10.ª Jornada Mundial de Oración y Reflexión contra la Trata de personas y el aporte de la Iglesia

Por:   Luz Marina Medina. ADN CELAM

El 8 de febrero se celebra la 10.ª Jornada Mundial contra la Trata de Personas: «Caminando por la dignidad: Escuchar, soñar, actuar», es el tema que invita a la reflexión para abordar este flagelo que sigue acrecentándose a nivel mundial y que preocupa a toda la humanidad.

A través de esta jornada, se busca crear conciencia en todos los ámbitos sociales y eclesiales de este problema, amén de los alarmantes acontecimientos y amenazas identificados por la ONU en  la materia, al tiempo que se hace un llamamiento a los gobiernos, a las fuerzas del orden, los servidores públicos y la sociedad civil a buscar caminos que lleven a fortalecer la prevención de este flagelo que afecta especialmente a la población migrante y refugiada.

A propósito de esta Jornada Mundial contra la Trata, y de la acción pastoral que realiza la Iglesia, ADN Celam conversó con el religioso Dionisio Báez, de la Orden de la Merced en Costa Rica, quien lleva más de 20 años en Guatemala, tiempo que ha dedicado a las víctimas de trata de personas y a los presos. Actualmente coordina en Centroamérica una organización llamada Misión Redentora, encargada de la trata de personas, especialmente, con mujeres adultas mayores de 18 años.

Coordina además el hogar Santa María de Cervellón, que forma parte de una obra que ha fundado Misión Redentora. Allí prestan atención de manera integral a las mujeres que llegan solas o con sus hijos, procedentes de algunos lugares de Guatemala o de diferentes partes del mundo.

Prioridades: Informar, sensibilizar y prevenir sobre la trata

PREGUNTA: Las cifras que presenta la ONU frente al tema de la trata de personas son preocupantes, desde la red que usted coordina, ¿qué acciones se están adelantando para apoyar a esta población vulnerable?

RESPUESTA: «Las cifras hoy a nivel mundial en el tema de la trata de personas causan horror, estamos hablando de millones de personas, se habla aproximadamente de 25 a 26 millones de personas que viven en situación de esclavitud, pero podrían ser muchas más, podrían ser el doble de las cifras que nos muestran. Se sabe que hay muchas áreas en los países donde está institucionalizada la esclavitud, además de la situación de guerra que se libra en Europa y en otras zonas de África o el Medio Oriente y a esto le sumamos todo el fenómeno de la migración, desafortunadamente desde la migración muchos son captados en las redes de trata. Para el caso de Centroamérica se le suma el narcotráfico, las pandillas y hay muchas redes delictivas que buscan captar personas cayendo en situación de explotación laboral, explotación de fincas, explotación sexual o la pornografía, es realmente una situación muy dolorosa.

Desde la Red Clamor nos estamos uniendo a nivel mundial a las diferentes actividades programadas para esta Jornada, entre ellas orar por las víctimas de la trata, celebraciones litúrgicas, encuentros a nivel mundial. Este es un espacio para sensibilizar frente a este fenómeno, recordemos que una de las formas de luchar contra esta problemática es la prevención, esa es la parte fundamental, lo maravilloso fuera que no volviéramos a tener víctimas, por eso es tan importante informar, sensibilizar y prevenir a las personas sobre ello, esto ayudaría a evitar que sean captadas en estas redes de trata. Desde la Red Clamor y las distintas redes que podamos pertenecer a nivel eclesial o gubernamental, buscamos sensibilizar a los distintos sectores de la sociedad para que la trata no se vaya a institucionalizar o que vaya siendo parte de nuestra realidad, sino que hay que verlo como lo que es, algo que vulnera la dignidad de las personas».

“Hermanos, vuestra vocación es la libertad”

P: Caminando por la dignidad: Escuchar, soñar, actuar», es el tema propuesto para la X Jornada Mundial contra la Trata de Personas, ¿a qué acción le anima este mensaje?

