Fecha de nacimiento: 08/02/1939
Lugar de nacimiento: S. Magdalena in Gsies/I
Votos temporales: 27/07/1986
Votos perpetuos: 19/03/1992
Llegada a México: 1988
Fecha de fallecimiento: 21/11/2017
Lugar de fallecimiento: Stuttgart (D)
El Hno. Peter nació el 8 de febrero de 1939 en Santa Magdalena en Gsies/Südtirol. Era el mayor de cuatro hijos. Dos años después de su nacimiento, la familia se trasladó a Bressanone – al padre se le ofreció el trabajo de carpintero en el seminario menor diocesano de la ciudad – y se instaló en Milland. Peter también eligió la profesión de carpintero e hizo el aprendizaje con Wassermann, un artesano de Brixen, desarrollando una habilidad especial en la reparación y restauración de los muebles antiguos. A lo largo de su vida siempre fue feliz y agradecido a su familia por haberle dado la oportunidad de aprender un oficio.
Desde niño, Peter participó activamente en la vida y las actividades de la parroquia y el pueblo de Milland. Él era un miembro del movimiento de cursillos que ciertamente contribuyó en su decisión de hacerse misionero. También era un ferviente colaborador de la Acción Católica de los Trabajadores (KVW), organización social del Alto Adige, fundada por la diócesis. También participó regularmente en las reuniones e iniciativas del “movimiento por la vida”.
A la edad de 45 años, Peter decidió unirse a los Misioneros Combonianos. Su vida de oración, dedicación a los demás y participación activa en la parroquia y las asociaciones fueron una excelente preparación para la vida religiosa y misionera y le ayudaron a identificarse sin grandes dificultades a esta nueva vida y las nuevas tareas.
Después de unos meses como postulante en Milland, en septiembre de 1984 comenzó su Noviciado en Mellatz (Alemania) y el 27 de julio de 1986 hizo sus primeros votos religiosos. Luego completó su formación religiosa y teológica de dos años en el CIF de Quito, Ecuador.
Del 1988 al 2004 trabajó en la provincia de México, donde se dedicó principalmente a la formación artesanal. Muchos jóvenes abrieron el camino hacia un futuro mejor. También estaba a cargo de hacer las compras comunitarias y muchos comerciantes, afectados por sus formas amables, eran siempre generosos y le daban muchas cosas.
En su carta de pésame, el provincial de México ha subrayado que el hermano Peter ha dejado un luminoso ejemplo de disponibilidad, entusiasmo y celo en el trabajo y de sencillez y humildad hacia los hermanos y hacia todos aquellos que le han conocido: Intuía con rapidez cuando alguien necesitaba su ayuda. Se dedicó con gran interés a los pobres, amó su misión y su vida misionera y oró mucho. En 2005, el Hno. Peter regresó a la provincia de habla alemana y trabajó en las comunidades de Mellatz (2005-2009, 2014-2017) y Graz (2009-2014). En todas partes los hermanos apreciaron su fiabilidad como artesano, como encargado de la casa y como compañero.
Amaba la vida comunitaria, aunque tenía dificultades para comunicarse debido a su débil audición. A veces tenía dificultades incluso durante la celebración de la Eucaristía y la oración común. Por otro lado, estaba abierto a las noticias y siempre muy interesado en la labor pastoral de los hermanos.
El Hno. Peter era muy comunicativo y estaba en correspondencia con muchos hermanos, parientes, amigos y, de una manera particular, con gente de la parroquia de Milland, donde pasaba regularmente las vacaciones de verano. Durante las fiestas, distribuía el calendario “Obra del Redentor”, visitando a más de 200 familias y estas visitas regulares contribuyeron en gran medida a los intensos contactos que tuvo con su parroquia. Con motivo de su primera profesión, en Mellatz, Alemania, llegó un pulman con los feligreses, lo que el hermano Peter apreciaba mucho y que a menudo le gustaba recordar.
Incluso su conciencia ecológica era muy pronunciada. Fue muy ahorrativo en el uso de agua y comestibles. Nunca arrojó comida o las bolsas de la basura ni nada semejante. Su atención al medio ambiente, a la protección de la vida humana y a la preservación de la creación ha sido ejemplar para todos.
Su lugar privilegiado era – dondequiera que estuviera – la capilla de la comunidad que era su verdadero hogar y a menudo también el lugar donde ofrecía- ¡al Señor una siestecita!
Durante los últimos tres años que el Hno. Peter vivió en Mellatz, no sintiéndose bien desde hacía bastante tiempo, vino a Ellwangen para someterse a exámenes en el hospital. Después de unos días fue llevado a un hospital en Stuttgart, donde murió poco después de su llegada. Nos sorprendió a todos: parece que la causa de la muerte fue una neumonía no oportunamente curada.
Su cuerpo fue llevado a Brixen y enterrado en el cementerio de Milland el 29 de noviembre de 2017, a pocos pasos de su casa paterna. Muchos amigos y feligreses de Milland asistieron al funeral. Algunos representantes de las asociaciones parroquiales expresaron su gratitud por su ejemplo, su amistad y su colaboración activa durante muchos años.
(Hno. Bruno Haspinger, MCCJ y P. Alois Eder, MCCJ).