Mons. Tesfaye Tadesse, nombrado miembro del Dicasterio para los Institutos de Vida Consagrada y las Sociedades de Vida Apostólica

El papa León XIV nombró esta mañana a Mons. Tesfaye Tadesse, misionero comboniano y obispo auxiliar de la archieparquía de Addis Abeba, Etiopía, miembro del Dicasterio para los Institutos de Vida Consagrada y las Sociedades de Vida Apostólica.

Mons. Tesfaye Tadesse fue superior General de los Misioneros Comboninanos de 2015 hasta 2024. Había sido elegido en el Capítulo de 2015 y reelegido para un nuevo mandato de seis años en el Capítulo de 2022, que se celebró con un año de retraso a causa de la pandemia del Covid-19. El 6 de noviembre de 2024 el papa Francisco lo nombró obispo auxiliar de la Archieparquía de Addis Abeba, Etiopía, asignándole la sede titular de Cleopátide. Había participado también en la Asamblea del Sínodo de los Obispos sobre la Sinodalidad. Este nombramiento hizo que los combonianos tuviesen que elegir un nuevo superior general.

El 24 de junio de 2025, el papa León XIV lo nombró miembro del dicasterio vaticano que se encarga de todo lo relacionado con los institutos religiosos y las sociedades de vida apostólica.

Visita a las misiones de Sudán después de la guerra

Del 12 al 17 de junio, el superior provincial, P. Diego Dalle Carbonare, y el ecónomo provincial, P. Lorenzo Baccin, fueron a Jartum para visitar las tres primeras misiones que la provincia tuvo que suspender a causa de la guerra: Khartoum Bahri, Comboni College y Masalma (Omdurman). Durante su visita, pudieron reencontrarse con el padre Yousif William, que permanece en los suburbios del suroeste de Omdurman (Jabarona) desde el comienzo del conflicto.

La visita puso de manifiesto que diferentes partes de la ciudad han sufrido daños de distinta consideración, primero por los combates y los disparos, y después también por los saqueos. Afortunadamente, como ocurre con gran parte del resto de los bienes de la Iglesia, la mayoría de los daños son parciales, por lo que cabe esperar reparaciones. Sin embargo, por otro lado, es evidente que, sobre todo en la zona central de Jartum, donde se encuentra el Comboni College, las infraestructuras básicas (electricidad y agua) han sufrido graves daños y su restauración llevará quizá años.

En resumen, mientras que en algunos distritos periféricos de Omdurman y otros al este y al sur de Jartum la vida parece continuar, el centro es una ciudad fantasma, dominada por un silencio sobrecogedor. Hay muchos cristianos en las zonas periféricas de Jartum que esperan el regreso de sacerdotes y agentes de pastoral, y esto también nos interpela para un regreso, que puede ser gradual, pero que sin duda nos interpela profundamente.

Otro escenario, sin embargo, está presente en El Obeid, donde en las últimas semanas algunos soldados han ocupado nuestra casa y se refugian allí, para evitar el bombardeo de los drones de las Fuerzas de Apoyo Rápido, que tienen como objetivo sus cuarteles. Peores noticias llegaron desde el oeste cuando el jueves 12 de junio, en Fasher (Darfur), el padre Luka Jumu, sacerdote diocesano de la diócesis de El Obeid, fue asesinado tras un nuevo bombardeo de la casa en la que se encontraba.

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Fallece el P. Elio Benedetti

el 21 de junio nos llegó la triste noticia del fallecimiento del comboniano P. Elio Benedetti. Fue uno de los formadores en el seminario de La Paz, una obra que fue la gran prioridad del p. Juan Giordani tras ser nombrado prefecto apostólico en 1952. El P. Elio siempre fue admirado y recordado por sus cualidades musicales y poéticas.

