Las guerras son una derrota

Por: + Felipe Cardenal Arizmendi Esquivel
Obispo Emérito de SCLC

Foto: ADN-CELAM

MIRAR

Las guerras actuales más conocidas mediáticamente son la de Rusia contra Ucrania y la de Israel contra el Grupo Palestino Hamás. Hay muchas otras guerras en diversas partes del mundo, que no son tan conocidas, pero que causan enormes sufrimientos, sobre todo en los civiles, en los niños y en tantas víctimas inocentes. Aunque se alegue que pelean por defender sus derechos violentados por la contraparte, siempre es una derrota de la fraternidad y del diálogo, una derrota de la paz y de la justicia. También hay guerras en las familias, en la política partidista y en otras instancias, a veces con armas muy destructoras de la convivencia pacífica.

El 1 de enero de 1994, en Chiapas, se levantaron en armas miles de indígenas para exigir un cambio en las políticas económicas y sociales del sistema imperante en el país. Los obispos de entonces en esa región, Samuel Ruiz, Felipe Aguirre y un servidor, al tercer día del levantamiento emitimos un comunicado en que denunciábamos las causas estructurales de la marginación indígena y pedíamos justicia hacia ellos, pero rechazábamos la vía armada como método de cambio. Mons. Samuel siempre luchó por los derechos indígenas, pero nunca estuvo de acuerdo en el uso de las armas, porque sabía que muchos indígenas serían masacrados por el ejército nacional. Afortunadamente, la sociedad civil del país se movilizó pidiendo justicia para los oprimidos, pero también el cese de la guerra. Esta duró sólo diez días, pero dejó una gran cantidad de heridos y muertos, así como divisiones internas en la sociedad chiapaneca, incluso entre los mismos indígenas.

La política seguida en el actual sexenio de gobierno, que está por concluir, fue abrazos y no balazos, para no seguir la llamada guerra contra el narcotráfico del gobierno anterior, con el argumento de evitar más derramamiento de sangre en el país. Sin embargo, esa estrategia ha dejado como consecuencia la libre actuación de grupos criminales dedicados no tanto al trasiego de drogas, sino a la extorsión. Ellos, con armamento pesado y sofisticado, han ganado en poder y dominan amplias regiones del país, incluido mi pueblito; secuestran, levantan y asesinan a quienes no se someten a sus arbitrariedades. Nos sentimos desprotegidos por el gobierno e indefensos para defender el trabajo honrado de tantas personas a quienes aquellos exigen grandes cantidades de dinero para dejarlos vivir y trabajar. No abogamos por guerras sangrientas, sino por una nueva inteligencia que desarme a esos tipos y evite tanta injusticia que sufren los pobres. Y que no se presuma en informes finales de que todo está bien y de que hemos progresado mucho. ¿Con qué ojos ven la realidad?

DISCERNIR

El Dicasterio para la Doctrina de la Fe, en su Declaración Dignitas infinita, considera las guerras como algo contrario a la dignidad humana:

“Otra tragedia que niega la dignidad humana es la que provoca la guerra, hoy como en todos los tiempos: guerras, atentados, persecuciones por motivos raciales o religiosos, y tantas afrentas contra la dignidad humana van multiplicándose dolorosamente en muchas regiones del mundo, hasta asumir las formas de la que podría llamar una ‘tercera guerra mundial en etapas’. Con su estela de destrucción y dolor, la guerra atenta contra la dignidad humana a corto y largo plazo: incluso reafirmando el derecho inalienable a la legítima defensa, así como la responsabilidad de proteger aquellos cuya existencia está amenazada, debemos admitir que la guerra siempre es una ‘derrota de la humanidad’. Ninguna guerra vale las lágrimas de una madre que ha visto a su hijo mutilado o muerto; ninguna guerra vale la pérdida de la vida, aunque sea de una sola persona humana, ser sagrado, creado a imagen y semejanza del Creador; ninguna guerra vale el envenenamiento de nuestra Casa Común; y ninguna guerra vale la desesperación de los que están obligados a dejar su patria y son privados, de un momento a otro, de su casa y de todos los vínculos familiares, de amistad, sociales y culturales que se han construido, a veces a través de generaciones. Todas las guerras, por el mero hecho de contradecir la dignidad humana, son conflictos que no resolverán los problemas, sino que los aumentarán. Esto es aún más grave en nuestra época, en la que se ha convertido en normal que, fuera del campo de batalla, mueran tantos civiles inocentes” (38).

