“Tu le connais?”

Por: Esc. Jairo Manuel Navarrete, mccj
Desde Kinshasa, Rep. Dem. Del Congo

Esta pregunta en francés quiere decir: ¿tú lo conoces? Y en lenguaje misionero te afirma: ¡la misión está viva!

Soy Jairo, misionero comboniano en Kinshasa, RD del Congo. Actualmente, curso el primer año de escolasticado. Durante el cual aprendemos los idiomas locales (francés y lingala) y a cómo compartir la vida con el pueblo congoleño.

Cada despertar, la vida comboniana me regala nuevos desafíos. Hoy te quiero compartir uno de ellos que, al mismo tiempo, es una experiencia de espiritualidad misionera. Cuando llegué a Congo muchas cosas me inquietaban, una de ellas era cómo haría para comenzar a relacionarme, en primer lugar, con mis compañeros; razonaba, ¿cómo voy a entenderme con éstos?

Me explico… sucede que mi comunidad esta pintada con las escalas de negro, café y blanco, ya que está conformada por 23 miembros de 14 nacionalidades distintas de tres continentes: africanos, americanos y europeos. Por tanto, está constituida por historias distintas y visiones del mundo diversas: chile, mole y pozole. Ahora mi temor inicial es claro, mi preocupación era buscar qué nos hermana.

Y es ahí cuando apareció, por primera vez y formulada con un francés de aprendiz, la pregunta: “¿Tu conoces a ‘x’ misionero?”, él es mexicano. ¡Voilà! la vida misionera me regalaba la solución y su respuesta fue precisa: la misión nos hace hermanos. Por eso, si el equipo de redacción me permite, relataré otros ejemplos de semblanza a la edición mensual. Andando…

“Jairo, ¿tu conoces al hermano Carlos Salgado?, él trabajó mucho aquí en Congo”. O, “¿tu conoces al padre Lauro Betancourt?, él trabajó muchos años en Kenia, incluso fue mi formador, ¡él es grande (y bueno para el futbol)!”. O mi favorito del listado: “¿Tu conoces al padre Gabriel Uribe?” De hecho, de todos es al único que conozco bien -mientras que a los otros sólo los he saludado-, ya que él fue uno de mis padres maestros en el noviciado. Antes de eso, él trabajó muchos años en Malawi y, de hecho, ahora está allá nuevamente. Todavía recuerdo como su cuerpo se colmó de fuerzas juveniles cuando se enteró que nuevamente fue destinado allá.

La misma pregunta, con un sentimiento de gratitud y hermandad, me hacían una y otra vez mozambiqueños, togoleses, ugandeses y tantos otros: ¿tú lo conoces? Preguntándome por quienes habían sido sus párrocos, formadores, amigos y hermanos. Pues claro, los misioneros rugen tan fuerte como los leones de África.  

Y tú, ¿a quién conoces? No te olvides de rezar por él (por ellos).