“Dios escuchó nuestras oraciones”. Nueva Diócesis de Bentiu, en Sudán del Sur

“Estamos alegres porque Dios escuchó nuestras oraciones y nos bendijo con una nueva diócesis y un obispo nuevo”. La alegría y acción de gracias caracterizaron la creación de la nueva Diócesis de Bentiu y la instalación de su primer obispo, monseñor Christian Carlassare, que es un misionero comboniano.

P. Fernando González GatKuoth
Desde Bentiu, Sudán del Sur

La fiesta comenzó el jueves 8 de agosto cuando monseñor Carlassare llegó al aeropuerto de Rubkona (cercano a Bentiu). Fue recibido por una delegación compuesta por representantes de la Iglesia y del gobierno del Unity State. El prelado llegó acompañado por el obispo de Malakal monseñor Stephen Nyodho Ador Majwak, el P. John Malou Beny, vicario general de la Diócesis de Rumbek, el padre Fernando González Galarza, secretario general de la misión de los misioneros combonianos del Corazón de Jesús, que representó al Superior General, el P. Tesfaye Tadesse Gebresilasie, y una docena de sacerdotes de la nueva Diócesis de Bentiu, de la Diócesis de la Malakal y de la Diócesis de Rumbek. La ceremonia de bienvenida en el aeropuerto fue breve y muy festiva: cantos, danzas, saludos, regalos y símbolos de bienvenida.

La caravana comenzó su peregrinación hacia Bentiu. En primer lugar, se dirigió a la misión de Yoynyang, fundada en 1925 por los misioneros combonianos y dedicada a Nuestra Señora del Rosario. Es la primera misión en la historia de la nueva Diócesis de Bentiu. Monseñor Stephen Nyodho explicó a la multitud que el objetivo de su visita era la inauguración de la nueva Diócesis de Bentiu creada por su santidad el Papa Francisco y para acompañar a monseñor Christian Carlassare en su nueva misión como primer obispo de la diócesis naciente e invitó a todos a recibir con alegría su nuevo pastor y a trabajar junto con él. A su vez monseñor Carlassare se dirigió a la multitud y manifestó su disponibilidad y alegría en llevar adelante esta nueva misión que el Papa Francisco le encomendó e invitó a todos a formar una sola familia en la Iglesia, en comunión Cristo. La multitud acompañó las palabras de ambos obispos con aplausos, cantos, gritos de júbilo y danzas.

El camino rumbo a Bentiu continuó con una multitud que era cada vez mayor ya que en las calles se unía más gente a la marcha. Todos vestían los uniformes coloridos representativos de sus parroquias y grupos parroquiales (Legión de María, coros, etc.) y portaban su bandera o estandarte que los representaba. Finalmente, entre cantos y danzas, la comitiva y la multitud que los acompañaba llegaron a la parroquia de Bentiu, dedicada a san Martín de Porres. Varios coros y grupos parroquiales ya los esperaban.

El obispo Stephen Nyodho informó que acompañaba al obispo Christian Carlassare para la inauguración de la nueva Diócesis de Bentiu, entregarle su nueva oficina y presentarlo al pueblo de Dios como su nuevo pastor. El obispo Christian dijo que promoverá la paz y la unidad en toda la diócesis. También agradeció la afectuosa recepción en la que participaron miles de personas. El vicegobernador James Tor Tungwar dio la bienvenida al nuevo obispo: “Nosotros, el gobierno del Unity State, le damos la bienvenida y esperamos un periodo de paz y unidad”. La bienvenida terminó y fue animada por cantos de diversos coros y gritos de júbilo de las mujeres.

El 10 de agosto, por la tarde, víspera de la gran celebración, llovió alrededor de tres horas. La gente interpretó esta tormenta como signo de que Dios bendecía al pueblo católico del Unity State con una nueva diócesis y un nuevo obispo, confirmando así, que había escuchado sus oraciones y que a través de la nueva diócesis seguirá derramando bendiciones abundantes sobre ellos. Además, el Unity State está también estrenando un gobernador nuevo, que es católico. En la cultura del pueblo nuer la lluvia es siempre una bendición, aunque en ocasiones causa desastres.

El día tan esperado llegó: el 11 de agosto de 2024, marcó no sólo la historia de la Iglesia en Sudán del Sur, sino también la historia del país, porque el nacimiento de una nueva diócesis tiene repercusiones positivas más allá del pueblo católico, más allá de la Iglesia. La celebración eucarística se realizó en el terreno que el gobierno del Unity State regaló a la diócesis para que ahí se construya la catedral, la casa del obispo y otros edificios necesarios para el buen funcionamiento de la naciente diócesis.

