasar de los años, siguió resonando en mi interior el ejemplo de hombres y mujeres que consagraban su vida a Dios en el servicio al prójimo.
Hoy, al cumplir 25 años de consagración a la vida religiosa, sólo tengo palabras de agradecimiento para quienes fueron los mediadores a través de los cuales pude escuchar la llamada de Dios. Considero providencial que así como los Misioneros Combonianos son «del Corazón de Jesús», también la congregación a la que pertenezco, Familia de Corde Jesu, tiene como fuente de su espiritualidad al mismo Corazón de Jesús.
Al llegar a este momento de mi vida, sólo surge de mi ser la gratitud para todos aquellos que durante mi vida han sido instrumentos para descubrir el llamado de Dios y ser misionera en el lugar donde me encuentro.