Archives 2024

Vocación y conversión

«Al irse de ahí, Jesús vio a un hombre llamado Mateo, sentado a la mesa de recaudación de impuestos. Jesús le dijo: “Sígueme”. Y Mateo se levantó y lo siguió» (Mt 9,9-13).

Por: P. Wédipo Paixão

Es tiempo de Cuaresma y dicha etapa está marcada por la constante invitación a la conversión, y convertirnos no sólo es dejar de hacer algo malo para hacer algo bueno, sino buscar cada día el modo de sentir, orar, pensar y actuar como Jesús.
Toda vocación verdadera nos lleva a una conversión verdadera, pues en el proceso de seguimiento y discernimiento nos vamos dando cuenta que es necesario «dejar» y «renunciar» para seguir a Cristo. Un claro ejemplo es la vocación de Mateo que nos dice que era cobrador de impuestos y que Jesús, al pasar por donde él estaba, lo miró y lo invitó a seguirlo. El evangelio nos cuenta que Mateo se levantó y siguió al Maestro, y que más tarde lo recibió en su casa (Mt 9,10).
Jesús pone su mirada amorosa en alguien a quien todos veían de manera indignada, miradas llenas de desaprobación y rencor. Debe haber sido una conmoción para Mateo ser mirado así, situado en donde estaba. En lo más oscuro de su labor, mientras cobraba, quizá de más; mientras ejercía su odiado oficio, alguien pasa y lo ve con una atención que lo ilumina, que no ve lo que ha sido, sino lo que puede ser; una contemplación que no lo juzga por su pasado, sino que lo rescata y le abre una puerta a la esperanza.
Aunque su consideración abarca toda la tierra, Jesús posa su mirada en cada uno como si fuera el único habitante del planeta. Su vista tiene varias características que la hacen muy especial: primero que nada hay que decir que está llena de amor. Nadie nunca ha visto con ese amor que viene de Dios desde siempre y que dura por siempre. Por otra parte, es importante destacar que Jesús pone especial atención para ver, conocer y profundizar; contemplación que penetra nuestro interior, ante la cual no cabe esconderse, pretender ser lo que no se es o tratar de engañar.
Algo no menos importante, es que la mirada de Jesús es tan profunda y amistosa que invita, comprende y es buena, y que cuando ésta se posa en alguien, ve lo mejor de esa persona y consecuentemente estimula lo mejor de ella.
En la bendición que Dios enseñó a Moisés, dice: «Que el Señor te mire con benevolencia y te conceda su paz» (Num 6,26). Sólo el Señor sabe mirar así, por eso su apreciación no se horroriza ni se endurece, ni siquiera cuando ve a este hombre que ejercía un cargo que lo hacía odioso para muchas personas.
La reacción de Mateo queda como ejemplo a seguir para todos los que deseamos ser discípulos de Jesús. Alguien podría decir: «Pero si nosotros ya somos discípulos suyos, ya lo estamos siguiendo». A lo que pudiera responderse: «El hecho de ser católicos, ir a misa, leer la Biblia, ser religiosos, etcétera, no nos permite dormirnos en nuestros laureles», y en ocasiones consideramos que «ya la hicimos» y que eso es todo lo que se espera de nosotros.
El seguimiento de Jesús es algo que hay que emprender todos los días, algo por lo que hay que optar a cada instante, cada vez que se nos plantea una situación que nos invita a seguir el propio deseo y la propia voluntad o la del Señor. Estamos llamados a reaccionar como Mateo y optar por Jesús.

Nuevo obispo coadjutor de Bangassou, RCA

El Santo Padre nombró el pasado 23 de febrero al Rev. P. Aurelio Gazzera, carmelita descalzo, obispo coadjutor de Bangassou (República Centroafricana), diócesis de la que es obispo titular el comboniano español Mons. Juan José Aguirre.

