Por: Padre José Vieira, mccj
Una gran multitud desafió el fuerte sol y se reunió en el campo de fútbol de la misión, buscando alivio bajo la sombra de los árboles adyacentes, para presenciar la primera ordenación sacerdotal celebrada en la parroquia. La ceremonia duró más de tres horas.
Hubo dos docenas de sacerdotes concelebrantes, entre ellos misioneros combonianos, miembros del clero local e institutos misioneros. También estuvieron presentes numerosas monjas misioneras combonianas, algunas Siervas de la Iglesia (un instituto local en Hawassa) y Franciscanas Misioneras de María (FMM). El gran coro parroquial contribuyó a solemnizar y animar cada momento.
Es significativo el pasaje evangélico elegido por el diácono Abebayehu para su gran momento: la triple profesión de amor de Pedro hacia Jesús (Jn 21,15-19). Durante la homilía, Mons. Seyoum elogió el trabajo de los misioneros combonianos durante los últimos 29 años en Haro Wato. Luego añadió: “La ordenación de Abebayehu es uno de los primeros frutos de esta obra misionera”. Refiriéndose al mandato misionero de Jesús, el obispo dijo al futuro sacerdote: «Ve, pues, a todas partes, proclama la Buena Nueva y celebra los sacramentos. El Señor que te llamó, estará siempre contigo”. Gran emoción y prolongados trinos de júbilo acogieron la “entrega” que el padre del ordenando, Tefera, y su madre, Alemitu Gedeccho, hicieron de su hijo, acompañándolo hasta el altar para la ordenación.
Al finalizar la celebración eucarística, el padre Asfaha Yohanes, superior provincial de Etiopía, después de agradecer a todos los presentes, anunció que el nuevo ordenado viajará próximamente a Mozambique, donde ha sido destinado para su primer ministerio misionero. Luego añadió: “Un sacerdote es un servidor del Evangelio, con la fuerza de Dios. Oren por él”. La celebración finalizó con una comida ofrecida a todos.
El padre Abebayehu tiene 36 años. Es el mayor de nueve hermanos: seis niños y tres niñas. Hizo su noviciado en Namugongo (Uganda) y concluyó su formación teológica en Nairobi (Kenia). Tras su ordenación diaconal, el 28 de agosto de 2023, ejerció el diaconado en su parroquia de origen.
El padre Abebayehu dijo: «Para mí, ser sacerdote no significa simplemente cumplir los deberes típicos de la autoridad religiosa. Es un camino de desarrollo espiritual, de servicio desinteresado y de comunión con la comunidad y con el Todopoderoso. En última instancia, ser sacerdote es una vocación santa y compleja, que requiere un fuerte sentido de responsabilidad social, un compromiso constante con el desarrollo espiritual y una voluntad total de dar amor y compasión sin reservas”.
El hermano Desu Yisrashe, animador vocacional de la provincia, preparó la primera ordenación sacerdotal en Haro Wato con una semana de encuentros con jóvenes.
La Misión Haro Wato fue iniciada en 1995 por los misioneros combonianos, como rama de la misión Qillenso, en las montañas de Uraga, entre las poblaciones Guji y Gedeo. Allí abrieron una escuela secundaria. Las combonianas llegaron aquí dos años después para abrir un dispensario e iniciar un programa para la emancipación de la mujer. También dirigen una escuela (desde jardín de infantes hasta octavo grado) en la cercana ciudad de Sollamo.
La misión de Haro Wato cuenta con 49 capillas, agrupadas en ocho áreas. El registro bautismal contiene más de 19.000 nombres.
Daniel Comboni nació el 15 de marzo de 1831 en Limone sul Garda, Italia. Recibió su primera educación en el Instituto Mazza de Verona, donde descubrió su vocación misionera para anunciar el Evangelio a los pueblos de África.
Tras su ordenación sacerdotal fue enviado a las misiones de Egipto y Sudán, pero a causa de las enfermedades se vio obligado a regresar a Europa. En 1864, junto a la tumba de San Pedro, tuvo la inspiración de su famoso “Plan para la regeneración de África”, cuyo elemento central fue lo que se convertiría en el lema principal de su misión: “Salvar África con África”.