El P. Elio Benedetti nació en Segonzano (Trento, Italia) el 27 de noviembre de 1928. Realizó estudios regulares de Filosofía y Teología en varias casas combonianas de Italia. Hizo su primera profesión religiosas el 9 de septiembre de 1949 y fue ordenado sacerdote en Milán por el cardenal Giovanni Battista Montini el 26 de mayo de 1956. Obtuvo la licenciatura en Psicología Pedagógica Aplicada en la Universidad Católica de Milán. Según cuenta Carlo Castellini en el periódico “Ildialogo“, obtuvo el Diploma de Canto Gregoriano en la Escuela Superior de Música Sacra de Roma. Formó parte de la Comisión Preparatoria del Concilio Vaticano II, donde fue un firme defensor de la introducción de la lengua vernácula y la música moderna en la liturgia sagrada. Completó su formación musical estudiando composición con el maestro Picchi. En 1966 obtuvo la cátedra de Música en la Universidad de León, en México. En 1968 realizó un curso de Dirección de Orquesta con Berenstain. Compuso varias obras gramaticales, interpretadas principalmente en México y California. Destaca su producción de motetes y composiciones sacras, especialmente para jóvenes y niños. También fue intensa su actividad como concertista y director de orquesta.

En 1965 llegó a México, donde estuvo más de 10 años, trabajando entre otros ministerios, como formador del seminario de La Paz, durante el tiempo de la prefectura apostólica.

En 1976 debe abandonar México al ser amenazado por la masonería y ya no volverá. Tras pasar por varias comunidades en Italia, es destinado a la residencia de ancianos y enfermos de Castel d’Azzano, donde falleció el 21 de junio de 2025.

Proximamente publicaremos una semblanza más completa.

El comboniano P. Rafael Savoia, doctor honoris causa por la PUCE

El misionero comboniano P. Rafael Savoia acaba de ser galardonado con el título de doctor honoris causa por la Pontificia Universidad Católica de Ecuador, sede Esmeraldas, en reconocimiento a su gran labor en favor de los pueblos afroamericanos.

pastoralafrocali.org

El padre Rafael Savoia, misionero comboniano del norte de Italia, es sinónimo de historia viva, de compromiso sin pausa y de una vida tejida entre los rostros, las luchas y las esperanzas de los pueblos afrodescendientes de América Latina. Lleva más de cinco décadas en el corazón del continente, el pueblo ecuatoriano todavía lo busca en Bogotá y donde pueda encontrarlo. Fue en el país vecino donde hizo lo más profundo de su carrera.

La Pontificia Universidad Católica del Ecuador (PUCE), sede Esmeraldas, lo reconoció recientemente como Doctor Honoris Causa. Es un homenaje más que merecido: acompañó, defendió y caminó junto a sus comunidades afro como un hermano más.

Rafael Savoia llegó a Ecuador en los años 60, específicamente a Esmeraldas, la población más importante en las selvas de su costa norte. Hoy reside en Bogotá y todavía alza la voz por la dignidad, el derecho a la identidad y la justicia social. Fue uno de los grandes impulsores de la Pastoral Afro, una realidad eclesial nacida no en los escritorios, sino desde la vida misma, desde la convivencia con las comunidades negras. Entre ellas pensó, soñó, luchó y tejió una Pastoral con rostro propio, una teología negra que le puso cuerpo y alma a la resistencia y la espiritualidad de los afrodescendientes.

Su compromiso va más allá de lo pastoral y el acompañamiento espiritual. Él es, literalmente, una biblioteca andante. Conoce la historia, la cultura, los mitos, los cantos y las luchas de muchísimos pueblos afro de América y el Caribe. Es un sabio humilde, de esos que no necesitan títulos para que uno sepa que está frente a alguien que ha vivido mucho, ha escuchado mucho más, y lo ha atesorado todo para compartirlo con las lideranzas que más lo necesitan.

Recorrió de forma minuciosa los territorios afro de toda América Latina para entrevistar líderes y lideresas y comprarles sus libros. Su conocimiento y los frutos de sus andanzas son un acervo esencial para preservar la memoria de nuestros pueblos y evitar que se le borre o se silencie.

Ese esfuerzo continental de documentación se tradujo en obras que hoy son referencia obligada para quienes estudian la historia, la espiritualidad y la resistencia afroamericana.

Entre sus obras destacan:

El Negro en la historia, un análisis profundo de las raíces y aportes de las comunidades afrodescendientes que coordinó por grupos e países y después consolidó en América Latina.

Presencia Comboniana entre los Afroamericanos, que recoge 40 años de trabajo misionero de su congregación con los pueblos afro.

Historia de la Pastoral Afroamericana en la Iglesia, una obra esencial para comprender cómo se tejió, desde abajo, una propuesta pastoral con identidad propia.

Savoia también impulsó KatangaRevista de Teología Afrolatinoamericana; abierta al público desde sus inicio, expuso los avances en la reflexión eclesial desde diferentes formas de ver y vivir los territorios afro.

Su influencia es profunda en Colombia, donde ayudó a fortalecer la Pastoral Afrocolombiana y a fundar el Centro Afrocolombiano de Espiritualidad y Desarrollo Integral (CAEDI). O, como a él le gusta llamarlo, el Centro afro de Bogotá. Es un espacio de formación, encuentro y difusión de la cultura y la herencia africana en todos sus matices. Desde ahí impulsó la creación de una base de datos virtual con materiales educativos y culturales afro, Un recurso así de valioso para educadores, activistas y comunidades, debe reconocerse y preservarse, asegurar que cumpla su función a favor de los liderazgos afrodescendientes.

Lo más hermoso de todo es que, para Savoia, ser misionero no significa enseñar desde arriba, sino compartir desde el mismo suelo. Su manera de evangelizar se aleja de esquemas colonialistas y se convierte en ejercicio de escucha, diálogo y aprendizaje mutuo. La Pastoral Afro que él ayudó a soñar y construir, es un referente para  Esmeraldas, Imbabura, Carchi y Guayas, en Ecuador. Se une al trabajo de su congregación para darnos un modelo de crecimiento pastoral profundamente eclesial y crucial para la Patria Grande.

Hoy tiene 82 años bien vividos. Rafael Savoia, sacerdote misionero comboniano, recibió un título honorífico; apenas uno de los que el cariño, el respeto y el reconocimiento de generaciones enteras le entregarían con generosidad. Porque la sabiduría que hay en él es memoria, corazón y fe encarnada en la vida de los pueblos que quiso conocer, homenajear y preservar.

Germán Fernando Angulo Asprilla

LMC en la misión de Metlatónoc: un testimonio de fe y servicio

Los planes de Dios son perfectos, caminamos paso a paso, vivimos un proceso y esperamos llegar a la meta para continuar el camino que nos inspira al encontrarnos con el Pueblo que sigue buscándolo para experimentar su Amor y protección.

Durante nuestras visitas misioneras en Metlatónoc, hemos tenido la oportunidad de conocer a gente increíble y de visualizar proyectos que buscan responder a las necesidades básicas que las personas nos manifiestan, identificadas desde la luz del Evangelio. Hemos visto la resiliencia y la determinación de la comunidad para superar los desafíos y mejorar su entorno; hay retos en el pueblo que nos cuestionan profundamente para que nosotros como Laicos misioneros tengamos una presencia permanente entre ellos, para entender más su historia, su cultura y también sus problemas, donde podemos ser signos de esperanza y del Reino de Dios, pero también colaborar a partir de nuestra fe en los procesos de formación humana y cristiana.

La llave para entrar al corazón del pueblo es viviendo y anunciando el evangelio, Palabra que se encarna en la caridad con las personas más vulnerables, enfermos, niños desnutridos, personas analfabetas, mujeres maltratadas… un espacio donde con Amor y paciencia compartiremos la experiencia del encuentro de Dios reconociendo también los lugares Sagrados, costumbres de la religiosidad popular y rituales. Queremos vivir con la gente inculturando nuestra fe viva en el Verbo que se hizo persona que vive en cada lugar, respetando el lenguaje, el pensamiento, la libertad de cada individuo, de cada familia, cada pueblo y de cada cultura. Somos misioneros frágiles que se sienten llamados por Cristo Vivo dispuestos a superar lo que nos esclaviza sabiendo que todo lo podemos en Aquel que nos fortalece y nos ha elegido para realizar esta tarea especifica.

La misión no es tarea de una persona o de un grupo específico, la misión es primeramente de Dios, es obra del Espíritu, pero el Señor Jesús nos llama a todos a ser testigos de su evangelio, la obra misionera es Trinitaria es decir que se hace en comunidad. Como Laicos Misioneros Combonianos (LMC), sabemos que nuestra labor evangelizadora es en comunión con los sacerdotes y demás agentes pastorales y con el pueblo. Inspirados en San Daniel Comboni “salvar África con África” valorizamos la inclusión de las personas del lugar para evangelizar ya que ellos son los dueños de su historia, de su lengua y de sus costumbres, de otra manera no sería posible inculturar el Evangelio. Es esto lo que hace bella la misión, es esto lo que da esperanza y es esto lo que nos fortalece para cargar también las cruces de nuestro caminar como testigos de la Verdad.