Mons. Aurelio Gazzera, O.C.D., nació el 27 de mayo de 1964 en Cuneo, Italia, y comenzó su formación en el Seminario Menor de los Carmelitas Descalzos de Arenzano en 1974. En 1979 emitió la profesión simple en la Orden de los Carmelitas Descalzos de la Provincia de Génova y luego pasó un año de formación en la Delegación Carmelita de África Central, emitiendo la profesión solemne el 11 de octubre de 1986.
Cursó estudios de filosofía y teología en la “Facoltà Teologica dell’Italia Settentrionale” – Sección de Génova y fue ordenado sacerdote el 27 de mayo de 1989.

Después de haber sido formador en el Seminario Menor de los Carmelitas Descalzos de Arenzano, comenzó su misión en África Central.

Ha ocupado los siguientes cargos: asistente en el Seminario Menor de Yole (1992-1994), director del 1er ciclo del mismo Seminario Menor (1994-2003), párroco de San Miguel de Bozoum (2003-2020), superior de la Delegación de Carmelitas Descalzos en África Central (2014-2020). Desde 2003 es responsable de Cáritas en Bouar y, desde 2020, miembro de la comunidad de Baoro, responsable de los cristianos de los pueblos de la sabana y director de la Escuela de Mecánica de Baoro.

Al ser nombrado obispo coadjutor, será él quien suceda al frente de la diócesis a Mons. Aguirre en el momento de su retirada. Su ordenación episcopal se celebrará el próximo 9 de junio.

Secuestrados seis religiosos y un profesor en Haití

La Congregación de los Hermanos del Sagrado Corazón en Haití, a través de un comunicado firmado por el hermano Agustín Nelson, Superior Provincial de la Congregación, informaron este viernes que seis religiosos y un maestro fueron secuestrados en Puerto Príncipe.

ADN-CELAM

“Un calvario que ha conmovido y entristecido profundamente a los miembros de la Congregación, a las familias de las víctimas, a los colaboradores en la misión, a la Iglesia en Haití y a la sociedad en su conjunto”, señalan.

Los retenidos que trabajaban en la misión de la Congregación en la Escuela Jean XXIII, iban de camino por el barrio Bicentenario, ubicado en una zona del centro de la capital haitiana, controlada por grupos armados.

La violencia se ensaña contra el pueblo haitiano

En el mensaje el Provincial de la Congregación, señala que, “desde hace varios años, una violencia absurda e injustificada se abate sobre el pacífico pueblo haitiano, e incluso quienes dedican su vida a la causa de los más vulnerables no se han librado de ella”.

La congregación católica a la que pertenecen los religiosos y el maestro anunció el cierre del referido colegio, las demás instituciones educativas de los Hermanos del Sagrado Corazón en todo el país proseguirán la labor educativa.

Contexto

Según reporte de las autoridades durante varias semanas se ha venido dando un enfrentamiento entre bandas rivales, paralizando así las actividades en este puerto internacional de Puerto Príncipe y provocando escasez de algunos productos.

Además, señalan que los secuestros extorsivos son el pan diario en Puerto Príncipe. Seis religiosas fueron raptadas y liberadas a fines de enero, y el 15 de febrero corrió la misma suerte un profesor universitario.

Según un reporte ofrecido a principios de febrero por el Alto Comisionado de Derechos Humanos de Naciones Unidas, Volker Türk, al menos 806 personas han sido asesinadas, heridas o secuestradas en enero pasado y unos 300 pandilleros muertos o heridos, se observa además que el comienzo de 2024 fue particularmente violento.

Construyendo la Iglesia del mañana

El misionero comboniano congoleño P. Emmanuel Denima Darama enseña filosofía en el seminario mayor de Juba. Comparte con nosotros sus diez años de docencia. “La filosofía nos ayuda a pensar y dota a nuestros alumnos de un espíritu crítico que les ayuda a liberarse del sentimentalismo”, afirma. (En la imagen, el P. Emmanuel, a la izquierda con un joven sacerdote)

Por: P. Emmanuel Denima, mccj

Mi misión es enseñar filosofía en el Seminario Mayor St. Paul en Juba, una institución que los Misioneros Combonianos ayudaron a fundar. Damos la bienvenida a seminaristas de las siete diócesis de Sudán del Sur y dos de Sudán. Los dos países forman una única conferencia episcopal y este es su único seminario. Aunque durante un tiempo el seminario se trasladó a Jartum debido a la guerra, en 2011, tras la independencia de Sudán del Sur, regresó a Juba, su ubicación original.

