Fecha de nacimiento: 08/12/1943
Lugar de nacimiento: Este, Italia
Votos temporales: 09/09/1966
Votos perpetuos: 09/09/1969
Fecha de ordenación: 19/03/1970
Llegada a México: 1979
Fecha de fallecimiento: 03/07/2022
Lugar de fallecimiento: Castell d’Azzano, Italia
Ordenado sacerdote el 19 de marzo de 1970, permaneció en Italia hasta 1979 cuando partió para México. Llamado de nuevo a Italia en 2002, fue nombrado ecónomo provincial. Estaba deseoso de ejercer el ministerio sacerdotal, que desempeñó regularmente en la parroquia de Fumane (VR). Luego de su mandato como ecónomo, partió hacia Ecuador, donde permaneció hasta hace unos meses. Después de una grave enfermedad, falleció en paz en la comunidad de Castel d’Azzano. “Ven, siervo bueno y fiel, entra en el gozo de tu Señor”.
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P. Giorgio Dorin nació en Este, en la provincia de Padua, el 8 de diciembre de 1943. Tras el noviciado en Gozzano, emitió los votos temporales el 9 de septiembre de 1966, hizo el escolasticado en Venegono, Asti y Venegono de nuevo, y emitió los votos perpetuos el 9 de septiembre de 1969. Fue ordenado sacerdote el 19 de marzo de 1970 y enviado a Trento como formador en el seminario menor. En 1979 fue destinado a México, donde permaneció más de 20 años, como formador y ecónomo. Luego hizo el Curso de Renovación en Roma, y fue enviado durante ocho años a Verona, en la Casa Madre, como ecónomo provincial, hasta 2011. El 1 de enero de 2012 fue destinado a Ecuador.
La misión a la que fue destinado fue El Carmen, en la zona de Manabí, con innumerables actividades pastorales, debido a la amplitud del territorio y a la densidad de población.
Por ello, tuvo algunas dificultades cuando, unos años después, se le pidió que asumiera la tarea de ecónomo provincial en Quito, precisamente por su larga experiencia en ese campo y por las necesidades del momento. Sin embargo, aceptó y llevó a cabo su trabajo con una dedicación admirable. Por supuesto, tuvo que aprender la compleja normativa legal del país; el P. Jorge consideraba parte de la economía promover un estilo de vida austero en solidaridad con los más pobres.
Si tuviéramos que describir su personalidad en pocas palabras, podríamos decir que era un sacerdote de Dios, un hombre totalmente al servicio, un misionero al estilo de San Daniel Comboni.
Una profunda fe guió siempre sus pasos y alimentó claramente su vocación. Era el primero en llegar a la capilla cada mañana, siempre con la Biblia en la mano. Tenía una dedicación ejemplar en la preparación de las homilías y en el cuidado de la liturgia. Esta comunión con Dios, sencilla y filial, se reflejó en sus opciones y en su dedicación concreta.
En cuanto al servicio, estaba en la oficina, desempeñando sus funciones, o trabajando como electricista, carpintero, mecánico y cualquier otra cosa que fuera necesaria para la vida de la comunidad. Siempre estaba disponible para las peticiones de los demás, hasta el punto de que a veces había que decirle que no sobrepasara esa disponibilidad. Creía en la caridad con los hechos.
Desde sus años de formación y luego como formador en nuestros seminarios, el P. Jorge había desarrollado una fuerte identificación con el carisma de San Daniel Comboni. Su gran pasión era ser misionero entre los pobres. Soñaba con volver al apostolado directo con la gente, pero al poco tiempo de ser destinado a Borbón, una zona marginada del norte de Esmeraldas, le sobrevino una enfermedad que interrumpió abruptamente este deseo suyo.
P. Jorge era una presencia discreta, equilibrada en sus juicios, íntegra en su vocación de misionero comboniano, alegre y sonriente. A veces su carácter instintivo le traicionaba, pero siempre estaba dispuesto a disculparse y a acoger el punto de vista de la otra persona.
(P. Rafael González Ponce, mccj)