Fecha de nacimiento: 01/03/1956
Lugar de nacimiento: Glasgow (Escocia)/GB
Votos temporales: 25/06/1977
Votos perpetuos: 18/03/1982
Fecha de ordenación: 26/06/1982
Llegada a México: 1997
Fecha de fallecimiento: 17/12/2009
Lugar de fallecimiento: Dublin/IRL

El P. Patrick Burns nació el 1° de marzo de 1956 en Glasgow, en Escocia occidental. Ya desde los ocho años Patrick se mostró decidido a hacerse sacerdote, como lo oyeron decir en la escuela, ante toda la clase. Reclutado por el difunto P. Luciano Fulvi, lo encontramos en nuestro seminario menor de Mirfield a principios de los años setenta.

Hizo los primeros votos en 1977 en Ardrossan, Escocia, donde el P. Pietro Zuani era padre maestro. Después fue a Elstree para el escolasticado y allí estuvo hasta su ordenación sacerdotal en junio de 1982 en la parroquia de S. Juan, en su ciudad natal de Uddingston. En el 2007 el P. Patrick celebró sus 25° años de ordenación precisamente en aquella iglesia, la misma en la que el 24 de diciembre pasado se celebró su funeral.

Enseguida después de su ordenación el P. Patrick fue enviado a la provincia de Malawi-Zambia. Su carácter tranquilo, su sonrisa siempre en los labios y su deseo de comunicarse con las personas que lo rodeaban, facilitaron su aprendizaje de la lengua local, el chichewa. Así pudo contribuir enseguida al trabajo de evangelización que se realizaba en su comunidad.

Su trabajo se vio interrumpido después de cuatro años debido a un ataque de malaria cerebral. Como consecuencia de él su salud se resintió de tal modo que, desde entonces, el P. Patrick se vio afectado por imprevistas crisis cardíacas y tuvo que someterse a diversas curas médicas. Aún así buscó siempre llevar una vida lo más normal posible sin lamentarse jamás ni replegarse sobre sí mismo.

Después de diversas curas en el Reino Unido y en Alemania, el P. Patrick fue asignado a la provincia NAP, donde trabajó durante seis años. Fueron años felices, por los que expresó reconocimiento a los hermanos y a los parroquianos de su parroquia de Cincinnati, por su generoso apoyo y las constantes muestras de ánimo.

En 1997 fue asignado a México, provincia donde estuvo muy a gusto. De hecho, le iba muy bien el clima, apreciaba la intensidad y la vivacidad de las celebraciones litúrgicas y, sobre todo, amaba la vitalidad y el calor de las personas y su amistad.

En 2003, no le fue fácil dejar México y volver a su provincia de origen. Fue enviado a Irlanda, donde bien pronto hizo nuevas amistades reencontrando su serenidad y trabajando sin cesar hasta su muerte imprevista, causada por una crisis cardíaca, el 17 de diciembre de 2009.

En los últimos seis años, el P. Patrick visitó la mayor parte del territorio irlandés. Siempre estaba dispuesto a hacer dias misionales y a ayudar en las parroquias. Allá donde iba, enseguida entablaba amistad con las personas que encontraba, sintiendo que tenía algo en común con ellas: el bien de las misiones. En la parroquia de Clontarf, en Dublín, llegó a ser una figura familiar por su ministerio pastoral a lo largo del mar: visitaba a los comerciantes, ayudaba en las parroquias de S. Antonio, S. Juan y S. Gabriel y a menudo iba a visitar a los amigos y bienhechores del Instituto.

El P. Patrick era un hombre sencillo. Para él, contaban sobre todo su fe, su vocación sacerdotal y misionera, su familia y sus amigos. Si podía ayudar a alguien, lo hacía sin dudarlo. Era una persona buena, gentil, cordial, un hombre de Dios que acogía tanto al amigo como al extranjero como el mismo Cristo.

El P. Enrique Sánchez González, nuevo Superior General, escribió: “Lo encontré muchas veces en Guadalajara, México, donde trabajó con gran alegría y dedicación en la formación y promoción misionera, a pesar de los límites que su enfermedad le imponían. Lo recuerdo como un hermano lleno de bondad y de gran corazón, siempre gentil y atento a las necesidades de los demás y dispuesto a servir en todo lo que se le pedía. Siento que hemos perdido un gran misionero que nos enseñó con su vida el significado de la bondad, el amor a los pobres y a la misión”.

Del Mccj Bulletin n. 244 suppl. In Memoriam, abril 2010, pp. 18-22.