Fecha de nacimiento: 01/01/1938
Lugar de nacimiento: El Pedrogal / México
Votos temporales: 11/02/1961
Votos perpetuos: 09/09/1965
Fecha de ordenación: 03/07/1966
Fecha de fallecimiento: 05/10/2021
Lugar de fallecimiento: Sahuayo / México

He conocido al P. Antonio Álvarez Gómez desde el lejano 5 de enero de 1954. Él se encontraba ya en el seminario menor comboniano de la Colonia Moctezuma de la ciudad de México. Era un chico devoto, estudiaba, aunque con algunas dificultades, un poco cerrado.

Hecha la primera profesión religiosa el 11 de febrero de 1961, Antonio hizo sus estudios de teología en Venegono Superiore, en Roma, donde hizo sus votos perpetuos el nueve de septiembre de 1965, recibiendo poco tiempo después la ordenación de diácono.

Antonio y otros tres fueron ordenados sacerdotes por el Santo Padre San Pablo VI en la Basílica de San Pedro de Roma, el tres de julio de 1966. Fue un acontecimiento festivo y significativo, no solo para los recién ordenados y sus familias, sino también para el Instituto Comboniano. Ellos eran el primer grupo de seminaristas salidos de los seminarios Combonianos de México. El P. Antonio se marchó a Chilchota, donde celebró la santa misa de ordenación sacerdotal acompañado de sus compañeros, familiares y amigos. Su primera destinación fue a San José del Cabo, Baja California Sur, donde colaboró como vicario por dos años. Pasó luego a la parroquia de Santa Rosalía, en el norte de la diócesis, donde trabajó por 3 años en actividades pastorales. En 1971 dejó la Baja California para ir a Sahuayo para colaborar en la animación misionera. Prestaba sus servicios animando misioneramente parroquias, centros educativos y grupos de damas combonianas y otros movimientos misioneros. Fue asignado a Kenia: la misión de Naivasha lo recibió y allá trabajó un tiempo. P. Antonio volvió a México y pidió quedarse aquí. Se le destinó a trabajar en la parroquia de Las Virgencitas, diócesis de Nezahualcóyotl, de la ciudad de México. Nuestro cohermano sacerdote no volvió contento de su experiencia misionera africana. Sus compañeros lo notábamos exageradamente crítico y negativo. A pesar de todo, seguía colaborando animadamente en las actividades que se le confiaban. Estuvo trabajando en la animación vocacional en la delegación de Centro América. Regresando a México, pidió llevar a cabo una experiencia fuera de la congregación. Su petición fue aceptada por los Superiores y estuvo por aproximadamente un año en la diócesis de Tapachula. P. Antonio volvió y se le destinó a Baja California Sur para que ayudase en la parroquia de Santa Rosalía y después en Ciudad Constitución, donde no tuvo mayores problemas. Pidió participar al Curso de Renovación de Roma que le ayudó mucho a resolver ciertas dudas e inconsistencias vocacionales, según su testimonio. Al volver de Roma se le envió a la comunidad de la Moctezuma para colaborar en la asistencia pastoral de los fieles de la capilla. Teniendo necesidad de un promotor vocacional en Sahuayo allá fue. Hizo un trabajo serio con buenos resultados. Además, daba una mano en las actividades de animación misionera. Ya en ese tiempo colaboraba en la atención espiritual a los fieles de la capilla de Santa Rita de Cascia, atendida por la comunidad del seminario de Sahuayo. Pidió a la comunidad de poder vivir en el lugar de la capilla, permiso que le fue concedido. Ya en ese tiempo la salud física del padre era mala. Además, no podía caminar y levantarse sin la ayuda de otras personas. Desafortunadamente, fue atacado por la pandemia el COVID 19 y murió en pocos días.

(Mons. Jaime Rodríguez Salazar)