“En consecuencia, aún hoy la Iglesia no puede dejar de hacer suyas las palabras de los Pontífices, repitiendo con san Pablo VI: «¡Nunca jamás guerra! ¡Nunca jamás guerra!», y pidiendo, junto a san Juan Pablo II, «a todos en nombre de Dios y en nombre del hombre: ¡no matéis! ¡No preparéis a los hombres destrucciones y exterminio! ¡Pensad en vuestros hermanos que sufren hambre y miseria! ¡Respetad la dignidad y la libertad de cada uno!». Precisamente en nuestro tiempo, éste es el grito de la Iglesia y de toda la humanidad. Por último, el Papa Francisco subraya que «no podemos pensar en la guerra como solución, debido a que los riesgos probablemente siempre serán superiores a la hipotética utilidad que se le atribuya. Ante esta realidad, hoy es muy difícil sostener los criterios racionales madurados en otros siglos para hablar de una posible ‘guerra justa’. ¡Nunca más la guerra!». Como la humanidad vuelve a caer a menudo en los mismos errores del pasado, para construir la paz es necesario salir de la lógica de la legitimidad de la guerra. La íntima relación que existe entre fe y dignidad humana hace contradictorio que se fundamente la guerra sobre convicciones religiosas: quien invoca el nombre de Dios para justificar el terrorismo, la violencia y la guerra, no sigue el camino de Dios: la guerra en nombre de la religión es una guerra contra la religión misma” (39).

ACTUAR

Oremos por la paz en el mundo y por el bienestar de nuestra patria: que ya no haya guerras en las familias, en las comunidades, en la política partidista, y que se conviertan los grupos criminales hacia el respeto a los derechos de los demás, para que gocemos de paz y tranquilidad. Empecemos por nuestra familia.

Fiesta Parroquial en San José de Comalapa

El pasado domingo, 1 de septiembre, la parroquia San José de Comalapa, en la que trabajan los Misioneros Combonianos desde hace casi diez años, celebró el XXXII aniversario de su erección. Participaron en la fiesta los numerosos grupos y movimientos de la parroquia, así como las 47 comunidades parroquiales que dan vida y sentido a la comunidad en la vivencia de la fe.

El P. Rodrigo Ariza Catarino, misionero comboniano y párroco de San José de Comalapa, afirmó al periódico diocesano Buena Noticia que se sentía contento de llevar la Palabra de Dios a esta zona. “Me siento feliz porque es ahí donde Dios nos ha puesto y es a donde anunciamos a Jesucristo, tanto como personas con el ministerio sacerdotal y, vocación misionera ya que intentamos vivir ahí nuestro carisma que es: ir a los más pobres y abandonados que, esa zona no es que estén pobres y abandonados pero sí en necesidad de fortalecer la iglesia… para nosotros esa es la Misión”.

Ha muerto el P. Moschetta

Fecha de nacimiento: 02/09/1935
Lugar de nacimiento: Ferra di Soligo (Vi. V.)/I
Votos temporales: 01/05/1959
Votos perpetuos: 10/06/1962
Fecha de ordenación: 28/06/1959
Llegada a México: 1960
Fecha de fallecimiento: 24/08/2024
Lugar de fallecimiento: San José / Costa Rica

El sábado 24 de agosto falleció en San José, la capital de Costa Rica, el P. José Moschetta, misionero comboniano que pasó cerca de 20 años en México y más de 40 en Centroamérica. En total, 65 años de vida misionera en América.

El P. José nació en Ferra di Soligo, en la diócesis italiana de Vittorio Veneto, el 2 de septiembre de 1935. Hizo sus primeros votos el 1 de mayo de 1959 y fue ordenado sacerdote el 28 de junio del mismo año (venía del seminario diocesano) por Mons. Albino Luciani, que más tarde sería elegido Papa (Juan Pablo I). Pocos meses después de su ordenación fue destinado a México, donde pasó casi 20 años. Trabajó varios años en La Paz y luego fue destinado a Xochimilco, a trabajar en la formación de jóvenes seminaristas. Buena parte de los combonianos mexicanos fueron sus formandos.