Tras ser consagrado como Obispo de África Central, continuó su obra de evangelización y de liberación de esclavos hasta el día en que, como tantos de sus compañeros que se dejaron la vida en la misión, murió a causa de las terribles fiebres tropicales. Tenía apenas 50 años. Murió en la tierra donde se entregó por completo el 10 de octubre de 1881, en Khartum, Sudan.
Hoy, sus herederos de la Familia Comboniana (Misioneros Combonianos, Misioneras Combonianas, Misioneras Seculares Combonianas y Laicos Misioneros Combonianos), siguen manteniendo vivo su carisma y trabajan en más de 40 países en todo el mundo llevando el Evangelio a aquellos que no lo conocen y dedicándose en cuerpo y alma a los más pobres y abandonados.
Más información sobre este gran santo misionero AQUÍ.
El descubrimiento de esta nueva carta es extraordinario por muchas razones. La primera razón es que este escrito de Comboni permaneció desconocido para la investigación comboniana durante 166 años, a pesar de ser su primer escrito dado a la prensa que hoy conocemos. Fue publicado el 15 de mayo de 1858 en el periódico bresciano L’Alba.
La fecha de redacción de la carta, el 15 de enero de 1858, también es extraordinaria. En los últimos 30 años se han encontrado varias cartas inéditas de Comboni (muchas de ellas publicadas en el último número de Archivio Comboniano), pero ninguna que se remonte al período de su primera experiencia misionera.
Pero lo que hace más extraordinaria esta nueva carta es su destinatario: Don Filippo Rovetta. Natural de Brescia, fue primero coadjutor en Travagliato, luego, a partir de 1838, vicario del arciprestazgo de Brandico y más tarde ecónomo espiritual. El 3 de enero de 1841 fue promovido a párroco de Limone sul Garda, donde permaneció ocho años. El 18 de septiembre de 1849 fue nombrado párroco de Collebeato, donde murió en 1866.
Así pues, el P. Rovetta fue párroco de Limone durante el primer período veronés de Comboni. Fue su párroco cuando entró en el instituto mazziniano, cuando descubrió su vocación misionera, cuando murió su hermano Virgilio y cuando juró consagrar toda su vida a la misión africana. Todos momentos muy importantes en el camino de Comboni.
Del P. Rovetta sabemos que tenía una sensibilidad particular por la pastoral juvenil. De hecho, en la presentación que de él hizo la Curia de Brescia al gobierno para su nombramiento como párroco de Collebeato se decía: “en 1829 fundó un oratorio en Travagliato, que dirigió hasta 1838, para formar a la juventud en el espíritu de la religión y de la piedad”. El oratorio fundado en Travagliato sigue activo en la actualidad. Este hecho nos hace pensar que Don Filippo también se interesó por la suerte de su joven parroquiano, estudiante en Verona.
La historiografía comboniana ha prestado siempre atención a las relaciones de Comboni con el pueblo y los párrocos de Limone, porque fueron significativas para el desarrollo de su vocación. En particular Don Trebeschi, él mismo párroco de Limone, profundizó el tema en varias ocasiones. En el pequeño capítulo “Los párrocos de Comboni” del libro San Daniele Comboni e Limone sul Garda, publicado en 2011 en colaboración con Domenico Fava, menciona a Don Rovetta y el hecho de que fue él quien celebró el funeral de Virgilio Comboni. Sin embargo, no se menciona su relación con Daniele Comboni, como ocurre cuando habla de los dos párrocos siguientes: don Pietro Grana y don Pietro Milesi.
La única mención que Comboni hace del P. Rovetta en sus escritos conocidos se encuentra en una carta escrita a su padre Luigi Comboni desde El Cairo el 19 de octubre de 1857. En la publicación crítica de esta carta en el tercer número de Archivio Comboniano, la referencia a “D. Rovetta” ¡pasó sin una nota que ayudara al lector a identificarlo!
De la nueva carta de Comboni no sólo se desprende que el vínculo con el P. Filippo Rovetta se mantuvo incluso más de ocho años después de su partida de Limone, sino que su relación se nutrió de frecuente correspondencia (Comboni menciona una carta suya anterior a su ex párroco de poco más de dos meses antes) y que se extendió al primo del P. Filippo que se convirtió en benefactor de Comboni, aunque no lo conociera personalmente.
