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La visita del Papa Francisco a Sudán del Sur

Por: Hno. Jorge Rodríguez Fayad

La visita del Papa a Sudán del Sur era esperada con ansias con mucho tiempo de anticipación, o al menos desde que las autoridades civiles fueron invitadas por el Papa al Vaticano para vivir juntos un retiro de reconciliación en el año 2019, el 16 de marzo.

Al llegar el Papa a Sudán del Sur, no hizo su habitual recorrido desde el aeropuerto a la ciudad, como en todos los países visitados hasta ahora. Se suprimió el papamóvil por un auto regular, creando un desconcierto en la gente que lo esperaba para saludarlo y hacerlo sentir bienvenido desde las banquetas de sus calles. Para muchos de ellos fue un poco frustrante al verlo pasar en carro cerrado, velozmente y sin dar sus habituales bendiciones. La razón fue que iba con los otros líderes de otras religiones y no quería exponernos a ningún tipo de peligro.

Para los conocedores de los viajes del Papa, esta visita fue puesta de forma positiva sobre el valor inestimado de presencia en este país ensangrentado por tantos conflictos internos entre sus habitantes. El pontífice llegó como pastor para inducir o reimpulsar los acuerdos de paz entre las diferentes facciones políticas, cosa que ya se había acordado claramente, pero que no se ha puesto en práctica, hasta ahora. Este interés no era sólo de él, sino que lo realizaba juntamente con los líderes de las iglesias del norte de Europa; con el arzobispo de la Iglesia Anglicana y con el coordinador de las Iglesias de Escocia. Por lo tanto, fue una visita con carácter eminentemente ecuménico. Aquí cabe resaltar que este gesto del Papa ha sido grandemente elogiado por los fieles comunes de las otras denominaciones cristianas, se le reconoce su deseo por la paz del Sudán del Sur y la unidad de las Iglesias cristianas.

Las grandes expectativas se fueron cumpliendo, una a una, con las homilías de los tres líderes religiosos que dieron en los diversos actos en que se celebraron, haciendo presente desde el inicio el concepto de ‘paz’ cristiano, con toda su dimensión actual, y dirigida específicamente a los gobernantes de este país.

El encuentro de oración que se realizó junto con los cristianos de las diferentes denominaciones cristianas tuvo siempre una dimensión marcadamente ecuménica, cumpliendo así, un objetivo de este viaje. En esta línea, el Papa Francisco, líder de la Iglesia Católica; Justin Welby, arzobispo de Canterbury y primado de la iglesia anglicana; y Iain Greenshields, moderador de la asamblea general de Escocia, agradecieron con palabras de aprecio y animo al pastor Thomas Tut Puot Mut, presidente del Concilio de Iglesias de Sudán del Sur, quien realiza grandes obras para mantener la unión de los cristianos.

Los tres líderes religiosos hicieron referencia al valor de la vida en fraternidad que se encuentra en el Evangelio, enfatizando una humanidad donde todos son considerados hijos de Dios, hermanos en Jesucristo, donde Jesús nos propone que todos seamos embajadores de paz (Mt 5,9).

El Papa Francisco, resaltó con sus palabras que la Iglesia, además de su unión intima con Dios, es también un signo de unidad entre el género humano, dejando a un lado todo tipo de divisiones tribales, raciales, religiosas y nacionalistas, así como San Pablo lo expresa al comunicar que Cristo es nuestra paz, con un solo sentido, el de la unidad entre todos.  (Ef 2,14).

En las varias esferas de la vida de este país, las reacciones a la visita del Papa han sido varias: el presidente Salva Kiir Majardit se ha comprometido intencionalmente a restablecer un diálogo con las diversas facciones y actores que forman un frente independiente de oposición al gobierno federal. El líder del país ha declarado que la visita papal a es una piedra histórica milenaria que siempre permanecerá en la mente de sus ciudadanos; de ella se esperan muchos frutos en beneficio de todo el país, se espera también un alto al tráfico de armas, un final a las diferencias tribales, y una participación política positiva en todos los ámbitos de la sociedad.

