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El papa Francisco ha aceptado la renuncia al gobierno pastoral de la diócesis de Kotido (Uganda) presentada por monseñor Giuseppe Filippi, misionero comboniano. Además, el Santo Padre ha nombrado obispo de la misma diócesis al también comboniano padre Dominic Eibu, actualmente párroco del Sagrado Corazón de Jesús en El Cairo (Egipto).

Monseñor Dominic Eibu, nació el 30 de abril de 1970 en Lwala, en la diócesis de Soroti (Uganda). Después de estudiar filosofía en el Queen of Apostles Philosophy Centre de Jinja, emitió sus primeros votos el 16 de mayo de 1998 en el Instituto de los Misioneros Combonianos de Namugongo (Kampala). Más tarde completó sus estudios de teología en la Pontificia Universidad Gregoriana de Roma. Hizo sus votos perpetuos el 12 de enero de 2002 y fue ordenado sacerdote el 15 de agosto de 2002. Posteriormente obtuvo la Licenciatura en Estudios Árabes e Islámicos en El Cairo (Egipto) y después en el Pontificio Instituto de Estudios Árabes e Islámicos de Roma.

Ha ocupado los siguientes cargos: Director de la Comboni Primary School de Jartum (2005-2016); Viceprovincial de la Provincia Comboniana de Jartum (2008-2013); Miembro y Secretario del Colegio de Consultores (2013-2016); Secretario del Consejo Presbiteral (2013-2016); Secretario de Educación (2013-2016); desde 2017, Director de escuela y coadjutor en El Cairo. Actualmente es párroco del Sagrado Corazón de Jesús en El Cairo, Viceprovincial de la provincia de Egipto-Sudán y es miembro del Comité de Educación del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR).

Crédito: Agencia Fides

La misionera comboniana mexicana Hna. María de los Ángeles Funes Rodríguez (en el centro de la foto), fue elegida hoy como nueva consejera general de las Misioneras Combonianas. La Hna. María de los Ángeles, de 61 años, es originaria de San Francisco del Rincón, Guanajuato. Trabajó en Brasil en la formación bíblica de líderes de comunidades, en la educación popular en los suburbios y en proyectos sociales. Actualmente era la Superiora Provincial de las Misioneras Combonianas en Brasil.

Con ella también fue elegida como consejera general la Hna. Alicia Vacas, española (a la derecha en la foto) y que realizó toda su actividad misionera en el mundo árabe.

Hoy, 19 de octubre de 2022, la Hna. Anne Marie Quigg fue elegida como nueva Superiora General de las Misioneras Combonianas. La elección se realizó en el transcurso del Capítulo General que las Misioneras Combonianas están realizando en Verona, Italia. En los próximos días quedará constituido el Consejo que asistirá al Superiora General en la orientación del Instituto para el sexenio 2022-2028.

La Hna. Anne Maria Quigg tiene 61 años y es originaria de Escocia, Gran Bretaña. Trabajó en Egipto, en el campo de la educación, y en Europa, en el acompañamiento espiritual. Actualmente era la Superiora Provincial de las Combonianas en Europa.

Esta año la fiesta en memoria de San Daniel Comboni que se celebró en el noviciado comboniano de Xochimilco contó con la presencia de varios representantes de la familia comboniana.  La celebración comenzó con una Hora Santa, durante la cual los misioneros y misioneras agradecimos a Dios sus dones y su presencia en medio de los institutos fundados por el primer obispo de África Central.

Después de la adoración y tras un breve momento de convivencia fraterna, se celebró la Santa Misa, presidida por Mons. Andrés Vargas Peña, obispo de Xochimilco, quien ha mostrado siempre una cercanía y un cariño especial hacia los combonianos. En su homilía, Mons. Vargas recordó las palabras de Comboni “África o muerte” y su promesa de ser fiel a la misión hasta el final, e invitó a los novicios y a todos los presentes a poner en práctica las palabras de San Pablo que se escucharon en una de las lecturas: “No tengo nada de qué gloriarme si no es del Evangelio de Jesucristo”.