Una edición crítica del texto de la carta se publicará Archivio Comboniano en su próximo número.
Este 13 de marzo cumplen once años del pontificado del papa Francisco. Fue el 13 de marzo de 2013 cuando el Papa “venido del fin del mundo” tomaba las riendas de la Iglesia para guiarla por un camino de sinodalidad, en salida y con una opción preferencial por los más pobres. Para celebrar este aniversario, la redacción en español de Vatican News publica hoy un podcast con los mejores mensajes que ha pronunciado en estos once años. El podcast se puede escuchar AQUÍ.
Crédito: CELAM
La Comisión de apropiación de la Asamblea Eclesial, integrada por referentes de las 22 Conferencias Episcopales del continente, se encargará de la organización de estos espacios, que requerirán de inscripción previa para participar en la plataforma zoom.
Cada retiro espiritual se realizará con una vocación específica: laicos y laicas, sacerdotes, obispos, diáconos y seminaristas. Se han elegido facilitadores con experiencia y destacada participación en la Iglesia de América Latina y el Caribe.
Se contará con traducción del español al portugués, inglés y francés. Para participar deberán diligenciar el siguiente enlace: https://forms.gle/qxB63Qh5FJpdE89FA
Guiados por el Espíritu Santo
Monseñor Lizardo Estrada Herrera, secretario general del CELAM, ha explicado que estos retiros buscan motivar “ahondar en nuestras vivencias espirituales y personales propias de este tiempo litúrgico”.
Comentó que se trata de acciones coordinadas y planificadas con antelación para que todo el pueblo de Dios siga apropiándose del texto de la Asamblea Eclesial, por eso “cada semana publicamos las lecturas orantes” y “estos retiros permitirán complementar el discernimiento para dejarnos guiar por el Espíritu Santo”.
Por su parte, el padre Fabio Antunes, director del Cebitepal, señaló que en los tres últimos años “hemos tratado de seguir incursionando ese caminar juntos de la Iglesia latinoamericana de cara al jubileo 2025, jubileo guadalupano 2031 y el jubileo de la redención”.
Es así como el CELAM, junto otros organismos eclesiales, “animamos espacios de formación y espiritualidad para ofrecer una ruta, una guía y tener claro cómo caminar juntos y cómo vivir la sinodalidad en nuestras comunidades”.
Cronograma de retiros
El retiro para laicos se realizará el viernes 15 de marzo a las 18:00 horas de Colombia, con Carolina Bacher Martinez, teóloga argentina, como facilitadora y Fernando Canchón, referente de la Comisión de Apropiación de la Asamblea Eclesial por la Conferencia Episcopal de Honduras, como moderador.
Mientras que el retiro para seminaristas – con apoyo de la Organización de Seminarios Latinoamericanos (Oslam), se realizará el lunes 18 de marzo, a las 14:00 horas de Colombia, con el P. Francisco Ibáñez Poblete de Chile como facilitador y Germán Aníbal Tovar Cortés, seminarista de la arquidiócesis de Colombia, como moderador.
El turno de los diáconos será el miércoles 20 de marzo a las 10:00 a.m. de Bogotá, de la mano del diácono permanente Alirio Cáceres Aguirre como facilitador y el P. Nelson Ortiz Rozo, referente de la Comisión de Apropiación de la Asamblea Eclesial por la Conferencia Episcopal de Colombia, como moderador.
El jueves 21 de marzo a las 09:00 a.m. de Colombia será el retiro para obispos, con Monseñor José Luis Azuaje Ayala, primer vicepresidente del Celam como facilitador y la H. Birgit Weiler, consultora de la Secretaría general del Sínodo, como moderadora.
Para cerrar el tiempo de Cuaresma, el viernes 22 de marzo a las 09:00 a.m. de Colombia llega el retiro para sacerdotes, con P. David Jasso, secretario técnico de la Conferencia Episcopal Mexicana como ponente y el P. Sebastián Panizo referente de la Comisión de Apropiación de la Asamblea Eclesial por la Conferencia Episcopal Ecuatoriana, como moderador.
Con el inicio de la Pascua se realizarán los retiros para religiosos, niños y catequistas. Las fechas se publicarán en abril.