R: «Que importante es caminar con dignidad, lamentablemente hombres y mujeres, niños, niñas y adultos mayores viven unas situaciones contrarias al respeto de su dignidad y de los derechos humanos, es lamentable esto, ojalá pudiéramos todos caminar libremente y como lo dice Gálatas «Nuestra vocación es la libertad» y nuestra vocación es la libertad, no es una cautividad, no es destruir el don maravilloso que nos ha dado Dios de ser libres. Creo que esto es importante recordarlo en este tiempo que somos caminantes con dignidad y respeto.

También es importante la escucha, a veces hacemos oídos sordos al sufrimiento, al dolor de tantos hermanos y hermanas, pues hay que escuchar ese clamor de aquellos que son más vulnerables y soñar por un mundo nuevo, un mundo donde no hayan guerras, que se me respete mi ser persona, hombre o mujer, que se me respete mi niñez o ser adulto mayor, es el sueño de ese mundo nuevo, un mundo que lo vivamos según el Evangelio y es un llamado al actuar, no podemos quedarnos cruzados de brazos, tenemos que hacer algo, no seríamos cristianos sino actuamos, somos de Jesús, somos de la vida y todo aquello que vaya en contra de la vida es ir en contra de Dios, tenemos que trabajar por la vida, por las víctimas y ellas necesitan que alguien sea capaz de amarlas, escucharlas y acompañarlas, por ello todos debemos comprometernos y actuar ya.

P: ¿Qué mensaje dar a los agentes de esta pastoral que entregan su vida al servicio de los más vulnerables?

R: Ánimo a los agentes de pastoral para que sigan adelante. Es cierto que es difícil y esto me pasa a mí muchas veces, ver que la trata va creciendo cada vez más y da la impresión como si este problema fuera lo mínimo y estamos hablando que son millones de personas que viven estas situaciones. Esto puede ser algo muy pequeño lo que uno pueda hacer, pero vale la pena, aunque sea una persona, una vale la entrega de nuestras propias vidas, por eso es que hay que responder a esta situación, debemos comprometernos y ser realmente anunciadores de libertad, anunciadores del amor de Dios en todo momento de su misericordia.

Insumos para vivir esta jornada

A través de la Red de migración, trata, refugio y desplazamiento Clamor, se están ofreciendo una serie de insumos propios para animar esta jornada. Piezas para redes sociales, subsidios, vigilia de oración interreligiosa, documento de interés y un video

Dentro del enlace al Drive encontrarán la guía general para la visibilidad y sugerencias para el uso de los recursos, así como la guía de publicaciones para redes sociales, de modo que siguiendo las fechas indicadas se publique con la fuerza de ser Red.

¿Por qué celebra la Iglesia esta Jornada el 8 de febrero?

Esta fecha fue instaurada en el 2015 por el Papa Francisco con motivo de la memoria litúrgica de santa Bahkita, la religiosa sudanesa víctima de la trata, padeció durante su vida los sufrimientos de la esclavitud y ahora es símbolo universal del compromiso de la Iglesia contra esta lacra.

En el Ángelus del 8 de febrero de 2015, el Papa manifestaba su deseo: «que cuantos tienen responsabilidades de gobierno tomen decisiones para remover las causas de esta vergonzosa plaga, plaga indigna de una sociedad civil. Que cada uno de nosotros se sienta comprometido a ser portavoz de estos hermanos y hermanas nuestros, humillados en su dignidad».

Es de destacar que la trata es el proceso por el cual las personas son coaccionadas o atraídas con falsas perspectivas, reclutadas, trasladadas y obligadas a trabajar y vivir en condiciones de explotación o abuso.

Fiducia Supplicans: un instrumento de amor misericordioso y de gran riqueza pastoral

Por: Fernando Cachón, ADN CELAM

No es nada fácil poner al día a una institución como la Iglesia católica con veintiún siglos de existencia, pero el Papa Francisco lleva casi once años de despertar a los jóvenes, de nombrar a los obispos más jóvenes, de poner sobre la mesa los casos de abuso sexual, de defender a los migrantes a capa y espada, de elevar su voz contra las guerras, de animar a la lucha por el cambio climático, de invitar a su gente a “desmasculinizar” la Iglesia, de llamar a la humanización del capitalismo.