En este país que ha estado en guerra por más de 4 décadas, el Papa motivó a sus habitantes a fomentar una paz duradera. Luego de su visita a los campos de desplazados internos (refugiados) declaró que “el futuro de Sudán del Sur no puede estar en los campos de desplazados.” Enseguida expresó su convencimiento sobre este punto: “¡Es necesario que todos los niños tengan la oportunidad de ir a la escuela e incluso el espacio para jugar al fútbol! Hay necesidad de crecer como sociedad abierta, mezclándose, formando un solo pueblo a través de los desafíos de la integración, incluso aprendiendo las lenguas que se hablan en todo el país y no sólo dentro del propio grupo étnico”.

Durante su encuentro con los obispos, sacerdotes, religiosos, religiosas y seminaristas, el Papa los motivó a que, en su búsqueda por la justicia y la paz, no pueden ser neutrales, y a que hablaran siempre con la verdad. Haciendo alusión a San Daniel Comboni, como ejemplo, los motivó a comprometerse a la evangelización con toda fuerza, incluso hasta la muerte, así como lo hizo el fundador de los Misioneros Combonianos.

Por otra parte, las diócesis católicas se movilizaron cuando la fecha de la visita fue confirmada. Se organizaron peregrinaciones desde lugares alejados de Yuba, la capital del país. La diócesis de Rumbeck, con su obispo -el comboniano Christian Carlassare- y los pastores de otras iglesias cristianas, se pusieron así en movimiento en un largo camino que duró nueve días. A su paso por tantos poblados mucha gente se les unía, provocando en ellos una inusitada alegre esperanza. Este fue un signo más que mantiene viva la fe para que los habitantes de este enorme y rico país, con sus casi doce millones de habitantes, un día obtengan aquello que siempre se le ha escabullido cada vez han tenido la oportunidad de obtener la tan anhelada paz.

Del polvo a la luz

Cuaresma, cuarenta días para vivir el itinerario que nos lleva del polvo de nuestra fragilidad a la Luz del Resucitado.

El miércoles de ceniza inclinamos la cabeza para acoger con humildad las palabras que nos recuerdan que vamos en camino, que somos polvo, que estamos hechos del humus frágil de la tierra y que ha llegado el momento de levantar la mirada para descubrirnos reconciliados en Jesús que da su vida para llenarnos el corazón de su Luz y de su amor, porque ha resucitado.

Durante cuarenta días se nos invitará a transitar el camino de la conversión para que podamos reconocer que el Señor nos ha precedido en todo aquello que podemos hacer para llegar a apropiarnos de nosotros mismos, de nuestra realidad, muchas veces maltratada por nuestra incapacidad a decidirnos por lo que nos hace dueños de nuestra historia y de la promesa de vida auténtica que Jesús nos vino a manifestar.

Del polvo a la Luz representa el camino que nos toca recorrer cuando nos decidimos a dejar todo aquello que nos esclaviza, que nos somete al capricho de la maldad, que nos engaña con promesas de felicidad que son fugaces y superficiales.

Somos polvo, barro que puede ser moldeado y del cual se pueden forjar obras maravillosas, cuando nos ponemos en las manos de Aquel alfarero que nos ha soñado desde la eternidad como destinados a vivir en plenitud y que vive buscando nuestra plena felicidad.

Recordar que somos polvo durante el camino cuaresmal, puede ser un ejercicio saludable que nos sitúe en aquel espacio en donde logremos encarar con valentía lo que nos ha postrado por tierra, nuestro pecado y nuestra debilidad; pero que se convierte en oportunidad para dejarnos tomar de la mano y ser levantados, pasando por la cruz y el sepulcro del Señor, para recobrar la vida que nos pertenece al compartir la luz de su resurrección.

Cuaresma es, por decirlo con palabras sencillas, un tiempo que se repite cada año como invitación siempre nueva de parte de Dios quien no renuncia a vernos como hijos suyos, destinados a gozar de la vida y no está dispuesto a vernos derrumbados en el bordo del camino, victimas de nuestra fragilidad o de lo limitado de nuestra humanidad.

¿Tendremos la valentía de darnos esa oportunidad?