Cuando la Provincia de México decidió abrir una presencia en Centroamérica, en 1979, concretamente en Costa Rica, el P. José fue uno de los primeros en ser destinado a la nueva misión. Desde entonces, ha permanecido siempre en este país centroamericano, salvo un corto período de tiempo en Guatemala. En 1990 Las comunidades combonianas de Centroamérica pasaron a ser Delegación y, en 2014, Provincia.

El P. José había tenido problemas de salud, concretamente una hemorragia cerebral que mermó mucho su actividad, pero nunca perdió la sonrisa ni la dulce humanidad por la que era muy querido y apreciado por sus hermanos. Gran conocedor de las Escrituras, trabajó comentando la Palabra de Dios en Radio María.

El pasado mes de junio celebró los 65 años de sacerdocio y el 24 de agosto el Señor lo llamó a su Reino, donde podrá descansar de todo el trabajo y el amor dedicado a la misión y a la formación de misioneros. Descansa en Paz, P. José.


En Memoria del P. José Moschetta

Acabábamos de ingresar al Postulantado de los Misioneros Combonianos en Xochimilco, Ciudad de México, era una tarde calurosa de trabajo en los campos, cuando llegó, después de haber trabajado en Baja California Sur, el P. José Moschetta.

Sabíamos que iba a ser nuestro formador, pero no lo conocíamos. Bajó del carro que lo traía del Aeropuerto, dejó su maleta, se quitó la camisa, se amarró un pañuelo en la cabeza, pidió un azadón, y se puso a trabajar con nosotros en el campo.

Fue mi primera impresión e imagen del P. Moschetta. Había dejado una huella en los corazones de los Bajacalifornianos, por su entusiasmo y dedicación a la evangelización.

Pronto descubrimos en el él, a una persona sencilla, franca, y sabia. Fue siempre claro y firme en sus decisiones. Humano, fraterno y sencillo en el trato personal.

No sólo fue el superior de la comunidad, sino también formador y director espiritual.

En la primera Navidad que pasábamos en el Seminario, compró libros religiosos de muchos autores. Y nos dio a escoger uno. Su sapiencia se reflejaba hasta en esos detalles.

Los fines de semana buscaba días misionales dentro y fuera de la ciudad, y no le importaba predicar 10 o 12 misas un domingo y después conducir su WV sedán, de regreso a casa, a veces hasta cinco horas, cuando eran los día misionales en Veracruz o en Michoacán. Siempre rezando el rosario y contando anécdotas de su vida en Baja California.

Tenía un don de gentes y por donde pasaba hacía amigos; sacerdotes o laicos, todos los querían.

Su parecido físico con el entonces Presidente de México, Luis Echeverria, hacía que lo confundieran con él. En una ocasión en una función de Gala de las Damas Combonianas, a su entrada en el cine, le aplaudieron, iba vestido con una guayabera, y él, sin inmutarse, agradeció levantando la mano como lo hacía el presidente. Tenía sentido del humor.

Cuando estábamos en el Noviciado, no dejó de interesarse por nosotros y delante de un problema con el Padre Maestro de Novicios de inmediato intervino para que se arreglaran las cosas.

Estando en el Escolasticado de Paris, nos visitó interesándose en nuestro progreso, en nuestra formación teológica.

Siempre lo recordaré como un amigo, maestro y padre. Humano, sabio y santo.

P. Sergio Valdivia


Carta del Grupo Jornadistas de La Paz, donde el P. Moschetti trabajó varios años

Hace ya un poco más de 50 años, un grupo entusiasta de jóvenes paceñas y paceños, malos para cantar, nos reuníamos en la Parroquia del Sagrado Corazón de Jesús de La Paz, BCS. Tal grupo de desentonados se hacía llamar orgullosamente “Grupo Jornadistas”, en extensión a su pertenencia al Movimiento de Jornadas de Vida Cristiana.