Y, sin embargo, nada tan contundente, nada tan revelador sobre su vocación a devolverle a la religión su condición de refugio, de alivio como la decisión de que los sacerdotes puedan bendecir desde ahora a las parejas que están en uniones irregulares, es decir, todas aquellas que no están casadas por la Iglesia católica (uniones de hecho, casados solo civilmente, divorciados o anulados vueltos a casar) o del mismo sexo.

El Dicasterio para la Doctrina de la Fe (DDF) del Vaticano, el 18 de diciembre pasado (festividad de Nuestra Señora de la Esperanza, fecha no escogida al azar, publicó la Declaración titulada Fiducia Supplicans-FS, (Confianza suplicante) «sobre el sentido pastoral de las bendiciones» firmada por el cardenal Víctor Manuel Fernández, Prefecto del DDF, y lleva el sello del Santo Padre Francisco su inspirador.

Los católicos, y la gente en general, confundidos ante el sesgo tendencioso dado al hecho histórico por parte de los principales medios de comunicación seculares, así, como por los ideólogos sexuales fuera y dentro de la Iglesia ¡se preguntan si esta declaración ha cambiado la doctrina de la Iglesia acerca del matrimonio y la moral sexual! Es decir: ¿Es posible que se bendiga el pecado?

La respuesta del prefecto del DDF ha sido tajante y firme: la Declaración FS no cambia la doctrina de la Iglesia sobre el matrimonio. Ninguna autoridad, civil o eclesial, puede alterar la revelación divina (a través de la ley natural y la revelación positiva) de la enseñanza de Jesucristo mismo que informa el entendimiento de la Iglesia sobre el matrimonio y su testimonio de verdades perennes con respecto a uno de los pilares esenciales de la civilización.

La Declaración FS, nos exhorta a cada uno de nosotros a confiar en la misericordia de Dios y a no imponer nuestras propias ideologías cargadas de pasión como demandas que Dios debe respaldar y cumplir. El documento enseña que la doctrina de la Iglesia sobre el matrimonio, diseñada según el orden de la creación de Dios y enseñada por Cristo mismo, ¡no ha cambiado y no puede cambiar!

Por lo tanto, en conformidad con la declaración Fiducia supplicans y siguiendo los principios de prudencia y sensibilidad pastoral establecidos en la misma, le es permisible al ministro ordenado a unirse «a la oración de aquellas personas que, aunque estén en una unión que en modo alguno puede parangonarse al matrimonio, desean encomendarse al Señor y a su misericordia, invocar su ayuda, dejarse guiar hacia una mayor comprensión de su designio de amor y de vida».

Algo que debemos tener muy presente, es la gran diferencia entre una bendición <eclesial-ritual> y una bendición <pastoral-simple>. Un acto “eclesial” tiene lugar públicamente, siguiendo un ritual aprobado por la Iglesia; un acto “pastoral” es personal, íntimo, pertenece al fuero interno.

La iniciativa que sigue la voluntad del propio Papa Francisco, es un cambio de postura respecto a la Nota al Responsum publicada el 15 de marzo de 2021, por la entonces Congregación para la Doctrina de la Fe que se mostraba contraria a que la Iglesia católica impartiese su bendición a las uniones de personas del mismo sexo.

La Declaración FS, de 9 páginas, 45 parágrafos, divididos en cuatro partes, analiza el origen y sentido teológico del acto de la bendición, repasándolo desde el Antiguo Testamento al resto de las Escrituras. El espíritu de la Declaración es la de una actitud de <acogida, cercanía y discernimiento> ante quienes soliciten una bendición, guiándoles con firmeza, delicadeza y claridad en su camino para cumplir la voluntad de Dios en sus vidas.

Confiamos que este acercamiento pastoral, a las parejas que se encuentran en situaciones irregulares y parejas del mismo sexo, mediante la bendición fuera del contexto litúrgico o semi litúrgico, invoque la «ayuda de Dios de aquellos que se dirigen humildemente a Él. Sin embargo, es crucial que este enfoque sea internalizado y practicado por la jerarquía eclesial y la feligresía en general, para lograr una auténtica inclusión”.