Antes de iniciar la celebración eucarística se leyeron y mostraron al pueblo de Dios las bulas papales de la creación de la Diócesis de Bentiu y el nombramiento de monseñor Christian Carlassare como primer obispo. Él, también, hizo la Profesión de Fe y el Juramento de Fidelidad a la Iglesia. Presidió la celebración eucarística como obispo titular de la nueva diócesis. Participaron varios lideres de la Iglesia de Sudán del Sur, entre ellos: su eminencia Stephen Cardenal Martin Ameyu, arzobispo de Juba y el obispo de Malakal, Mons. Stephen Nyodho Ador Majwak, junto con otros obispos. Participaron también prominentes miembros del gobierno del país y del Unity State, entre ellos: la ministra de Asuntos Internos: Angelina Teny, que es católica, y el gobernador del Unity State: Justice Riek Bim.

En su homilía, monseñor Carlassare exhortó a todos los fieles católicos a trabajar en comunión con él para construir juntos esta nueva diócesis y ser una sola familia en Cristo Jesús. A su vez, el cardenal Stephen Martin Ameyu reconoció la fortaleza en la fe, la resiliencia del pueblo católico al enfrentar grandes retos y conflictos, y su perseverancia en la oración que se han visto coronados con esta nueva diócesis. Por su parte, monseñor Stephen Nyodho Ador Majwak señaló que la creación de una nueva diócesis no es una división, por el contrario, fortalece la presencia y el servicio de la Iglesia al pueblo de Dios. Tanto la ministra de asuntos internos Angelina Teny y el gobernador del Unity State prometieron la colaboración del gobierno nacional y estatal en el crecimiento y desarrollo de la Diócesis de Bentiu. La ceremonia que duró tres horas estuvo animada por diversos coros, grupos de danza litúrgica y equipos de liturgia de varias parroquias.

Por la tarde, monseñor Carlassare convivió con fieles de las diversas parroquias de la Diócesis de Bentiu y representantes de algunas parroquias de las diócesis vecinas de MalaKal y Rumbek. El obispo recibió una gran variedad de regalos: grandes toros, borregos, cabras, ropas, collares de chaquira y tantas otras cosas más según la creatividad de cada comunidad cristiana. Cada delegación presentó su regalo entonando un canto y realizando una danza. Fue el primer encuentro informal entre el nuevo pastor y su rebaño. Un momento marcado por la familiaridad, la cercanía, la alegría, la fe, la generosidad y la esperanza de que Dios está creando cosas nuevas y que Dios seguirá derramando bendiciones abundantes sobres su pueblo amado a través de la Diócesis de Bentiu y de su primer pastor el obispo Christian Carlassare.

Las celebraciones por la nueva diócesis y nuevo obispo terminaron el 12 de agosto cuando monseñor Carlassare celebró una Misa de acción de gracias a Dios. También agradeció a quienes colaboraron en la organización y realización de todos los eventos realizados. Las autoridades eclesiásticas ya habían regresado a Juba, la capital del Sudán del Sur. El nuevo obispo estuvo acompañado por su clero, representantes de los diferentes ministerios de las diversas parroquias, algunos sacerdotes de las diócesis de Malakal y Rumbek, el vicario general de la diócesis de Rumbek P. John Malou Beny y el P. Fernando González Galarza, representante de los misioneros combonianos. Participaron también por parte del gobierno: la ministra de Asuntos Internos, Angelina Teny, y el gobernador del Unity State, Justice Riek Bim. En su mensaje, el gobernador dijo que trabajará junto con el obispo por la paz, la reconciliación y la unidad dentro de la diócesis, pero también con las diócesis y estados vecinos. El P. Fernando leyó el mensaje que el P. Tesfaye Tadesse Gebresilasie, Superior General de los misioneros combonianos, envió a monseñor Carlassare, en el cual lo felicitaba por su nombramiento y le manifestó que el Consejo General y los misioneros combonianos lo tendrán siempre presentes en sus oraciones y que colaborarán con él. La celebración litúrgica fue animada por los coros y grupos de danza litúrgica de la parroquia de San José Obrero, de la cual el padre Fernando fue párroco durante 14 años.

Todo lo vivido en estos días se puede resumir en cuatro palabras: Agradecimiento, Fe, Alegría y Esperanza. 

Agradecimiento: Todas las celebraciones fueron de agradecimiento a Dios por los dos grandes regalos que dio a su pueblo amado: una nueva diócesis y un nuevo obispo, a través de los cuales seguirá bendiciendo esta porción de su amado rebaño. 