P. Enrique Sánchez

Finaliza Encuentro de la Fase Continental de México y Centroamérica: una experiencia espiritual de sinodalidad

ADN-CELAM

El pasado 17 de febrero se clausuró el primero de los 4 encuentros de la Etapa Continental del Sínodo 2021-2024 en América Latina y el Caribe. Los representantes de las iglesias de México y Centroamérica se han reunido en San Salvador, la tierra donde vivió uno de los grandes profetas de la Iglesia del Continente, San Oscar Romero.

Presencia decisiva del Espíritu Santo

En rueda de prensa se ha hecho un balance de un encuentro donde la presencia del Espíritu Santo ha sido decisiva, “pues sin él no sería posible estos encuentros eclesiales, él nos ilumina, él nos inspira, él nos fortalece”, como destacó Mons. Miguel Cabrejos. El presidente del Consejo Episcopal Latinoamericano y Caribeño (Celam), destacó que ha sido una experiencia sinodal, siguiendo la metodología de la Asamblea Eclesial, con una presencia de todo el pueblo de Dios. Una experiencia valiosa, inédita y eclesial que “es un aporte del Celam a la Iglesia universal” y que se va a repetir en las otras 3 regiones en que se divide el Celam, para después elaborar la síntesis que será enviada a la Secretaría del Sínodo.

Una experiencia de sinodalidad vivida por Mons. Romero, que “supo escuchar el Evangelio y en el Evangelio escuchar a los pobres, escuchar a los obreros, escuchar a los campesinos, escuchar a la Iglesia también y escuchar a la realidad, los signos de los tiempos”, señaló Mons. Rafael Urrutia. El Canciller del Arzobispado de San Salvador ve en San Romero a alguien que supo escuchar y discernir, imagen del Buen Pastor hasta dar la vida por las ovejas.

Espíritu de apertura, libertad, escucha

Una experiencia espiritual, de sinodalidad, en palabras de la Hna. María Dolores Palencia, destacando el pedido hecho a Mons. Romero al inicio del encuentro “para que tuviéramos ese espíritu de apertura, de libertad, de escucha”. Siguiendo el método de la conversación espiritual, “que quiere llevarnos a un discernimiento profundo y nos ayuda a escucharnos sin debatir, sin respondernos, sin querer convencernos y permitir que esa escucha entre en el corazón y mueva algo en nuestros corazones a partir de la palabra de todos”.

La facilitadora del encuentro llamó la atención sobre el “distinguir lo que el Espíritu está haciendo entre nosotros y entre nosotras, y nos permite hacer un camino juntos y juntas, nos permite ir descubriendo el camino que el Espíritu quiere hoy para la Iglesia”, y junto con ello a ver este momento como “una experiencia de recibir y acoger lo que el Espíritu va moviendo”.

Un espacio de pequeñas comunidades donde cada uno ha podido abrir su corazón con mucha libertad y sinceridad, afirmó la Hna. Laura Yax. La religiosa destacó la escucha profunda y sin prejuicios que se dio durante el encuentro, donde se compartieron experiencias pastorales en diferentes ámbitos eclesiales, desde la experiencia de misión de la Iglesia en la región. Algo que ha ayudado a ensanchar la tienda, pues en la diversidad hay riqueza, lo que la ha llevado a sentirse hermana del otro, a querer escuchar lo que el Espíritu quiere decir en este momento. Una experiencia de sinodalidad, de escucha y apertura.

Teología del pueblo de Dios

Una experiencia que ha transformado la vida de los participantes, como testimoniaba Mauricio López, que insistía en la pregunta que marca el recorrido del proceso sinodal: ¿Cómo la Iglesia, fiel a su identidad, al anuncio del Evangelio, está siendo sinodal o puede ser más sinodal?”. Un momento de acción de gracias por la “Teología del pueblo de Dios en el corazón del Concilio Vaticano II, en la Constitución Lumen Gentium que sigue marcando un rumbo”, a través de hitos, destacando el papel del Sínodo para la Amazonía, de la Asamblea Eclesial y del actual proceso sinodal, donde destaca la amplia consulta llevada a cabo y recogida en el Documento para la Etapa Continental, que siguiendo el método de la conversación espiritual está llevando a la Iglesia de todo el mundo a realizar aportes para la elaboración del Instrumentum Laboris. Un camino en el que “San Oscar Romero nos ilumina, nos inspira para esa parresia que es tan urgente en este tiempo presente”.