Este montón de juventud  estaba compuesto por Amalia Estrada, Linda Moreno, Pina Hirales, Nacho Campoy y Dora, Sergio Carrillo, Mery Romero, Raúl Mendoza, Renato Mendoza y Marta Arrambidez, Guillermo y Antonieta, Francisco y Lorena, Ana Rosa Luján (Machi),Isabel Padilla, Bachi González, Emma Valle (Titina), Chabelita González, B. Alicia Santiesteban (Babi),Vicky Tamayo, Lupita y Maru Anguiano, Keny Talamantes, Teresita González, Antonita Zempoalteca, Cuquita, Sánchez, Amado Heredia, Miguel Angel Soria, Miguel ngel solís, Alfonso Sánchez, Mario Macías, Norma Mendoza Francisco Mendoza, Ma. Elena González, Lupita Castañeda, Adonai Taylor, Manuel Salvador Armando Higuera, Vicki, Rosalina y Linda Morales,Rosa Ma. Landa, Irma Duarte, Toño Ortiz, Humberto, Carmen y Chayo zumaya, Andrés Jimenez, Chiquis Garciglia, Melucha, Minerva López Cinco, Mery Cruz, Frida Peralta, Luz del Carmen  Guluarte, Alberto Garabita, Socorro López, Juanita Geraldo,Sofía Navarro, Marta de Landa, Fidel Macías, Maria Rico de los Reyes, Lulu Anguiano, Amado Heredia, Daniel Vaqueiro, y el que esto escribe y recuerda. Así como Otros compañeros de Jornadas: Chayito López, Carlos Riva Palacio q.e.p.d., Carlos Sandoval q.e.p.d., Lucila Guluarte, Lupita Moreno, Esperanza Landa, Elvira Jiménez, Carolina (Caro), Conchita González, Santa, ….y tantos y tantos, de todo el Estado, que es difícil recordar.

El Movimiento de Jornadas de Vida Cristiana. Lo organizaban los misioneros combonianos, como los PP, José Moschetta, y Antonio Marrochi, y el Hno. Arsenio Ferrari, entre, otros. Así también colaboraban con ellos un grupo de religiosas perteneciente a diferentes congregaciones.

Sin lugar a dudas estas experiencias tempranas de acercamiento a Dios y lecciones de vida cristiana fueron un hito en la vida de cada uno de nosotros, integrantes afortunados, del Grupo Jornadistas.
Así, sentimos profunda pena al saber que ha muerto el querido P. José Moschetta.

El sábado 24 de agosto falleció en San José, la capital de Costa Rica, nuestro maestro y jovial mentor que pasó cerca de 20 años en México y más de 40 en Centroamérica. En total, 65 años de vida misionera en América.

Sí, vamos extrañar la comunicación epistolar, mantenida por él con nosotros por más de 30 años, cada fin de año recibíamos noticias de su trabajo pastoral y buenos deseos de año nuevo.
Descanse en Paz buen formador de misioneros y ciudadanos, padre José Moschetta, tus alumnos: Grupo Jornadistas de La Paz, BCS no te olvidará.

Desde La Paz: Francisco López Gutiérrez,
“Grupo Jornadistas” de La Paz
Bioeticacotidiana.blogspot.com

De pastor de cabras a pastor de la Iglesia

Como miembro de una comunidad de pastores, podría haber seguido tranquilamente cuidando las cabras como cualquier otro muchacho. Pero su sueño de convertirse en sacerdote misionero comboniano lo llevó a tomar un camino diferente. El padre Joseph Etabo Lopeyok habla del recorrido de su vocación. [ Comboni Missionaries ]

El nombre Lopeyok, que me dio mi difunta abuela cuando nací el 19 de enero de 1989 en Lokichar, tiene un significado importante. En esa época, mi abuela tenía muchas visitas, por lo que ordenó que me llamaran Lopeyok, que significa “el dueño de las visitas o de la gente”. Este nombre jugó un papel clave en la configuración de mi trayectoria profesional.

Soy el tercero en una familia católica convertida. Inicialmente protestantes y miembros de la Iglesia Reformada de África Oriental (RCEA), mis padres abrazaron más tarde la fe católica y su matrimonio fue bendecido por la Iglesia Católica.

