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700 números de Mundo Negro

La revista misional africana MUNDO NEGRO, editada por los misioneros combonianos en España, llega en este mes de marzo a su número 700, tras 64 años de andadura informando no sólo al pueblo español sino a muchos lectores de habla hispana sobre la realidad del pueblo africano y afroamericano.

Fundada por el P. Enrique Faré -gran impulsor de Esquila Misional, nuestra revista en México- , Mundo Negro vio la luz en enero de 1960, cuando África estaba viviendo el “boom” de las independencias. Tal y como decía su fundador desde el primer momento, “Mundo Negro tiene que ser una revista específicamente africana, eminentemente misionera, moderadamente comboniana y eficazmente formativa”. Esas cuatro características han marcado y sigue marcando su línea editorial y han hecho de ella un referente en la información sobre el continente africano.

Su actual director, el P. Enrique Bayo, presenta así el número 700:
«En los 64 años que hemos tardado en alcanzar esta cifra redonda, hemos ofrecido a nuestros lectores más de 47.000 páginas sobre las realidades africanas y de la afrodescendencia, con textos y fotos firmados por infinidad de personas, africanas muchas de ellas. 700 números después, seguimos creyendo en la importancia de acercar África al público español. El continente sigue siendo muy desconocido –e incluso ignorado– en nuestro país, lo que nos priva de muchas de las riquezas que sus culturas y los ejemplos de vida de sus gentes pueden ofrecernos».

Mis amigos del pueblo Guyi

Por: P. Pedro Pablo Hernández, mccj
Desde Awasa, Etiopía

Los Guyi, el grupo étnico donde he misionado está dividido en tres subtribus: Uraga, Mati y Hokkuu. Es una gran tribu muy bien organizada con una gran lista de tradiciones, normas y leyes que pasan de una generación a otra de manera oral. Dentro de su organismo cada 8 años realizan una asamblea general para hacer el cambio de sus 3 jefes principales, junto con cada uno de sus 8 consejeros quienes tienen tareas muy especificas a nivel administrativo, judicial y moral/espiritual.

El proceso para el cambio de poder de un grupo a otro es largo y dura toda una semana. Se trata de confirmar los candidatos que se ha preparado para este momento, el proclamar las leyes en voz alta para conocerlas y recordarlas… (para luego aplicarlas), y el discutir temas que ellos creen importantes para seguir adelante como grupo homogéneo, tomando en cuenta que el gobierno federal ha tomado en sus manos muchos de los asuntos legislativos que ellos realizaban en el pasado y de que muchos jóvenes tienen actualmente menos conocimiento de sus tradiciones, costumbres y normas.

Ese punto yo lo he notado desde hace tiempo y eso mismo me ha llevado a desear conocer más su cultura, tradiciones y espiritualidad. De hecho, la tesis universitaria que hice en Roma fue sobre el último punto: su espiritualidad. Como misionero es importante y necesario conocer su concepto de Dios y mi presencia aquí es para seguir haciendo más investigación sobre su entendimiento de lo divino y así enriquecerme más de su espiritualidad que es muy rica y está presente en tantos de sus mensajes y costumbres.

En esta foto me encuentro con Waaqo Duube,- a mi derecha-, quien traspasó el poder a Jiilo Ma’dhoo hace 8 años. El viejo (no despectivo) Waaqo me tiene un gran cariño y es común que de vez en cuando me llame “ilmaa kiyyaa”, (mi hijo), cuando conversamos.

Dios bendiga a todos los jefes tradicionales que por centenares de años han llevado adelante sus pueblos a Dios y los han instruido para vida. Así sea.

Ordenación sacerdotal de Roger Alexander en El Salvador

Una parroquia pequeña, e incluso como su nombre lo indica, Santa María Niña, abrió sus puertas a la generosidad y a la alegría de presenciar la Ordenación Sacerdotal de uno de sus hijos, el Diácono Roger Alexander Cerritos Abarca, misionero comboniano, quien nació cerca de ella en 1980.

Por:  P. Juan Diego Calderón Vargas, mccj

Roger recibió el ministerio del sacerdocio de manos de Monseñor José Luis Escobar Alas, Arzobispo de San Salvador. La comunidad se preparó con una semana de animación por parte de los Misioneros Combonianos de la provincia y así pudo conocer más sobre nuestro carisma.

