Fecha de nacimiento: 21/03/1933
Lugar de nacimiento: Troia (Foggia)/I
Votos temporales: 09/09/1952
Votos perpetuos: 09/09/1958
Fecha de ordenación: 22/03/1959
Llegada a México: 1963
Fecha de fallecimiento: 26/02/2012
Lugar de fallecimiento: Milano/I
El P. Angelo D’Apice nació en Troia en la provincia de Foggia, el 21 de marzo de 1933. Después de la escuela secundaria en su ciudad y la superior en Sulmona, en la provincia de Aquila, en los seminarios combonianos, entró en el noviciado de Gozzano en el año 1950, donde hizo los primeros votos el nueve de septiembre de 1952. Hizo los estudios de filosofía y teología en Verona y en Venegono fue ordenado sacerdote el 22 de marzo de 1959.
Después de la ordenación trabajó tres años como formador en el seminario de Troia y en la animación misionera.
En 1963 fue destinado a México. Después de la segunda guerra mundial las vocaciones en el Instituto eran numerosas pero las potencias coloniales vencedoras ponían muchas dificultades a los misioneros italianos para trabajar en África. De este modo se abrieron las misiones de México, partiendo de Baja California, un vastísimo territorio, desprovisto casi por completo de asistencia religiosa por falta de sacerdotes. El padre Angelo fue mandado a esta zona, primeramente a la misión de San Antonio. Luego pasó a la parroquia de Santa Rosalía, mucho más grande, a 500 kilómetros al norte de La Paz. Al poco tiempo, fue destinado al seminario comboniano de Sahuayo y luego al seminario menor de San Francisco del Rincón. Aquí el seminario todavía no estaba terminado pero ya estaba lleno de seminaristas. De este modo, hasta finales de 1975, el padre Angelo alternó entre Sahuayo y San Francisco del Rincón.
En 1975 regresó a Italia para las vacaciones y fue destinado a la comunidad de Troia como superior. En aquel tiempo los seminaristas frecuentaban la escuela pública. Por varias razones, el padre Angelo empezó a enviarlos al seminario diocesano de Foggia, donde se encontraron más a gusto, tanto por la disciplina como por los estudios. En 1978 se celebró el 50° aniversario de la fundación del seminario de Troia. Con tal motivo, se logró tener la presencia del fundador del seminario, el padre Bernardo Sartori, que “llegó al aeropuerto de Bari con sotana blanca y con el rosario en la palma de la mano. Fue acogido por la población con alegría, afecto y veneración”.
Al final de su mandato en Troia, el padre Angelo renovó la petición que había reiterado desde 1975, de ser enviado a África, a una misión de lengua inglesa. Ante todo obtuvo el permiso para ir a Inglaterra durante un año para estudiar el inglés, luego fue destinado a Kenia, en el año 1980 y llegó el 1981 y en Kenia permaneció hasta el año 2001, principalmente en la parroquia de Mogotio (12 años), situada en el centro de Kenia y habitada por varios grupos étnicos, y a la parroquia de Sololo (5 años), donde viven los borana, pastores que habitan en la zona fronteriza entre Kenia y Etiopía.
En su libro Fuego en el Ecuador, el padre Angelo cuenta que Mogotio comprendía diversos poblados y aldeas en una superficie de 3.600 km², casi el doble de la provincia de Milán, pero con una densidad de población muy baja y caminos que no llegan a la categoría de trochas. Los bautizados eran alrededor de 1600.
Durante los primeros días en Mogotio, en un paseo por el lago Bogoria, una joya de lago, en la boca de un volcán, morada de numerosos flamencos de alas rojas, pero también y lleno de géisers y manantiales de agua hirviendo, el P. Angelo cayó al agua escaldándose las piernas hasta la rodilla. Fue llevado al hospital católico Mater Misericordiae de Nairobi donde tuvo que someterse a un trasplante de piel.
En los doce años que transcurrió en Mogotio el P. Angelo pasó por muchas dificultades, obstaculizado a menudo por los musulmanes y los protestantes, para poder desarrollar su apostolado. Y sin embargo, en su libro, hablando de aquellos años, habla de un sin fin de obras: iglesias (numerosos centros de oración y la iglesia santuario en el mismo Mogotio), jardines de infancia, cursos de corte y confección, cursos de alfabetización, conversiones, bautismos, matrimonios, las pequeñas comunidades cristianas que se multiplicaban. Hubo también dos ordenaciones sacerdotales.
En Mogotio celebró el 25º aniversario de sacerdote. Con tal motivo escribió: “mi sacerdocio es todavía el de hace 25 años: fresco, joven, fuerte, divino, porque la gracia no envejece, no tiene edad, es cómo Dios. Y por ello el sacerdote no se jubila, al contrario trabaja cada día más”.
En 1995, después del curso de renovación en Roma, fue destinado a la misión de Sololo, “zona caliente por el sol y la pólvora, una zona insegura en la que en ciertas partes se viajaba con escolta” y allí permaneció durante cinco años.
En el año 2001 regresó a Italia, a la comunidad de Casavatore, dedicado a la animación misionera y con los inmigrantes. Pasó luego a Troia durante dos años, como encargado de la animación misionera.
Una vez más fue destinado a México, llegó en el 2009. Desafortunadamente, en julio del 2011, tuvo que volver a Italia debido a una grave cirrosis hepática y fue admitido en el hospital de Niguarda, en Milán. El P. Angelo murió en Milán el 26 de febrero del año 2012.
Recordamos algunos de sus libros: P. Pietro Villani (perfil biográfico traducido también en inglés, 1997); Quasi un diario (experiencias misioneras en México, 2001); el ya mencionado Fuoco all’Equatore (experiencias misioneras en Kenia, 2004); Storie d’Africa (2004); Un uomo dal cuore grande: Padre Mattia Bizzarro (2004).