Mi decisión de estudiar fue motivada únicamente por mi deseo de ser sacerdote. Como provenía de la comunidad de pastores de Turkana, me conformaba con pastorear cabras y no tenía ningún interés en ir a la escuela. Pero un día, durante la misa, me cautivó la homilía de un misionero comboniano. Hablaba bien en suajili, mi lengua. A partir de ese momento, le pedí a mi padre que me llevara a la escuela y le expresé mi deseo de ser sacerdote.

Este fue el comienzo de mi trayectoria académica, que comenzó en la escuela primaria mixta de Lokichar. Al mismo tiempo, participé activamente en clases de catecismo y serví como monaguillo. Terminé la escuela primaria en 2005 y terminé la escuela secundaria en 2009.

Durante mis años de escuela primaria, el recinto de la iglesia se convirtió en mi lugar favorito para socializar con otros niños. Nuestro catequista recalcó en sus enseñanzas que el Bautismo, la Primera Comunión y la Confirmación nos convierten en miembros plenos de la Iglesia Católica y en hijos de Dios.

Estos hitos sacramentales dejaron una impresión duradera en mí y fortalecieron mi sentido de pertenencia a la Iglesia. Mis años de escuela secundaria fueron otra oportunidad para el desarrollo personal, especialmente en mi identidad como joven estudiante católica. A través de mi participación activa en la Asociación Católica y mi papel como líder, mi fe continuó floreciendo durante este tiempo.

Procedente de la parroquia de Cristo Rey, en Lokichar, dirigida por los Misioneros Combonianos, mi admiración por ellos se hizo más profunda al ser testigo de su forma compasiva de vivir entre la gente. Su amabilidad y atención a todos, especialmente a los necesitados, me inspiró a considerar seguir sus pasos.

En mayo de 2011 me invitaron a un  seminario de “Ven y mira”  en Nairobi. En agosto de ese año, comencé mi experiencia de prepostulantado en Huruma, Nairobi. Esta enriquecedora experiencia implicó enseñar en la escuela primaria S. Martin de Porres mientras participaba activamente en las actividades pastorales de la parroquia Holy Trinity Kariobangi. Me ayudó a identificarme más con el carisma comboniano de trabajar con los pobres y desfavorecidos.

En 2012 continué mi camino. Entré en el postulantado en Ong’ata Rongai, Nairobi, donde estudié filosofía en el Instituto de Filosofía de la Consolata. Fue una época de gran crecimiento, no solo espiritual sino también humano, en la que crecí en conciencia de mí mismo y en el sentido de la responsabilidad personal.

En 2015, tras finalizar mis estudios de filosofía, me trasladé a Lusaka (Zambia) para realizar el noviciado y, a continuación, realizar una experiencia comunitaria y pastoral en Malawi. Este tiempo lo dediqué a profundizar mi relación con Cristo y a conocer mejor a nuestra Congregación y a su fundador, san Daniel Comboni, a través de la oración y el trabajo.

El 6 de mayo de 2017 hice mis primeros votos, sentando las bases para mis estudios teológicos en Lima, Perú. La experiencia en Perú, inmersa en una nueva cultura, rodeada de personas, ambientes y comunidades diferentes, se convirtió en un segundo hogar donde dejé una parte de mi corazón.

Al regresar a Kenia después de mis estudios de teología, comencé mi experiencia misionera en Utawala, Nairobi. Me pidieron que ayudara en el secretariado de Misiones y Vocaciones. También contribuí a las actividades parroquiales, trabajando con jóvenes y visitando pequeñas comunidades cristianas, promoviendo la esperanza y el don de la amistad.

El 10 de febrero de 2023 hice mis votos perpetuos. El 11 de febrero de 2023 fui ordenado diácono. La alegría llenó mi corazón al cumplir mi deseo de ofrecer mi vida a Dios para su misión. El 25 de agosto de 2023 recibí la gracia y el don del sacerdocio. Fui ordenado sacerdote en nuestra parroquia, Cristo Rey, Lokichar.

Ahora, mi primera misión me ha traído a México y me llena de felicidad. Al igual que nuestro padre en la fe, Abraham, confío en la guía del Señor y estoy dispuesto a ir a donde Él me envíe para su misión de amor.

