Jornada de vigilia y luto nacional. Teuchitlan, ¡Nunca más!
Este fin de semana están teniendo lugar en distintas ciudades de la República Mexicana actos de oración, de vigilia y de apoyo a tantas familias que han perdido a sus hijos. El reciente descubrimiento de un campo de entrenamiento y de exterminio del crimen organizado el Teuchitlán, Jalisco, en el que se han encontrado evidencias de exterminio de personas, nos ha conmocionado a todos.
Ayer sábado, 15 de marzo, hubo un acto en el Zócalo de la Ciudad de México en el que se leyó un manifiesto, se escuchó a las familias de los desaparecidos y se rezó por ellos. En el suelo y frente al Palacio presidencial, se dibujó un gran croquis reproduciendo lo que era el rancho Izaguirre, en el municipio de Teuchitlán: Zona de confinamiento, estancia, baños, cocina, fosas… En cada zona se pusieron zapatos y veladoras, recordando a tantos jóvenes que allí fueron confinados, maltratados, asesinados y cremados, recordando el horror de Auschwitz.

Cientos de personas de todos los colores políticos y de diferentes creencias religiosas nos unimos al dolor de tantas madres buscadoras, de padres desesperados porque no saben nada de sus hijos, hermanos, hermanas, familiares y amigos de miles de jóvenes que el crimen organizado ha secuestrado, torturado y exterminado de la manera más cruel.

Antes del acto, a las 15h., se celebró en la Catedral Metropolitana una misa presidida por Mons. Javier Acero, obispo auxiliar de la Arquidiócesis de México, en la que se rezó por todos los desaparecidos y por sus familiares. Mons. Acero habló claro y fuerte, condenando actos que recuerdan la etapa más triste en la historia de la humanidad. Pidió perdón si en algún momento las familias de los desaparecidos no encontraron en sus pastores el apoyo, la empatía o la escucha que necesitaban e instó al gobierno de México a no ignorar lo que ya es una evidencia.

Hoy domingo continuarán los actos en diferentes partes del país. Ojalá que hechos como éste no se repitan nunca más. Ojalá que las autoridades, a todos los niveles, hagan lo necesario para que esto no vuelva a suceder. Ojalá que no se ignore más la realidad de los desaparecidos en México. Ojalá que en este tiempo de Cuaresma, los corazones de los responsables se ablanden y tomen conciencia de lo que están haciendo con nuestros jóvenes, que son el futuro de este país.
Teuchitlán, ¡Nunca más!
P. Ismael Piñón, mccj