Durante el transcurso de la celebración, los ocho jóvenes que acaban de comenzar el noviciado, recibieron de manos del obispo y del superior provincial, P. Enrique Sánchez, la sotana y la Regla de Vida de los Misioneros Combonianos, como signo del inicio de su formación específica a la vida religiosa y misionera.

Siete de los novicios son candidatos al ministerio sacerdotal y uno al ministerio de Hermano. Los novicios de segundo año no estaban presentes por encontrarse realizando la experiencia pastoral en las distintas misiones combonianas en México.

La fiesta se completó con una comida compartida en un ambiente de alegría y fraternidad.

Jueves 6 de octubre de 2022
El 1 de octubre, inicio del mes misionero y aniversario de Santa Teresa patrona de las misiones, comenzó también el XXI Capítulo General de las Misioneras Combonianas. Coincidiendo con el 150 aniversario de su vida, se reunieron en la “Casa Madre” de Verona 52 delegadas que representaban a algo más de un millar de hermanas combonianas presentes en Europa, África, América y Asia. [SMC].

El Capítulo, que se repite cada seis años, es un regalo precioso, ¡incluso vital! Es un tiempo de escucha intensa y acogedora para evaluar y planificar juntas: parte de la vida concreta, de los trabajos y las alegrías. Sin embargo, el Evangelio, recibido también de las intuiciones de Daniel Comboni, lo sitúa en una perspectiva que va más allá de los presupuestos a corto plazo y se convierte en “trascendencia”, en la capacidad de confiar incluso cuando la razón tiene derecho a negarlo. El tema de este capítulo es “…150 años. Transformadas por nuestro carisma. Discípulas misioneras hacia las periferias existenciales’.

Domenico Pompili, obispo de Verona desde el 1 de octubre, compartió la misa dominical con ellas, y recordó cómo la cercanía confiada a los pueblos empobrecidos y marginados, rasgo típico de la espiritualidad comboniana, puede convertirse en “martirio”, como en el caso de sor María De Coppi, asesinada en Mozambique el 6 de septiembre de 2022.

El Capítulo continúa hasta el 26 de octubre: hay muchos temas importantes en la agenda, pero hay una manera particularmente valiente de abordarlos: partir de la vulnerabilidad personal e institucional que, si se reconoce y se abraza, cura todos los miedos.

En esta perspectiva, el Capítulo se convierte en una “comunidad de discernimiento” libre y liberadora que cultiva la apertura y valora las diferencias. Un estilo de gobierno que deberíamos cultivar más, incluso en Italia.
Hermanas Misioneras Combonianas

El 9 de septiembre, fiesta de san Pedro Claver, la comunidad comboniana de Guadalajara vivió una jornada de mucha alegría y gratitud por el 75 aniversario de la profesión religiosa del hermano José Menegotto. La celebración se llevó a cabo en un clima familiar de sencillez y gratitud.

El hermano José estuvo acompañado de su sobrino y su sobrina nieta que llegaron desde Italia para acompañarlo. A la celebración se unieron también un grupo de exalumnos de la Ciudad de los Niños de La Paz, Baja California Sur, y una representación de los muchos amigos y bienhechores de la comunidad de Monterrey, en donde también prestó su servicio misionero.

La comunidad comboniana, y varias personas de la Capilla de San Daniel Comboni, se encargaron de preparar la celebración eucarística en la que participaron varios hermanos de las distintas comunidades de México. Durante la misa se recordó con gratitud lo que han sido estos 75 años de consagración misionera comboniana subrayando su fidelidad y perseverancia. Se recordó también su trabajo y dedicación, sobre todo en la Provincia de México, donde el hermano José ha sido uno de los pioneros.

Durante la misa, el hermano renovó su consagración religiosa y misionera reconociendo que su vocación ha sido una gracia vivida como don del gran amor que Dios ha tenido hacia él. Al terminar quiso que se le entregara el crucifijo que hace 75 años recibió el día de su primera consagración y que lo ha acompañado en todas las misiones que le han tocado vivir en Italia, al servicio del Instituto en Roma y sobre todo en México.

Posteriormente, todos los participantes fueron invitados a la comida, que estuvo amenizada por un mariachi tapatío, que alegró el momento y permitió que todos los ahí presentes se sintieran agradecidos por el don de la vida y de la vocación misionera comboniana del hermano José.

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