Profesión perpetua y ordenación diaconal del comboniano Felipe de Jesús Vázquez

Felipe de Jesús Vázquez Hernández, originario de Papantla, Veracruz realizó su profesión perpetua como Misionero Comboniano el pasado viernes 26 de julio y, al día siguiente, el obispo de Tlapa Mons. Dagoberto Sosa, le confirió el orden del diaconado en la parroquia de San Miguel Arcángel en Metlatónoc, Guerrero.

Texto y fotos: Hno. Raúl A. Cervantes Rendón

La parroquia de San Miguel Arcángel de Metlatónoc, en el interior de la zona mixteca del estado de Guerrero, fue testigo y partícipe de la profesión perpetua de Felipe de Jesús quien, con la presencia del Superior Provincial de México P. Rafael Güitrón, el párroco, P. Miguel Navarrete, la comunidad comboniana de Cochoapa el Grande, la feligresía y, acompañado por sus papás, decidió consagrarse con alegría y convicción como misionero comboniano para toda la vida. Durante la celebración, el P. Rafael animó a Felipe a perseverar y alimentar su vocación, a confiar en el Señor y a tomar como testimonio de fe su santo homónimo.

Al día siguiente se celebró la misa de la ordenación diaconal, que comenzó a las 10 de la mañana y fue presidida por Mons. Dagoberto Sosa. El obispo agradeció la presencia misionera en la diócesis y enfatizó la continua necesidad de ella en cualquier parte del mundo. En la misma línea le recordó a Felipe que su próximo servicio lo debe de sustentar en la fuerza que Dios le brinda para que su diaconado sea de entrega y disposición a la iglesia local y a su comunidad.

La parroquia recibió a una numerosa cantidad de feligreses, no sólo de la localidad de Metlatónoc, sino también de aquellas que son atendidas por los Combonianos. De esa manera, no fue una celebración ajena a su pueblo, ya que participaron activamente en ella a través de la liturgia, la música y la traducción a la lengua mixteca.

Posteriormente, tuvo lugar una convivencia donde la gente pudo estar más cerca del nuevo diácono, compartiendo su alegría de que Felipe seguirá acompañándolos en su pequeña región de la montaña mixteca.

“Voces Afromexicanas”, primera emisora afromexicana que obtiene una concesión de radiodifusión del IFT.

Comunicado completo del IFT

Además de una concesión de radiodifusión, se otorgó una concesión única, ambas para uso social afromexicana, a favor de Coconatu Colectiva de la Costa de Oaxaca Ña’a Tundaa, A.C. La prestación del servicio de radiodifusión sonora será en la frecuencia 107.3 MHz y distintivo de llamada XHSCMW-FM en San Marquitos, Villa de Tututepec, Oaxaca. La radio llevará el nombre “Voces Afromexicanas”

El Pleno del Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT) resolvió en su XIV Sesión Ordinaria, otorgar la primera concesión para usar y aprovechar bandas de frecuencias del espectro radioeléctrico para prestar el servicio de radiodifusión, así como una concesión única, ambas para uso social afromexicana, a favor de Coconatu Colectiva de la Costa de Oaxaca Ña’a Tundaa, A.C.

El apartado C del artículo 2° de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, reconoce a los pueblos y comunidades indígenas y afromexicanas como parte de la composición pluricultural de la Nación y reconoce, entre otros, los derechos de a su autodenominación, libre determinación, autonomía, desarrollo e inclusión social. De acuerdo con el Censo de Población y Vivienda 2020, el 2% de la población total del país que se identifica como afromexicana.

Estas concesiones se otorgan en cumplimiento a la modificación del artículo 87 de la Ley Federal de Telecomunicaciones y Radiodifusión (LFTR), que considera la modalidad afromexicana dentro de las concesiones sobre el espectro radioeléctrico para uso social para prestar el servicio de radiodifusión. Dicha modificación se realizó el 1° de abril de 2024, por el Congreso de la Unión que modificó los artículos 67, párrafo tercero de la fracción IV; 85, tercer párrafo; 87, párrafos segundo y tercero y fracciones I, II y III; 90, párrafos quinto y sexto, y 237, fracción III de la LFTR para incluir a la población afromexicana en los sectores de telecomunicaciones y radiodifusión.