Fe: Todos en la Diócesis de Bentiu creen firmemente que Dios escuchó sus oraciones, vio su situación, escuchó sus lamentos y, como en el pasado mandó a Moisés a liberar a su pueblo, a este pueblo que clamó a él, le da una diócesis y un pastor que los guíe por los senderos de la vida. 

Alegría: Todas las celebraciones litúrgicas y no litúrgicas se celebraron en un ambiente festivo al ritmo de los tambores, los cantos, las danzas, los gritos de júbilo. La mejor manera que el pueblo católico de la diócesis tiene para expresar su gratitud a Dios y su alegría por los dones recibidos es cantar, bailar, alabar y gritar de gozo por lo maravilloso que Dios ha estado con ellos. 

Esperanza: Todo nuevo inicio es un motivo de esperanza. Si todo se inicia con confianza en Dios, agradecimiento por los dones recibidos y la decisión de trabajar juntos por el bien común, el futuro no sólo se ve prometedor, más bien se confía que estará lleno de las bendiciones de Dios y, además, la labor evangelizadora del obispo, sus agentes pastorales y los fieles católico producirá muchos frutos de vida.

la Iglesia latinoamericana crea la Reclac: Red Eclesial de Comunicadores de Latinoamérica y el Caribe

Adn-CELAM

La Iglesia católica de América Latina y Caribe anunció este 31 de julio la creación de la Red Eclesial Comunicadores de Latinoamérica y el Caribe (Reclac), un organismo que buscará integrar un trabajo articulado entre el Celam, las Conferencias Episcopales y otros organismos eclesiales del continente en materia de comunicaciones.

Se trata de un sueño que se fue materializando durante el desarrollo del encuentro latinoamericano y caribeño, realizado en Bogotá del 29 al 31 de julio en la sede del Consejo Episcopal Latinoamericano y Caribeño (Celam), al que asistieron 45 participantes en representación de 16 Conferencias Episcopales y 10 organizaciones eclesiales.

Reunidos durante tres días y luego de trabajos de reflexión, discernimiento, intercambio de experiencias significativas y debates, los participantes reconocieron que con la coordinación de esfuerzos es posible aportar a la construcción de una mejor sociedad, con audacia profética y desde las experiencias, saberes y experticias de cada uno, mediante el trabajo colaborativo en red.

Fomentar el trabajo en red

Con relación a la creación de la Red, Oscar Elizalde, director del Centro de Comunicaciones del Celam, agradeció la disposición y el trabajo realizado durante los días de encuentro, animando a sus miembros a “apostar con decisión por este naciente proyecto que nos ofrece nuevas oportunidades de incidencia comunicativa, a partir de sinergias en perspectiva sinodal, y desde una actitud de servicio y entrega a la Iglesia, atendiendo al llamado del Papa Francisco a ser un Iglesia en comunión, participación y misión”.

Llamado que, dijo, “pasa por la conciencia de la necesidad de articular la acción pastoral de las comunicaciones, fomentando el trabajo en red”, de tal forma que se enriquezca y se proyecte con las distintas iniciativas, surgidas en las realidades de cada país. «Se trata de valorar toda la riqueza que tenemos, pero de manera articulada, y no como islas».

Por su parte, monseñor Daniel Francisco Blanco, obispo auxiliar de San José de Costa Rica y coordinador del Consejo del Centro del Celam, fue el encargado de dar la bendición a esta red católica, haciendo énfasis en el importante papel que este proyecto cumplirá para la misión evangelizadora de la Iglesia. Afirmó, igualmente, que «será una voz de esperanza para la dura realidad que viven muchos países de América Latina y el Caribe».

Núcleos temáticos

Con el propósito de seguir avanzando en la reflexión de la red Reclac, sus integrantes identificaron seis núcleos que serán los que marquen la ruta de trabajo a seguir. Son ellos: Comunicación y formación permanente; comunicación territorial, crisis comunicativas; comunicación estratégica e incidencia; pastoral de la comunicación; y financiación y apoyo a la comunicación.

De esta forma, la Iglesia se adapta a los nuevos cambios que exige el mundo de lo digital, compartiendo y dialogando sobre temas de fe, vida y sociedad. A la red se podrán ir integrando nuevos miembros de las Conferencias Episcopales y organizaciones de Iglesia afines con la misión de la Iglesia.