Para concluir te invito para que tú, tu familia y tu comunidad se unan al proyecto misionero en Metlatónoc. ¿Qué vas a hacer para apoyar esta misión? Por favor reza por nosotros ya que esa es la fuerza principal de la misión, Santa Teresita del Niño Jesús fue misionera desde su enfermedad (un dolor que salva), desde la oración. Pero también es importante tu colaboración económica, ya desde el principio del cristianismo los primeros misioneros, como San Pablo, necesitaron del apoyo económico de algunos bienhechores. Lo que se da con amor para los que anuncian el evangelio es Dios quien lo recompensa, decídete y súmate al proyecto comparte tu tiempo y habilidades en este servicio ya que “Todos Unidos por la Misión LMC en Metlatónoc: un testimonio de fe y servicio”.

Bety Maldonado, LMC

70 años de presencia comboniana en Esmeraldas

Los Misioneros Combonianos llegaron a Ecuador el 2 de abril de 1955. De inmediato – 11 días más tarde – asumen el trabajo pastoral de la Prefectura de Esmeraldas. El Papa Pio XII había invitado a los Combonianos a abrir esta nueva misión, fue, movido por la situación de extrema pobreza social y religiosa de los grupos afrodescendientes. Hoy, 70 años después de la llegada a Esmeraldas, el Consejo General ha enviado un mensaje a los misioneros combonianos que trabajan en Ecuador, que publicamos a continuación. (En la foto, Mons. Eugenio Arellano, obispo emérito de Esmeraldas).

Mensaje del Consejo General

Entren por sus puertas con acción de gracias; vengan a sus atrios con himnos de alabanza;
denle gracias, alaben su nombre.
” (Salmo 100,4)

Queridos Cohermanos,
reciban nuestro saludo fraterno en esta memorable celebración del 70 aniversario de nuestra llegada a las hermosas tierras de Esmeraldas en Ecuador.

Ha sido un largo y fructífero camino de presencia misionera comboniana iniciado con una inspiración del Espíritu Santo, Quien a través de la invitación fraterna del Papa Pío XII invitó a los Misioneros Combonianos a tomar la misión de Esmeraldas.

La actividad pastoral en la Prefectura de Esmeraldas, iniciada bajo el liderazgo de Monseñor Angelo Barbisotti, ha sido siempre una oportunidad para servir al Señor, caminando con el pueblo de Dios en estrecha comunión con los pastores, que fueron también Misioneros Combonianos, Mons. Enrique Bartolucci y Mons. Ezequiel Eugenio Arellano. Particular atención en el servicio misionero se ha prestado siempre a las diversas zonas y etnias del Vicariato, especialmente afro e indígenas. Al estilo de San Daniel Comboni, nuestros misioneros se esforzaron siempre por hacer causa común con la gente. Por ello la pastoral afro nació en Esmeraldas y a partir de Esmeraldas se ha expandido a toda América Latina. El reconocimiento ofrecido por la Universidad Católica a nuestro cohermano P. Raffaello Savoia por su compromiso en el campo de la pastoral afro, atestigua que el corazón de Comboni sigue alimentando un gran amor y cuidado pastoral por los afros a través de sus misioneros.

La misión continúa y nuestra presencia actual en las parroquias de La Merced, de Borbón y de San Lorenzo son un signo claro de nuestro humilde servicio en el Vicariato. Renovamos nuestro compromiso de seguir trabajando junto a muchos laicos comprometidos que comparten con nosotros la pasión de San Daniel Comboni.

A toda la familia comboniana, a las personas que caminan con nosotros y al Vicario Apostólico Antonio Crameri, SSC, nuestra gratitud de corazón.

Que el Señor de la Misión siga concediendo a todos el don del Espíritu Santo en un renovado entusiasmo por la misión en el Vicariato de Esmeraldas.

Fraternalmente,
El Consejo General
Roma, 4 de junio 2025

comboni.org