Me resultó difícil aceptar este puesto docente, para el que fui designado en 2014. Mi deseo era regresar a algunas de las parroquias sudanesas donde años antes había realizado un gratificante servicio pastoral. La tarea de enseñar no es tan gratificante porque requiere mucha preparación, pero poco a poco fui descubriendo la importancia de lo que hago.

La filosofía nos ayuda a pensar y dota a nuestros alumnos de un espíritu crítico que les ayuda a liberarse del sentimentalismo.

Siento que mi servicio es cien por cien misionero porque trabajo para construir la Iglesia del mañana. No vivo en el seminario sino en la comunidad de Moroyok, donde acompaño a jóvenes aspirantes a misioneros combonianos.

El seminario está ubicado a 13 kilómetros de nuestra casa y voy allí de lunes a viernes para dar las clases. Un equipo de unos ocho sacerdotes diocesanos procedentes de diferentes partes del país gestionan el instituto y el acompañamiento formativo de los seminaristas. Todos son residentes. El año escolar comienza en marzo y termina en diciembre. Este año tenemos alrededor de 150 seminaristas con tres años de filosofía y cuatro de teología.

Uno de los problemas más graves que tenemos es el bajo nivel educativo de los estudiantes y su escaso conocimiento del inglés, que es el idioma que utilizamos para enseñar.

Además, todos nuestros estudiantes han experimentado directa o indirectamente la guerra y, en ocasiones, son un poco violentos. Sin embargo, el desafío fundamental que enfrentamos es el tribalismo, que es mucho más fuerte en Sudán del Sur que, por ejemplo, en mi país, la República Democrática del Congo.

La gente se identifica mucho con su etnia y los dinka, por ejemplo, consideran a los nuer como sus enemigos y viceversa. Desde su llegada al seminario, hemos intentado ayudar a los alumnos a conocerse mejor y mejorar sus relaciones interpersonales. Aunque en los primeros años siempre forman pequeños grupos, conviviendo juntos se dan cuenta de lo falsos que son los prejuicios étnicos y empiezan a hacer amigos. Esto es algo maravilloso de ver.

Otras dificultades a las que nos enfrentamos son los cortes de energía, la mala calidad de nuestra biblioteca, especialmente la de filosofía, o la desesperadamente lenta conexión a Internet. Otro problema que genera preocupación es el elevado número de abandonos escolares en los últimos años de la escuela. Cuando los seminaristas tienen una educación sólida, en lugar de servir a la Iglesia, algunos tienden a buscar trabajo en una ONG u organización internacional que les pague bien. Gracias al apoyo de la Santa Sede y de algunas organizaciones internacionales, el seminario cuenta con buenas instalaciones y todos los estudiantes de teología tienen sus propias habitaciones.

Llevo diez años en Juba, por lo que algunos de mis antiguos alumnos son sacerdotes o diáconos que trabajan en sus diócesis. Esto me da una gran satisfacción porque veo que mis esfuerzos están dando frutos para el bien de la Iglesia.

Noticias combonianas de Sudán y Egipto: “Os pido una oración”

En cuanto a las últimas noticias de Sudán – escribe el superior provincial de los Misioneros Combonianos de Egipto y Sudán -, os pido oración, dado que la situación no mejora en absoluto. Hoy se cumplen dos semanas desde que se interrumpieron todas las comunicaciones (teléfono e Internet) en todo Sudán, a excepción de Port Sudan, donde – con dificultad – algunas líneas funcionan desde hace algunos días. El aislamiento y la imposibilidad de comunicar aumentan la preocupación por los que estamos fuera, pero también y sobre todo paralizan el mercado y los movimientos de los que todavía están en Sudán (para nosotros los combonianos, nuestros hermanos de Kosti y El Obeid).