La novedad de este proceso está en “esta experiencia de escucha y diálogo, que justamente es lo que nos falta, sentarnos, escucharnos y dejarnos iluminar por el Espíritu”, según la Hna. Laura Yax. Una experiencia que muestra la capacidad de cada uno exponer su postura respetándonos hasta que encontremos un punto en común, destacó la religiosa, que llamó a “contagiar a toda la Iglesia para que entremos en esta dinámica de diálogo”. Un proceso marcado por el escuchar, discernir, actuar o decidir, matizó Mons. Cabrejos, que hizo ver la necesidad de no volver atrás en este modo de actuar dentro de la Iglesia y en la relación entre la Iglesia y la sociedad.

Los puntos en común aparecidos es seguir buscando los medios para escuchar más a los jóvenes, recordar que las mujeres tienen un aporte, un capital a ofrecer, pero también necesitan recibir el espacio, el cuidado de las familias, la centralidad de Jesucristo en el caminar, la importancia de una oración enraizada en la realidad y que toma en cuenta los signos de los tiempos, la atención y escucha a las periferias, a los alejados, abriendo espacio para acogerlos, según relató la Hna. María Dolores Palencia.

Temores a ensanchar la tienda

A ello ha añadido Mauricio López la necesidad de una Teología de la Ministerialidad Bautismal y de incorporar mecanismos y estructuras que permitan que la sinodalidad siga viva y adelante, con una mayor participación del laicado, de las mujeres en los espacios de toma de decisiones. Todo ello reconociendo los temores a ensanchar la tienda y la necesaria presencia en el continente digital, así como el reconocimiento de los pueblos indígenas y afrodescendientes y el cuidado de la casa común.

Se ha insistido en que se trata de un proceso de aprendizaje, pues estamos ante un Sínodo que no es temático y sí un nuevo modo de ser Iglesia en el que se insiste en la capacidad de escucharse, de abrirse, de dialogar e interiorizar lo que el Espíritu nos va diciendo. Una sinodalidad que no es fácil de practicar, lo que demanda aprender a caminar juntos, inclusive con los que no nos entendemos, como destacó Mons. Cabrejos. Eso no fácil en una estructura eclesial piramidal y en las tensiones presentes ante diferentes realidades, lo que demanda preguntarse cómo se vive el compromiso bautismal, que lleva a un cambio en las maneras de actuar y de ser, según la Hna. María Dolores Palencia. Todo ello en un proceso de discernimiento serio que lleve a buscar y hallar lo que Dios me quiere decir, lo que el Espíritu Santo quiere suscitar como protagonismo, algo muy complejo en palabras de Mauricio López.

Le puede interesar: Mauricio López: “América Latina sigue contribuyendo desde su experiencia y testimonio al proceso sinodal de la Iglesia”

Un encuentro en el que ha estado presente la situación que se vive en Nicaragua, ante la que el Celam, como hacía ver su presidente, ha seguido la postura del Papa, lo que también han hecho diferentes conferencias episcopales, expresando cercanía, oración, acompañamiento a la Iglesia en Nicaragua, a todas las personas que forman parte de ella. Mons. Miguel Cabrejos ha llamado al bien común, superando el bien particular, y a pensar en la dignidad de la persona como hijos e imagen de Dios.

Crédito: ADN-CELAM

Ordenación episcopal de Mons. Antonio Bogaio Constantino

Ayer domingo, 19 de febrero, el misionero comboniano Antonio Bogaio fue ordenado como nuevo obispo auxiliar de Beira, en Mozambique. La ceremonia tuvo lugar en el Pabellón del Clube Ferroviário da Beira y estuvo presidida por Mons. Claudio Dalla Zuanna, arzobispo de Beira, y concelebrada por numerosos sacerdotes y obispos de Mozambique.