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Pastoral Afro presenta la Red de Lideresas Afrodescendientes Católicas de las Américas (LACAM)

Texto y fotos: ADN-CELAM

Un espacio para el diálogo intercultural e intergeneracional, que promueve el feminismo afrodescendiente católico. Así se define la red de Lideresas Afrodescendientes Católicas de las Américas (LACAM). Una iniciativa que vio la luz este 25 de julio, Día Internacional de la Mujer Afrolatina, Afrocaribeña y de la Diáspora, una fecha de gran valor histórico para el mundo Afro.

La red de LACAM busca responder a las realidades y desafíos actuales a partir del «reconocimiento de nuestros aportes como transmisoras de cultura, fe, tradiciones, saberes ancestrales valores, cuidado de la casa común, nuestras espiritualidades y capacidad de resistencia y resiliencia en la toma de decisiones sobre nuestras vidas, las comunidades y en la defensa de nuestros derechos», afirman sus integrantes.

Transformar realidades de exclusión

Un trabajo que estará animado por la sinodalidad y la comunión, por lo que funcionará con un acompañamiento de la Comisión Animadora del Eje Mujeres en la Iglesia y la Sociedad del Consejo Episcopal Latinoamericano y Caribeño (CELAM) y la Confederación Latinoamericana de Religiosas y Religiosos (CLAR), además de representantes de cada una de las regiones del continente. Entre ellas aparecen por la región del Cono Sur Vera López de Brasil y Támara Barbará de Argentina. En el caso de la región andina estará Virginia Zegarra de Perú y Nieves Méndez de Ecuador; mientras que la región de Centro América y México estará representada por Eunice Meneses de Panamá y Jessica Clarence de Nicaragua.

«Nuestra naturaleza es ser cuidadoras y cultivadoras de la ternura de la creación; tejedoras de relaciones, afectos, sueños y proyectos, no solo para nosotras, sino para todas y todos los que están a nuestro al rededor, especialmente los que están sufriendo y anhelando mejores días», aseguran las integrantes de esta red que nace como fruto del reciente encuentro virtual de Mujeres Afrodescendientes Católicas que se realizó del 17 al 19 de julio y en el que participaron 85 mujeres de 11 países del continente.

Apuesta que mostró el anhelo de las mujeres afrodescendientes del continente de organizarse en un espacio de articulación y unidad para reflexionar sobre la identidad étnica y cultural que las caracteriza. «Empoderarnos, auto reconocernos y asumir nuestro protagonismo y participación en la transformación de la realidad de exclusión y discriminación, aportando todas nuestras capacidades para la transformación de la Iglesia y la sociedad», se lee en el documento que anuncia la creación de esta red.

Tejiendo relaciones

Así la red de “Lideresas Afrodescendientes Católicas de las Américas” (LACAM), nace al interior de la Pastoral Afroamericana y Caribeña y  durante el encuentro virtual que sirvió de preámbulo a su creación, se propuso entre otras cosas, reflexionar sobre aspectos que incluyen la situación de la mujer afrodescendiente en sus diversas identidades, es decir, católicas, consagradas y lideresas; además de sus roles en la Iglesia y la sociedad para lograr la construcción de un «espacio permanente de encuentro, diálogo y articulación para mujeres afroamericanas, caribeñas y afrodescendientes católicas».

La constitución de esta red abre un horizonte de trabajo y organización para las mujeres afrodescendientes católicas que desde el IX Encuentro de Pastoral Afroamericana y Caribeña (EPA) efectuado en Perú hacia el año 2003, venían planteándose su compromiso frente a la creación de una red, que en su momento se conoció como Afroamericanas Católicas en Integración (MACI). En esta oportunidad este encuentro se ocupó de analizar como tema principal el rol y la participación de la mujer negra en el desarrollo y construcción de las Américas, lo que puede entenderse como esos primeros pasos hacia la constitución de la red que ahora inicia su misión.

Un itinerario que demuestra el empeño de los Encuentros de Pastoral Afroamericana (EPAs) en los que las mujeres afrodescendientes siempre se han caracterizado por su presencia «en la misión de rescatar, valorar y evangelizar a nuestros pueblos afrodescendientes, desde su cosmovisión y espiritualidades». Tarea que ahora le corresponderá a la red de “Lideresas Afrodescendientes Católicas de las Américas” (LACAM).

Fallece el primer comboniano portugués

El Hermano Antonio Martins da Costa, primer misionero comboniano portugués, falleció hoy, 29 de julio, a la edad de 96 años, en la comunidad de Viseu (Portugal).
Los funerales tendrán lugar mañana, 30 de julio. A las 10h su cuerpo será velado en la capilla del Seminario Misionero de Viseu y a las 11h se celebrará la Eucaristía. El funeral tendrá lugar a las 15h en Cepões, su ciudad natal, donde será enterrado.
El Hermano Antonio nació en Cepões el 3 de enero de 1928. Conoció a los Misioneros Combonianos después de terminar el servicio militar, cuando, en 1950, el sacerdote italiano Angelo La Salandra pasó por su ciudad natal. Dos años después, inició su camino misionero en la congregación comboniana.
Hizo el noviciado en Italia y, dos años más tarde, emitió los votos temporales de castidad, pobreza y obediencia, ofreciendo su vida a Dios para el servicio misionero, según el carisma de San Daniel Comboni. El 9 de septiembre de 1960, emitió los votos perpetuos en Famalicão.
El Hermano Antonio Martins realizó su servicio misionero en Portugal (especialmente muchos años en Santarém), Mozambique (doce años) y Brasil (veintiún años). En los últimos años estuvo en la comunidad de Viseu.
Vivió su vocación de hermano misionero con serenidad y alegría, recordando a todos que la vida misionera merece ser vivida y es un compromiso para toda la vida.
Damos gracias al Señor por su larga vida misionera y pedimos al Señor que lo acoja en su gloria.

Combonianos Portugal

Sacerdotes de América Latina, certificados como formadores de seminarios mayores

Adn CELAM

La Organización de Seminarios Latinoamericanos (Oslam), en colaboración con el Consejo Episcopal Latinoamericano y Caribeño (Celam), realizó la versión 45 del Curso latinoamericano para formadores en Toluca (México) del 1 al 19 de julio de 2024.

Fueron 33 participantes,entre los que se encuentra un diácono, que durante tres semanas han compartido “la alegría del testimonio sacerdotal”, guiados por expertos en pedagogía, psicología e itinerarios formativos.

Además profundizaron en la reflexión teológica y pastoral sobre la formación sacerdotal en los seminarios y se promovió el intercambio de experiencias y buenas prácticas entre los formadores de distintas regiones.

Los presbíteros, provenientes de Colombia, Paraguay, Bolivia, Chile, Guatemala, República Dominicana, Venezuela, Panamá y Honduras, se encontraron con otros colegas mexicanos provenientes de Chiapas, Tlaxcala, Guadalajara, Zacatecas, Xochimilco, San Luis Potosí.

Enriquecer la formación

Monseñor Lizardo Estrada, secretario general del Celam, agradeció al Oslam este esfuerzo que busca “enriquecer la formación en seminarios” de América Latina, en especial, de los más jóvenes.

Destacó que durante este proceso de formación se han brindado herramientas, que “les permitirán reforzar sus habilidades y competencias en la enseñanza de la sinodalidad”.

Está seguro de que esta experiencia y conocimientos “serán de mucho valor para su desarrollo y el de los seminaristas a quienes guían. Que Dios los bendiga en este camino de aprendizaje y les otorgue la gracia de fructificar lo aprendido en abundancia”.

Equipo docente

El equipo de docentes de esta nueva cohorte estuvo integrado por la magister Elisa Patricia Chávez Rosas, de la Ciudad de México, quien proporcionó herramientas pedagógicas para favorecer los ciclos de aprendizaje en los jóvenes, como dinámicas de relajación, gimnasia cerebral, didáctica, así como recomendaciones para ayudar a crear confianza en todos los ambientes de la formación.

Mientras que el sacerdote y licenciado Juan Pablo Dredemie, de la Ciudad de Mendoza (Argentina), abordó la teoría en el campo del acompañamiento del discernimiento y comprensión de la persona con la ayuda de la psicología, como la integralidad de la persona y elementos para la entrevista personal.

Rubén Barrón Porcayo, sacerdote mexicano y licenciado, facilitó los medios para implementar y continuar los itinerarios formativos en los seminarios, aplicando la pedagogía y psicología para el desarrollo de la identidad personal y sacerdotal.

Riqueza latinoamericana

Desde el Oslam han señalado que los estudiantes reflexionaron sobre cuál es el camino concreto que “debe recorrer un seminarista en su formación como discípulo hasta configurarse desde lo existencial hasta lo sacramental con Cristo Jesús Buen Pastor”.

Toda vez que han agradecido a cada uno por “la alegría con la que han compartido sus experiencias en el camino del sacerdocio ministerial, con su participación activa y entusiasta en clave sinodal”.

Destacaron que los sacerdotes – ahora formadores certificados – han expresado “la riqueza de nuestra Iglesia Católica en sus regiones latinoamericanas y caribeñas”.

“Que la experiencia y el conocimiento adquirido sea luz para sus equipos de trabajo y seminaristas; que el Espíritu Santo les otorgue la gracia de fructificar lo aprendido en abundancia”, añadieron.