Durante la Eucaristía de ordenación, el sábado 24 de febrero, en una iglesia llena de gente -sacerdotes del clero diocesano y religioso, religiosos y religiosas y numerosos fieles-, monseñor José Luis subrayó que sólo por la gracia de Dios un joven alcanza el sacerdocio, después de un largo camino de oración y formación. El Arzobispo expresó su agradecimiento a todos los Misioneros Combonianos que trabajaron en la archidiócesis, recordando en particular a los que quedaron entre nosotros, los padres Giacomo Piccinelli y Orlando Borghi.

Roger, que durante su formación estuvo en Costa Rica, México y Kenia, expresó su agradecimiento diciendo que nunca se sintió solo, sino siempre acompañado por el Instituto, los Misioneros Combonianos, sus amigos, sus bienhechores y mucha buena voluntad.

Una comunidad que, en su pobreza, envía al mundo un sacerdote misionero es una invitación a los jóvenes a reflexionar sobre el don de la vocación misionera y una invitación a todos a vivir esta ocasión como un don de fe.

La primera misa de Roger se celebró en la parroquia comboniana de San Daniele Comboni: rezamos para que día y noche, sol y lluvia encuentren a nuestro nuevo sacerdote siempre dispuesto a servir a su pueblo, a decir fielmente “sí” a su vocación, don de Dios.

Un picnic en el desierto

Por: Hna. Cecilia Sierra, smc
Desde Palestina

“Qué rica comida, dijimos a las maestras del kínder”. Los kindergardens estan en el desierto, pero cada año se organiza un picnic con los niños del kinder. A veces se unen también sus mamás.
Estamos en una de las aldeas beduinas más lejanas, rodeadas de paisajes hermosos, rocas, arena y flores de todos colores y fragancias.
“Si, nosotras la preparamos pero las chicas se cooperaron para comprar todo”.
En lo alto de una montañita, bajo los rayos del sol, las maestras tienden su mantel sobre la arena y sacan la comida, bebidas y snacks para los niños. Un banquete exquisito en medio del desierto.
Las miramos con sorpresa y alegría. A las chicas a que se refiere son dos que han iniciado el curso de bordado apenas hace unos meses.
Batallaron mucho al principio. “No vuelvo a venir a la clase. No soy capaz. No puedo”. Repetían una y otra vez. Pero a fuerza de insistir y hablar con ellas de un modo y otro, un día nos sorprendieron. Bordaron llaveros tan bonitos y bien hechos que superaban a todas las demás. Y de ahí empezaron a florecer. Cada vez los llaveritos y separadores de lectura realizados con más detalle y perfección.
Y alegría. Y su estima subía y su presupuesto también.

Estas jovencitas que no habían recibido nunca una remuneración por su trabajo, ponen a disposición el ingreso que ahora reciben por sus bellos bordados. Con alegría y orgullo, lo ofrecen para que los niños y nosotras tengamos una comida digna y abundante.
Y comimos hasta saciarnos la deliciosa makluba, un platillo de fiesta a base de arroz y pollo.
Los niños son pequeños, como las flores que se asoman entre las piedras y la arena. Caminaron mucho y seguían con energía. Resisten, sonríen, juegan. Otra memoria feliz que pueden atesorar.
Oh si, Dios hace florecer el desierto y de manera admirable y bellísima. Gracias Dios, que admirable eres.

Vocación y conversión

«Al irse de ahí, Jesús vio a un hombre llamado Mateo, sentado a la mesa de recaudación de impuestos. Jesús le dijo: “Sígueme”. Y Mateo se levantó y lo siguió» (Mt 9,9-13).