Mons. Antonio Manuel Bogaio Constantino, M.C.C.J., nació el 9 de noviembre de 1969 en la diócesis de Tete. Tras realizar el prepostulantado en los Misioneros Combonianos del Corazón de Jesús en Nampula y asistir al seminario de Matola (Maputo), hizo el noviciado en Uganda. El 10 de mayo de 1997 hizo sus Primeros Votos en Kampala y posteriormente obtuvo el Bachillerato en Teología en la Pontificia Universidad Gregoriana de Roma. El 10 de junio de 2000 emitió los votos perpetuos en Roma y fue ordenado sacerdote el 13 de junio de 2001 en Beira.

AQUÍ un video de la ceremonia enviado por el P. Juan de Dios Martínez.

AQUÍ la ceremonia completa (Radio PAX de Beira)

Una universidad islámica otorga el Doctorado “Honoris Causa” al cardenal Miguel Ángel Ayuso

El cardenal Miguel Ángel Ayuso Guixot, misionero comboniano y presidente del Dicasterio para el Diálogo Interreligioso del Vaticano, recibió ayer el Doctorado Honoris Causa de la Universidad Islámica Estatal Sunan Kalijaga, con sede en la provincia de Yogyakarta, en Indonesia.

El Cardenal Miguel Guixot es galardonado por sus contribuciones a la promoción del diálogo interreligioso en el mundo y por sus esfuerzos en la firma del documento de la Fraternidad Humana en Abu Dhabi en 2019. Entre los dignatarios que asistieron a la ceremonia se encontraban el nuncio apostólico en Indonesia, el arzobispo Piero Pioppo, y el padre del Verbo Divino Markus Solo Kewuta, director de la oficina de Asia-Pacífico del Dicasterio para el Diálogo Interreligioso del Vaticano, Yahya Cholil Staquf, jefe de Nahdlatul Ulama, y Sudibyo Markus, ex presidente de Muhammadiyah. Nahdlatul Ulama y Muhammadiyah son dos de las principales organizaciones islámicas de Indonesia, país de mayoría musulmana.
“Estoy profundamente agradecido por su aprecio del Documento sobre la Fraternidad Humana para la Paz Mundial y la Convivencia que les ha motivado a celebrar este significativo evento. El acontecimiento histórico de hoy es una contribución a la promoción y al fortalecimiento de la fraternidad humana para construir un mundo en paz y una convivencia común”, dijo el Cardenal Ayuso Guixot durante el acto.
Reconoció que para él fue un privilegio ser testigo de la firma del documento por parte del Papa Francisco y Ahmed el-Tayyeb, gran imán de Al-Azhar, en Abu Dabi en 2019.
“Podemos decir sin retórica que la firma del documento fue un hito en el camino hacia el diálogo interreligioso. Un hito es un punto en el camino, ni el principio ni el final. Esto significa que tenemos que trabajar juntos de diversas maneras para promover la fraternidad y vivirla de forma concreta en nuestra vida cotidiana”, afirmó. El documento busca promover una “cultura de respeto mutuo” entre cristianos y musulmanes y fue firmado el 4 de febrero de 2019 por los dos líderes religiosos mundiales durante la visita del papa a Emiratos Árabes Unidos.
El rector de la universidad islámica, Phil Al Makin, dijo que el título honorífico era un reconocimiento al papel del cardenal Ayuso en la promoción del diálogo interreligioso, ya que sirvió en Egipto y Sudán durante varios años como misionero y visitó varios países de mayoría musulmana en la región de Oriente Medio. “Su papel en la firma de la Declaración de Abu Dhabi es significativo. La firma de la declaración significa que el Vaticano, bajo el liderazgo del Papa Francisco, ha promovido activamente la tolerancia y la armonía entre los creyentes religiosos”, dijo.
El padre Kewuta, indonesio él mismo, calificó el título honorífico como el más alto reconocimiento de la Iglesia católica de Indonesia. “Nos asegura que lo que hemos hecho hasta ahora es verdaderamente correcto y tiene eco entre otros creyentes religiosos, en particular los musulmanes. En el contexto de Indonesia, allana el camino a más colaboraciones en el futuro para promover la paz basada en la fraternidad humana”, afirmó.
El Nuncio Apostólico Arzobispo Pioppo dijo que el título honorífico fue otorgado al cardenal Ayuso Guixot basado en la sugerencia del Papa Francisco, ya que el cardenal “es un erudito y una persona muy profunda que está pensando profundamente en el diálogo interreligioso y que también pasa su vida como misionero.”
“En muchos ambientes compartió que está feliz de ser católico y feliz de estar en diálogo con todos”, dijo.

Fuente: UCANews

Hermanamiento de las Basílicas de Guadalupe de México y España

El Papa Francisco ha enviado un mensaje al Arzobispo de Toledo por el “hermanamiento de dos santuarios dedicados a la Bienaventurada Virgen María, bajo el título de Nuestra Señora de Guadalupe”: la Morenita de las Villuercas, en Extremadura (España), y el santuario de Nuestra Señora de Guadalupe en México, celebrado hoy en la basílica del Real Monasterio de Santa María de Guadalupe, en España

“María, nuestra Madre, es siempre para su Pueblo vínculo de comunión. Tanto la Escritura como la tradición apostólica nos la muestran convocando a los apóstoles y a la comunidad en torno a Ella, en un clima de oración”, escribe el Pontífice.

El Santo Padre pide al arzobispo de Toledo, monseñor Francisco Cerro, haga extensivo el saludo al Arzobispo de México, cardenal Carlos Aguiar Retes, y a través a de ellos a todos los sacerdotes y fieles devotos en México y España.  

‘Guadalupe’ nos habla de encuentro

“Hoy los convoca el dulce Nombre de María, más precisamente una advocación milenaria que ya en su raíz etimológica nos habla de mestizaje, de encuentro con Dios y con los hombres. Mestizaje porque los estudiosos no se logran poner de acuerdo si debemos leer el título “Guadalupe” en árabe, en latín o en náhuatl”, dice el Papa.

Y menciona que “es curioso que lo que podría plantearse como un conflicto pueda en realidad leerse como un guiño del Espíritu Santo que hace escuchar su mensaje de amor a cada uno en su lengua”.

Raíz etimológica de ‘Guadalupe’

“Así, en árabe –explica el Papa Francisco- la palabra podría sonar ‘río oculto’, como lo estaba esa fuente de agua viva que Jesús promete a la Samaritana, esa fuerza de la gracia que, incluso en tiempos de rechazo e incomprensión, mantiene viva a la Iglesia (cf. Jn 4,10). Como pastores, esta alusión debe ser para nosotros un acicate, buscar siempre en el otro ese río oculto de gracia, ese Amor de Dios que lo hace un tesoro inestimable”.

Luego, haciendo referencia al significado de “Guadalupe” en latín, la palabra –añade Francisco- nos hablaría de un “río de lobos”:

“En ese sentido, de un remanso de paz para aquellos que están atribulados por sus propios pecados, por la violencia, por tantas guerras internas y externas que hacen del hombre un lobo para el hombre. Es el mismo río oculto de la gracia que en el diálogo con Jesús nos muestra nuestra realidad, abriéndonos a la esperanza”

Y finalmente, también combinando el título “con la raíz mexicana, nuestra Señora de Guadalupe se proclama como la que vence a la serpiente, con una tocante evocación al protoevangelio del Génesis. La Inmaculada es así la verdadera madre de todos los que viven; de los que han sido convocados hoy en este santuario, junto a sus pastores, para proclamar su fe en el Hijo de Dios, en Aquél que, haciendo nuevas todas las cosas, ha reconciliado consigo el mundo”.

Culto a Dios en Espíritu y Verdad

El Papa Francisco los exhorta “a hacer brotar en los corazones de los hombres y mujeres de nuestro tiempo ese río de agua viva que salta hasta el cielo, para dar a Dios un culto en Espíritu y Verdad”.

“Pidamos a Dios que, en cada tiempo y lugar donde María nuestra Madre nos convoque, demos testimonio de esa íntima unión de la que sólo el Espíritu puede ser artífice”, finaliza el Papa su mensaje impartiendo la bendición.

La ceremonia de hermanamiento se efectúa este 13 de febrero en la basílica del Real Monasterio de Santa María de Guadalupe, en España, donde intercambiaran los arzobispos el documento. 

Crédito: Vatican News

Ver el mensaje del Papa