El pasado 4 de febrero todo Sudán se quedó sin red de teléfono ni de internet. En el momento de redactar este informe, sólo algunas compañías telefónicas han reanudado parcialmente sus operaciones, y sólo en Port Sudan. Para nosotros esto significa que no hay forma de comunicarnos con nuestras dos comunidades de Kosti y El Obeid, así como con todas las demás parroquias de las dos diócesis de Sudán. La falta de red podría provocar problemas en el suministro de bienes. Seguimos orando por la paz, ya que han pasado 300 ya días desde que comenzó la guerra.

El Cairo (Egipto): Shabaab Comboni (los jóvenes de Comboni)
El pasado 25 de enero unos cincuenta jóvenes de nuestras diferentes parroquias de El Cairo se reunieron para el primer encuentro de Shabaab Comboni, “los jóvenes de Comboni”. El objetivo es acompañar a estos jóvenes en la búsqueda de la voluntad de Dios en sus vidas, dar a conocer a Comboni y su carisma, crear una conciencia misionera y vocacional. En el camino hacia este objetivo, comenzaron a preparar el primer encuentro de la juventud comboniana. El camino se estructura con encuentros quincenales, en los que se realizan catequesis bíblicas sobre el Evangelio de Marcos, testimonios de vida misionera y compartir por parte de diferentes personas y realidades. Concluirá con un campamento misionero en el verano de 2024.

Una pregunta incómoda

Por: Emmanuel Alejandro Mejía Sánchez

Soy Alejandro, tengo 31 años y soy originario de Magdalena, en el estado mexicano de Jalisco. Conozco a los Combonianos desde siempre  porque todos los meses hacen animación misionera en mi parroquia, sobre todo acompañando a las llamadas Damas Combonianas. A pesar de la avanzada edad de la mayoría de ellas, siguen apoyando y dando lo mejor de sí en favor de los combonianos y de las misiones. Mi madre no pertenecía a este grupo, pero siempre colaboró con las campañas anuales de los combonianos. Después de su fallecimiento, hace ya 21 años, mi familia ha mantenido ese compromiso.

La coordinadora de las Damas Combonianas, María de Jesús Altamiro, ha sido una persona clave en mi decisión de entrar en el instituto comboniano. En 2014 ingresé en el seminario diocesano de Guadalajara, pero salí al año siguiente. De regreso a casa, mi párroco me pidió que le ayudara unas semanas como sacristán mientras encontraba a otra persona, pero lo que iban a ser unos pocos días se convirtieron en cuatro años.

Cada vez que me veía en la parroquia, María de Jesús me hacía una pregunta que me incomodaba: «¿Te vas a pasar la vida limpiando el templo?». Un día me dijo: «El viernes próximo viene el comboniano. Si quieres, habla con él». A pesar de que le respondí que no quería saber nada de seminarios ni de esas cuestiones, hablé con el misionero, que me dio la biografía de san Daniel Comboni. La leí, me impresionó su tenacidad, y el 18 de agosto de 2018 inicié mi formación comboniana. El 13 de mayo de 2023 hice mis primeros votos y fui destinado a Granada para estudiar Teología. Llegué a España el pasado 5 de octubre, cuando ya había comenzado el curso en la Facultad de Teología de Granada, así que solo pude deshacer las maletas y comencé las clases. La primera semana conocí mi lugar de apostolado en la Asociación Calor y Café, donde se ayuda a personas migrantes en situación irregular.

Después de todo el camino recorrido, mezcla de penas y alegrías, desvelos y madrugadas, lágrimas y sonrisas, puedo decir que la vida misionera vale la pena. Me gustaría decirles a los jóvenes que se animen a conocer las «rarezas» de la vocación. La vida religiosa es similar a cuando te gusta una chica o un chico: comienzas con un coqueteo, después llega el noviazgo y vas conociendo a la otra persona hasta tomar una decisión. Por eso animaría a los jóvenes a coquetear con la vida religiosa para conocerla. No se pierde nada, y quizás puedes ganar una gran amiga. Como decimos en México, «el que invita paga». Y si Dios invita, Él pondrá los medios. Será un gusto verte un día por nuestra casa y darte la bienvenida a la gran Familia Comboniana.