Mons. Vittorino Girardi, Doctor Honoris Causa en Costa Rica
El pasado 13 de noviembre, el Consejo Universitario de la Universidad Teológica de América Central (UTAC), en Costa Rica, confirió el doctorado Honoris Causa al profesor Mons. Vittorino Girardi, misionero comboniano, obispo emérito de Tilarán-Liberia y gran colaborador de nuestra revista Esquila Misional, por su labor docente y su colaboración en el acompañamiento pastoral de muchas generaciones de religiosos. La ceremonia de investidura había sido precedida por una celebración eucarística, presidida por Mons. Mario Enrique Quirós Quirós, obispo de Cartago.
Por: P. Carlos Humberto Rodríguez Cascante, mccj
“¿Quién es Mons. Vittorino Girardi? Como a él mismo le gusta definirse, es un pecador arrepentido y perdonado por Dios”. Con estas palabras, Philogène, un joven haitiano, alumno suyo, en nombre de los estudiantes, agradecía su labor docente en la Universidad Teológica de América Central (UTAC) desde su fundación en 2010 y aún antes, cuando los diferentes institutos religiosos de Costa Rica establecieron el Instituto Teológico de América Central (ITAC) como centro de formación filosófica y teológica para sus candidatos a la vida consagrada.
En una ceremonia sobria pero emotiva, con la presencia de las autoridades académicas de la Universidad, de los estudiantes de filosofía, teología y ciencias de la religión, de los misioneros combonianos presentes en Costa Rica y de un nutrido grupo de amigos y bienhechores, el día 13 de noviembre, Fray Mario Madrigal, Rector de la Universidad, en nombre del Consejo Universitario, dio lectura al decreto por el que la UTAC, por primera vez en su historia, confería el doctorado Honoris Causa, por su labor docente y su colaboración en el acompañamiento pastoral de muchas generaciones de religiosos de toda Centroamérica y el Caribe, al misionero comboniano Mons. Vittorino Girardi, obispo emérito de Tilarán-Liberia.
Enseguida, en el acto de la investidura, le fueron entregados el traje académico y los demás símbolos universitarios, a saber, la toga, la muceta, el birrete, el libro de la ciencia (en su caso fue la Biblia), así como una placa conmemorativa y un diploma. Con un breve discurso de agradecimiento del nuevo doctor finalizó el acto de investidura.
La ceremonia de investidura había sido precedida por una celebración eucarística, presidida por Mons. Mario Enrique Quirós Quirós, obispo de Cartago, como encargado ante la Conferencia Episcopal de la Comisión Nacional de Cultura y Educación y de la Universidad Católica de Costa Rica.