Por: P. Wédipo Paixão

Es tiempo de Cuaresma y dicha etapa está marcada por la constante invitación a la conversión, y convertirnos no sólo es dejar de hacer algo malo para hacer algo bueno, sino buscar cada día el modo de sentir, orar, pensar y actuar como Jesús.
Toda vocación verdadera nos lleva a una conversión verdadera, pues en el proceso de seguimiento y discernimiento nos vamos dando cuenta que es necesario «dejar» y «renunciar» para seguir a Cristo. Un claro ejemplo es la vocación de Mateo que nos dice que era cobrador de impuestos y que Jesús, al pasar por donde él estaba, lo miró y lo invitó a seguirlo. El evangelio nos cuenta que Mateo se levantó y siguió al Maestro, y que más tarde lo recibió en su casa (Mt 9,10).
Jesús pone su mirada amorosa en alguien a quien todos veían de manera indignada, miradas llenas de desaprobación y rencor. Debe haber sido una conmoción para Mateo ser mirado así, situado en donde estaba. En lo más oscuro de su labor, mientras cobraba, quizá de más; mientras ejercía su odiado oficio, alguien pasa y lo ve con una atención que lo ilumina, que no ve lo que ha sido, sino lo que puede ser; una contemplación que no lo juzga por su pasado, sino que lo rescata y le abre una puerta a la esperanza.
Aunque su consideración abarca toda la tierra, Jesús posa su mirada en cada uno como si fuera el único habitante del planeta. Su vista tiene varias características que la hacen muy especial: primero que nada hay que decir que está llena de amor. Nadie nunca ha visto con ese amor que viene de Dios desde siempre y que dura por siempre. Por otra parte, es importante destacar que Jesús pone especial atención para ver, conocer y profundizar; contemplación que penetra nuestro interior, ante la cual no cabe esconderse, pretender ser lo que no se es o tratar de engañar.
Algo no menos importante, es que la mirada de Jesús es tan profunda y amistosa que invita, comprende y es buena, y que cuando ésta se posa en alguien, ve lo mejor de esa persona y consecuentemente estimula lo mejor de ella.
En la bendición que Dios enseñó a Moisés, dice: «Que el Señor te mire con benevolencia y te conceda su paz» (Num 6,26). Sólo el Señor sabe mirar así, por eso su apreciación no se horroriza ni se endurece, ni siquiera cuando ve a este hombre que ejercía un cargo que lo hacía odioso para muchas personas.
La reacción de Mateo queda como ejemplo a seguir para todos los que deseamos ser discípulos de Jesús. Alguien podría decir: «Pero si nosotros ya somos discípulos suyos, ya lo estamos siguiendo». A lo que pudiera responderse: «El hecho de ser católicos, ir a misa, leer la Biblia, ser religiosos, etcétera, no nos permite dormirnos en nuestros laureles», y en ocasiones consideramos que «ya la hicimos» y que eso es todo lo que se espera de nosotros.
El seguimiento de Jesús es algo que hay que emprender todos los días, algo por lo que hay que optar a cada instante, cada vez que se nos plantea una situación que nos invita a seguir el propio deseo y la propia voluntad o la del Señor. Estamos llamados a reaccionar como Mateo y optar por Jesús.

Nuevo obispo coadjutor de Bangassou, RCA

El Santo Padre nombró el pasado 23 de febrero al Rev. P. Aurelio Gazzera, carmelita descalzo, obispo coadjutor de Bangassou (República Centroafricana), diócesis de la que es obispo titular el comboniano español Mons. Juan José Aguirre.

Mons. Aurelio Gazzera, O.C.D., nació el 27 de mayo de 1964 en Cuneo, Italia, y comenzó su formación en el Seminario Menor de los Carmelitas Descalzos de Arenzano en 1974. En 1979 emitió la profesión simple en la Orden de los Carmelitas Descalzos de la Provincia de Génova y luego pasó un año de formación en la Delegación Carmelita de África Central, emitiendo la profesión solemne el 11 de octubre de 1986.
Cursó estudios de filosofía y teología en la “Facoltà Teologica dell’Italia Settentrionale” – Sección de Génova y fue ordenado sacerdote el 27 de mayo de 1989.

Después de haber sido formador en el Seminario Menor de los Carmelitas Descalzos de Arenzano, comenzó su misión en África Central.

Ha ocupado los siguientes cargos: asistente en el Seminario Menor de Yole (1992-1994), director del 1er ciclo del mismo Seminario Menor (1994-2003), párroco de San Miguel de Bozoum (2003-2020), superior de la Delegación de Carmelitas Descalzos en África Central (2014-2020). Desde 2003 es responsable de Cáritas en Bouar y, desde 2020, miembro de la comunidad de Baoro, responsable de los cristianos de los pueblos de la sabana y director de la Escuela de Mecánica de Baoro.

Al ser nombrado obispo coadjutor, será él quien suceda al frente de la diócesis a Mons. Aguirre en el momento de su retirada. Su ordenación episcopal se celebrará el próximo 9 de junio.