El servicio de radio se ofrecerá en la frecuencia 107.3 MHz y distintivo de llamada XHSCMW-FM en San Marquitos, Villa de Tututepec, Oaxaca. Este proyecto, es administrado por una red de mujeres comunicadoras y lideresas del pueblo afromixteco asentado en San Marquitos, Villa de Tututepec, Oaxaca, tiene como principales propósitos:

  • I. Implementar un espacio radiofónico con un enfoque pluricultural y lingüístico del pueblo afromexicano y la comunidad mixteca, toda vez que las raíces de la colectiva afromexicana tienen origen indígena;
  • II. Fortalecer la identidad negra mixteca, la descolonización y hacer conciencia de la violencia étnica;
  • III. Conformar un medio de comunicación que incida en las políticas públicas para favorecer a las mujeres afromexicanas e indígenas; y,
  • IV. Profesionalizar a las integrantes de la colectiva como mujeres radialistas.

Lo anterior constituye un parteaguas en las acciones que implementa el IFT para promover proyectos de radiodifusión de uso social afromexicano, mismos que dan visibilidad a dichas comunidades en los medios de comunicación.

El proyecto de la asociación Coconatu Colectiva de la Costa de Oaxaca Ña’a Tundaa, A.C. contribuirá al empoderamiento e inclusión de las mujeres afromexicanas desde una perspectiva de igualdad de género.

Yolanda Camacho Calleja, asociada y representante legal de la concesionaria, comentó que “Voces afromexicanas” da voz a su pueblo y revitaliza su historia e identidad.  “Nuestra radio ha empezado a ser la reivindicación y resiliencia de quienes somos hijos de las generaciones que comenzaron nuestra historia. Esta concesión fortalece mucho nuestra cultura, nos abre las puertas a medios que nunca pensamos que llegaríamos y es resultado de nuestra lucha histórica. Estamos muy contentas, porque con “Voces afromexicanas” vamos a tener voz”, enfatizó.

Camacho Calleja señaló que en este proceso fue de gran importancia el apoyo que recibieron del personal del IFT para concretar el trámite para la obtención del título de concesión. “El IFT tuvo toda la voluntad de trabajar para lograr la concesión, por eso, “yo les recomendaría a los hermanos afromexicanos que quieran su concesión a que se acerquen el IFT para solicitarla y así dar a conocer nuestra cultura”, señaló. 

Dicha solicitud fue presentada en el marco del Programa de Promoción y Fomento de la Radiodifusión Comunitaria e Indígena 2023 (Pro Radio) que implementa el IFT con el objetivo de lograr una interacción directa con diversas comunidades del país para promover el desarrollo de proyectos radiofónicos sociales, incluyendo los medios comunitarios e indígenas y, ahora, afromexicanos. A través del Pro Radio, el IFT imparte talleres y asesorías sobre los requisitos para presentar una solicitud de concesión y recibe solicitudes, por medio de oficialías de partes temporales instaladas en las localidades visitadas.

Como parte del Pro Radio, el IFT ha visitado durante el presente año las localidades de Altotonga, Cuitláhuac y Yanga, todas en el estado de Veracruz, y el Municipio de San Nicolás de Maldonado, ubicado al sur del estado de Guerrero en su colindancia con Oaxaca, ubicaciones en donde se identificaron comunidades afrodescendientes, y en las que personal de este Instituto comunicó  los beneficios de la radiodifusión comunitaria, indígena y afromexicana en el desarrollo y reivindicación de sus derechos. Como resultado de las visitas, se recibieron más solicitudes de concesiones para uso social afromexicana, y esta es la primera que se otorga.  

Con estas acciones el IFT da cuenta de su trabajo y compromiso para aumentar la cobertura en el sector de la radiodifusión de los medios sociales de tipo comunitarios, indígenas y afromexicanos, lo cual se ve reflejado en el balance histórico del otorgamiento de concesiones desde su creación hasta el 29 de mayo de 2024, con un total de 455 concesiones para uso social, 170 para uso social comunitaria, 31 para uso social indígena y 1 para uso social afromexicana.

En el siguiente video el testimonio de Yolanda Camacho: