El grito del pueblo haitiano

Por: Isabelle Mamadou (MND)
Fotografía: Misión de Estabilización de las Naciones Unidas en Haití (MINUSTAH). Puerto Príncipe, abril 2009.

En 1804, una revuelta antiesclavista liderada por el general Toussaint Louverture convirtió a la colonia francesa de Santo Domingo –hoy Haití– en la primera nación independiente de ­América Latina y el Caribe. Con la independencia, Haití contrajo una deuda con bancos franceses para indemnizar a los colonos por la pérdida de mano de obra esclavizada. A cambio, Francia reconocía su existencia como nación independiente. Por esta razón y durante más de 100 años, el país no pudo invertir en su desarrollo económico, sino que destinó la mayor parte del gasto público al abono de la deuda.

Además de verse obligada a pagar por su libertad, Haití se ha visto afectada por otros sucesos que han contribuido a su empobrecimiento. En 2010, por ejemplo, sufrió un devastador terremoto en el que murieron más de 250.000 personas, alrededor de 350.000 resultaron heridas y casi 1,5 millones se quedaron sin hogar. 13 años después, el país todavía lucha por recuperarse de aquella tragedia, pero también de otras que le siguieron como los brotes de cólera, los altos niveles de inseguridad alimentaria y el asesinato del presidente Jovenel Moïse.

Con la muerte de Moïse, tiroteado en su residencia en 2021, la crisis política, económica y social que vive Haití se ha agudizado y la violencia ejercida por las bandas armadas ha derivado en miles de homicidios y secuestros. Asimismo, cerca de 200.000 personas se han visto obligadas a huir de sus hogares, según datos de la agencia de Naciones Unidas para las migraciones.

En este contexto de crisis, el Consejo de Seguridad de la ONU aprobó el despliegue de una misión internacional liderada por Kenia, que enviará próximamente a 1.000 agentes de policía al país para derrotar a las pandillas. Sin embargo, los graves problemas que las intervenciones militares causaron en el pasado han minado la credibilidad de las tropas de la ONU entre el pueblo haitiano.

Según Philip Alston, antiguo Relator Especial de Naciones Unidas, los cascos azules fueron acusados de cometer agresiones sexuales y provocaron, después del terremoto de 2010, un brote de cólera que mató a más de 9.000 haitianos. Por otra parte, los agentes de policía de Kenia también han sido criticados por perpetrar numerosos abusos en el ejercicio de sus funciones. De hecho, Amnistía Internacional ha documentado la muerte de 30 personas a manos de la Policía keniana en 2023.

Por ello, y con el fin de realizar consultas sobre las posibles soluciones a los problemas estructurales del país, la Fundación Frantz ­Fanon y la Coalición Internacional de Personas Afrodescendientes, una red compuesta por activistas de varios continentes, viajaron recientemente a Haití. Tras reunirse con decenas de organizaciones de derechos humanos, compartieron un manifiesto en el que más de 100 asociaciones haitianas mostraban su rechazo a la intervención extranjera.

Con este manifiesto queda claro que el pueblo haitiano quiere redefinir su futuro sin la injerencia de la comunidad internacional. No podemos olvidar que la situación de Haití es el resultado de siglos de violento colonialismo, una deuda externa ilegítima, décadas de intervenciones extranjeras fallidas y episodios continuos de corrupción política. Aun así, el país tiene los recursos para ser autosuficiente y la ciudadanía está dispuesta a liderar el cambio.

Si queremos avanzar hacia sociedades decoloniales, la solución a la crisis haitiana debe ser implementada por sus propios ciudadanos. De lo contrario, su soberanía seguirá siendo controlada por las mismas potencias externas que la despojaron económicamente y la situaron entre los países más pobres del mundo.

Beatificado el cardenal Pironio

La misa de beatificación tuvo lugar el sábado pasado, 16 de diciembre, a las 11 horas (en Argentina), en el santuario de Nuestra Señora de Luján, patrona de Argentina, donde está sepultado el nuevo beato. Presidida por el cardenal Fernando Vérgez Alzaga, delegado del Papa Francisco, durante 23 años secretario personal del cardenal argentino, en sus años de servicio en la Curia Romana, donde concretó la intuición de la JMJ de San Juan Pablo II. Será celebrado litúrgicamente 4 de febrero.

Crédito: Vatican News 

El cardenal Eduardo Francisco Pironio “sabía afrontar las pruebas y las dificultades con serenidad, con una sonrisa en la cara” y la alegría en el sufrimiento “es una característica de los santos”. Para él, como para San Agustín, “la humildad era la patria de la caridad”, pero no “una humildad áspera, ostentosa y exasperada, sino amorosa y alegre”. Así recuerda el cardenal español Fernando Vérgez Alzaga, delegado del Papa Francisco, algunos de los principales rasgos del pastor argentino del que fue secretario personal durante 23 años, desde su llegada a Roma en 1975 hasta su muerte en 1998, en su homilía de la misa de beatificación en el santuario mariano de Nuestra Señora de Luján, en Argentina, donde está enterrado el nuevo beato.

Una profunda humildad que abrió un panorama de santidad 

“¡Magnificat!” es la palabra mariana que, para el actual Presidente del Governatorato del Estado de la Ciudad del Vaticano, resume la vida del Cardenal Pironio, bautizado en el santuario de Luján en 1920, ordenado sacerdote (en diciembre de 1943) y finalmente obispo, el 31 de mayo de 1964. Y es la palabra que repite constantemente en su testamento espiritual. El cardenal Vérgez Alzaga, al agradecer al Papa que haya querido que la beatificación del cardenal argentino se celebre precisamente “a los pies de Nuestra Señora de Luján, corazón de la Argentina”, relee lo que el entonces cardenal Bergoglio, en 2008, escribió sobre Pironio: “Te abrió un panorama de santidad desde su profunda humildad. Te abrió horizontes, experimentaste que nunca cerró la puerta a nadie. Demostró una gran paciencia. En esto reflejaba el amor de Dios por nosotros”.

Defensor incansable de la causa de los hermanos pobres 

El beato cardenal Pironio, un milagro de la Virgen de Luján

En la Carta Apostólica para la beatificación, además, Francisco describe al nuevo beato, recuerda Vérgez, como “un humilde Pastor según el espíritu del Concilio Vaticano II, testigo de esperanza y paciencia evangélica, defensor incansable de la causa de sus hermanos más pobres”. A continuación, el cardenal español resumió la trayectoria humana del cardenal Pironio, desde que ejercía como párroco en el seminario de la diócesis de Mercedes (hoy archidiócesis de Mercedes-Luján), como profesor de literatura, dogmática, cristología, teología sacramental, teología fundamental y filosofía, y ya indisolublemente unido a María, Nuestra Señora de Luján, “venerada aquí por los fieles de toda la Argentina”.

El Padre, la Cruz y María

A continuación, relee la conmovedora oración improvisada por el nuevo Beato el domingo 28 de septiembre de 1975, antes de partir hacia Roma para asumir sus nuevas funciones de pro-prefecto de la Congregación para los Institutos de Vida Consagrada y las Sociedades de Vida Apostólica, llamado por san Pablo VI. Una oración de obediencia al Padre, aunque le costara sacrificios y renuncias. “Señor, quiero poner en tu corazón mi propia aniquilación”, fue la invocación, “mi propia cruz, lo que me cuesta dejar, lo que me cuesta hacer tu voluntad”. Y Pironio agradeció al Señor que le hiciera sentir tres cosas muy claras: “Que Dios es mi Padre y me ama; que es necesario vivir la fecundidad de la Cruz para ser semilla; y que María, Nuestra Madre, está siempre a mi lado”. El Padre, la Cruz y María.

“No puedo hacer nada. Pero me entrego como María”

El día del inicio de su ministerio en Roma, junto a San Pablo VI, el 9 de diciembre de 1975, el cardenal argentino escribió en su diario: “¡El Papa me ha llamado a trabajar a su lado! No sé nada, no puedo hacer nada. Pero me entrego como María: ‘Sí, soy la esclava del Señor: hágase en mí según tu Palabra'”. Y luego: “¡Cuánto me ha costado dejar la diócesis y el CELAM, la familia y la patria, los amigos y los parientes! Ahora estoy solo en el camino: pero el Señor está conmigo. Qué confianza!”.

Paz interior y amistad con Dios

En su homilía, el cardenal Fernando Vérgez Alzaga subrayó que el inmenso amor de Pironio por Cristo “se transformó en amor por sus hermanos y hermanas, para que también ellos pudieran experimentar las riquezas del Corazón divino”. Por eso “se hizo todo para todos, para velar por ellos en la causa de Cristo”. Como “su secretario personal en Roma durante muchos años”, recuerda el delegado pontificio, “experimenté verdaderamente su paz interior, su profunda amistad con Dios y su espíritu de santidad. Es algo que experimentaron todos los que le conocieron”. Vivía con heroísmo, prosigue, las virtudes de la fe, la esperanza y la caridad, pero las interpretaba “a la luz de las bienaventuranzas, la mansedumbre, la misericordia y la pureza de corazón”.

JMJ: misioneros del Señor en el corazón de la sociedad

La última parte de la homilía está dedicada a sus años como presidente del Consejo Pontificio para los Laicos, de 1984 a 1996: un servicio que el cardenal Pironio desarrolló “en torno a tres prioridades: formación, comunión y participación, en profunda sintonía con san Juan Pablo II”. Su actividad pastoral y apostólica, recuerda Vérgez Alzaga, “se manifestó sobre todo en la organización y promoción del laicado, especialmente de los jóvenes y de las Jornadas Mundiales de la Juventud”. En enero de 1995, durante la X JMJ de Manila (Filipinas), Pironio escribió: “Hoy se trata de volver a elegir al Señor y comprometerse a servirle: como misioneros, en el corazón de la sociedad”.

Recordando al Hno. José Menegotto

Muchas son las comunicaciones y mensajes que nos llegan tras la triste noticia del fallecimiento del Hno. José Menegotto. Compartimos algunas de ellas.

Estimado P. Rafael Güitrón y Misioneros Combonianos.

Nuestro más sentido pésame por el fallecimiento del Hno. José Menegotto.
Vayan estas líneas muy sentidas que nos permitimos redactar para todos ustedes al recordar la fineza del Hno. José, al cual tuvimos el alto honor de conocerlo y tratarlo desde hace más de 50 años.
Después de muchos momentos de haber convivido con él, entendemos y somos testigos de su generosidad como persona y calidad humana, distintivo que ponía en muy alto grado como ejemplo fiel del carisma, sencillez y dedicación de un Misionero Comboniano.
Lamentamos profundamente y no bastan estas palabras para expresar el sentirnos sumamente afectados por la partida de un gran Misionero que dejó huella con su presencia en estas tierras mexicanas.
Supimos de primera mano el haberle escuchado su relato de cómo llegó a México con aquellos primeros grupos de Misioneros que arribaron a la Baja California, en un trayecto por barco cruzando el Atlántico para llegar a la costa este de Estados Unidos, después un viaje en tren que los llevaría a California y por último un cruce fronterizo en coche y por caminos sinuosos para bajar a la península y abrir aquellas Misiones que los Combonianos iniciaron y que le brindaron años de trabajo para acompañar a las comunidades residentes y que por la disposición geográfica de las mismas las hacía poco accesibles para llegar a ellas.
Entendemos muy bien la valía del Hno. José al ser en su momento integrante del Consejo General de la Congregación y el haber tenido la alta responsabilidad y estar en la toma de decisiones de gran calado al tratar temas que repercutirían en tantos Misioneros.
No nos pasa desapercibido el reconocerlo durante tantos años que vivió en Nuevo León y que como en alguna ocasión en una plática amena de amigos nos comentó que ya se sentía Norteño, lo ubicamos siempre estructurado y por muchos años al frente de la economía de la casa donde vivió, atento e interesado por las recomendaciones que beneficiaran a la Congregación y dando testimonio cuando hace más de 30 años se constituyeron como Asociación Religiosa.
Damos fe por la amistad que nos unió al Hno. José que le dedicó toda su vida a México y que su Misión y vocación siempre la llevó a cabo en estas tierras junto con otros Misioneros que llegaron poco antes que él y varios muchos después de él.
Fueron esos primeros grupos de Misioneros Italianos los que fundaron y pusieron literalmente las primeras piedras de lo que hoy es la Provincia Mexicana.
Queridos y cercanos Padres y Hermanos Combonianos, vaya este muy sentido mensaje de pésame por la pérdida de un Misionero de tanta calidad como la del Hno. José, nos solidarizamos fraternamente con Ustedes y que esta pequeña misiva que les compartimos honre la memoria de un Misionero ejemplar para tantas generaciones que le siguieron.
Nos unimos en oración con Ustedes para su descanso eterno y nos permitimos reiterarles el afecto profundo que desde hace tantos años les tenemos.
Que descanse en paz, buen camino Hno. José…

Familia León Parra y personal de nuestra Firma Profesional.


Apenas este pasado 20 de noviembre, estuvimos con el festejando su cumpleaños número 96 el Grupo Antaño Ciudad de los Niños. Nos despedimos el día 21, como todos los años, que fuimos a su cumpleaños en esa casa Oasis Daniel Comboni en Guadalajara y nos dijo que ya estaba muy cansado, que ya había cumplido su misión y su ciclo en esta tierra. Nos sentimos satisfechos, pues pensamos que cumplimos como hijos adoptivos de este hermano religioso. Y sí, muy agradecido por todo lo que nos legó en nuestros años maravillosos de niñez y adolescencia, y se lo hicimos saber y le repetimos que lo quisimos. No queda más que dar gracias al creador por tantos años que compartimos juntos. QDEP, y vuela alto Hno. José Menegotto Morella, que te espera la vida eterna.

Manuel Federico Álvarez Flores


Un gran misionero que es recordado con mucho cariño en La Paz Baja California Sur. Descanse en paz y brille para el la luz perpetua.

María Anguiano


Que triste noticia para la Baja California Sur, lamento mucho la partida del Hermano José Menegotto. Dios le premie por tantos años de trabajo Misionero en estás tierras. QEPD.

Leonor Flores

Nueva película sobre la Guadalupe

Crédito: OMPRESS

«Guadalupe, Madre de la Humanidad», es el título de la película de Goya Producciones y European Dreams Factory que se estrenará el 1 de marzo de 2024. Una película que fusiona elementos documentales con una cautivadora parte de ficción que recrea las Apariciones de la Virgen en 1531.

La película, dirigida por Andrés Garrigó, aspira a desvelar los múltiples aspectos de las apariciones de la Virgen de Guadalupe y cómo actúa hoy en la vida de muchas personas. Será una aportación a los preparativos del 5º centenario de las apariciones (2031) y cuenta con la colaboración de la Basílica de Guadalupe, de la Archidiócesis de México y del Instituto Superior de Estudios Guadalupanos.

“Con esta cinta nos proponemos metas muy altas: nada menos que recrear en los corazones de las personas de hoy el maravilloso efecto que tuvieron las apariciones de la Virgen de Guadalupe en el México de 1531”, afirma su director, Andrés Garrigó. La película, filmada en México, España, Estados Unidos y Alemania, incluye una parte documental con impresionantes testimonios, y una recreación en ficción del relato original de las cinco apariciones de la Virgen en Guadalupe dirigidas por el cineasta español Pablo Moreno.

En el corazón de esta producción destacan actores mexicanos devotos de la Virgen de Guadalupe. La actriz Karyme Lozano, enamorada de la Virgen, cruzó el Atlántico para participar en esta obra única. Sus reflexiones sobre el mensaje central de la Virgen destacan la importancia de la familia y la vida en estos tiempos caóticos. La actriz encargada de personificar a la Virgen de Guadalupe, Angélica Chong, comparte su emoción de ser elegida para el papel y la conexión especial con su madre. “Prepárate mucho, prepárate muy bien. Y encomiéndate a la Virgen en todo momento”, le aconsejó su madre, reflejando la esencia de la Virgen a Juan Diego: “haz de tu parte, pero yo haré el resto”. El actor que da vida al indígena Juan Diego, Mario Alberto Hernández, reflexiona sobre el personaje como un “superhéroe de la vida real”. Destaca la paciencia, humildad y fe que caracterizan a Juan Diego, considerándolo un modelo a seguir. En palabras de Mario Alberto, “la imagen de la Virgen de Guadalupe simboliza la fusión de dos culturas. La película busca explorar y honrar esta conexión única y profunda”.

En América se adelantará el estreno al mes de febrero. Será el 22 de febrero en México y en Centroamérica. El tráiler oficial de “Guadalupe: Madre de la Humanidad” se puede ver aquí.

El padre Saverio Paolillo, misionero comboniano, recibe la medalla por los Derechos Humanos en Brasil

El padre Saverio Paolillo, misionero comboniano italiano, recibió la medalla “José Gomes da Silva” de los Derechos Humanos, el pasado 7 de diciembre, en Brasil. El honor le fue otorgado por la Asociación de Abogados de Brasil (OAB/PB), en reconocimiento a su compromiso y actividad en la promoción y defensa de los derechos humanos de niños y adolescentes.

Desde hace muchos años el Padre Saverio se dedica a la labor misionera de promoción y defensa de los derechos humanos, especialmente de los niños y adolescentes, y también al servicio de la pastoral penitenciaria. El padre Saverio dedicó esta medalla a todo el grupo que trabaja con él en este servicio misionero, en el Centro de Derechos Humanos Dom Óscar Romero (CEDHOR) y en la Pastoral de Menores (PAMEN) de la Arquidiócesis de Paraíba.

Ayer, 10 de diciembre de 2023, la Declaración Universal de Derechos Humanos celebró su 75º aniversario. Sin embargo, la protección y promoción de los Derechos Humanos sigue siendo una prioridad actual y urgente. Siguiendo el ejemplo de San Daniel Comboni, los Misioneros Combonianos están también comprometidos en la promoción y defensa de los derechos individuales y de los pueblos. La Provincia de los Misioneros Combonianos de Brasil se alegra por este reconocimiento y agradece al Padre Saverio por todo su compromiso misionero en la defensa de la vida y los derechos de los más vulnerables. 

El Papa pide “desmasculinizar” la Iglesia

En la audiencia a los miembros de la Comisión Teológica Internacional, el Pontífice les entregó el discurso debido a su estado de salud, que no le permitió leerlo él mismo. Sin embargo, les dirigió una palabras improvisadas en las que les pidió con insistencia “desmasculinizar” la Iglesia. Estas fueron sus palabras (Foto: Vatican News).

«Gracias por esta visita. Y gracias por su trabajo. Aquí hay un bonito discurso con cosas teológicas, pero como yo estoy, mejor no leerlo. Se lo dejo a ustedes.

Les agradezco lo que hacen. La teología, la reflexión teológica, es muy importante. Pero hay algo que no me gusta de ustedes, perdonen mi sinceridad. Una, dos, tres, cuatro mujeres: ¡pobrecitas! ¡Están solas! Ah, perdón, cinco. ¡En esto debemos avanzar! Las mujeres tienen una capacidad de reflexión teológica diferente a la que tenemos los hombres. Debe ser porque he estudiado mucho la teología de una mujer. Me ayudó una excelente alemana, Hanna-Barbara Gerl, sobre Guardini. Ella había estudiado esa historia y la teología de esa mujer no es tan profunda, pero es hermosa, es creativa. Y ahora, en la próxima reunión de los nueve cardenales, tendremos una reflexión sobre la dimensión femenina de la Iglesia.

La Iglesia es mujer. Y si no entendemos lo que es una mujer, lo que es la teología de una mujer, nunca entenderemos lo que es la Iglesia. Uno de los grandes pecados que hemos cometido es “masculinizar” la Iglesia. Y esto no se resuelve por la vía ministerial, esto es otra cosa. Se resuelve por la vía mística, por la vía real. A mí me ha dado mucha luz el pensamiento de Balthasar: principio petrino y principio mariano. Esto se puede debatir, pero los dos principios están ahí. El mariano es más importante que el petrino, porque existe la Iglesia esposa, la Iglesia mujer, sin masculinizarla.

Y os preguntaréis: ¿a dónde lleva este discurso? No sólo para deciros que haya más mujeres aquí -que también-, sino para ayudar a reflexionar. La Iglesia mujer, la Iglesia esposa. Y esta es una tarea que os pido, por favor. Desmasculinizad la Iglesia.

Y gracias por lo que hacéis. Perdonadme, he hablado demasiado y me siento mal, pero ahora, sentados como estamos, podemos rezar juntos un Padrenuestro, cada uno en su lengua, y luego daré la bendición.

Y rezad por mí. Rezad a mi favor, no contra mí, porque este trabajo no es fácil. Gracias».