Pastoral Afro presenta la Red de Lideresas Afrodescendientes Católicas de las Américas (LACAM)

Texto y fotos: ADN-CELAM

Un espacio para el diálogo intercultural e intergeneracional, que promueve el feminismo afrodescendiente católico. Así se define la red de Lideresas Afrodescendientes Católicas de las Américas (LACAM). Una iniciativa que vio la luz este 25 de julio, Día Internacional de la Mujer Afrolatina, Afrocaribeña y de la Diáspora, una fecha de gran valor histórico para el mundo Afro.

La red de LACAM busca responder a las realidades y desafíos actuales a partir del «reconocimiento de nuestros aportes como transmisoras de cultura, fe, tradiciones, saberes ancestrales valores, cuidado de la casa común, nuestras espiritualidades y capacidad de resistencia y resiliencia en la toma de decisiones sobre nuestras vidas, las comunidades y en la defensa de nuestros derechos», afirman sus integrantes.

Transformar realidades de exclusión

Un trabajo que estará animado por la sinodalidad y la comunión, por lo que funcionará con un acompañamiento de la Comisión Animadora del Eje Mujeres en la Iglesia y la Sociedad del Consejo Episcopal Latinoamericano y Caribeño (CELAM) y la Confederación Latinoamericana de Religiosas y Religiosos (CLAR), además de representantes de cada una de las regiones del continente. Entre ellas aparecen por la región del Cono Sur Vera López de Brasil y Támara Barbará de Argentina. En el caso de la región andina estará Virginia Zegarra de Perú y Nieves Méndez de Ecuador; mientras que la región de Centro América y México estará representada por Eunice Meneses de Panamá y Jessica Clarence de Nicaragua.

«Nuestra naturaleza es ser cuidadoras y cultivadoras de la ternura de la creación; tejedoras de relaciones, afectos, sueños y proyectos, no solo para nosotras, sino para todas y todos los que están a nuestro al rededor, especialmente los que están sufriendo y anhelando mejores días», aseguran las integrantes de esta red que nace como fruto del reciente encuentro virtual de Mujeres Afrodescendientes Católicas que se realizó del 17 al 19 de julio y en el que participaron 85 mujeres de 11 países del continente.

Apuesta que mostró el anhelo de las mujeres afrodescendientes del continente de organizarse en un espacio de articulación y unidad para reflexionar sobre la identidad étnica y cultural que las caracteriza. «Empoderarnos, auto reconocernos y asumir nuestro protagonismo y participación en la transformación de la realidad de exclusión y discriminación, aportando todas nuestras capacidades para la transformación de la Iglesia y la sociedad», se lee en el documento que anuncia la creación de esta red.

Tejiendo relaciones

Así la red de “Lideresas Afrodescendientes Católicas de las Américas” (LACAM), nace al interior de la Pastoral Afroamericana y Caribeña y  durante el encuentro virtual que sirvió de preámbulo a su creación, se propuso entre otras cosas, reflexionar sobre aspectos que incluyen la situación de la mujer afrodescendiente en sus diversas identidades, es decir, católicas, consagradas y lideresas; además de sus roles en la Iglesia y la sociedad para lograr la construcción de un «espacio permanente de encuentro, diálogo y articulación para mujeres afroamericanas, caribeñas y afrodescendientes católicas».

La constitución de esta red abre un horizonte de trabajo y organización para las mujeres afrodescendientes católicas que desde el IX Encuentro de Pastoral Afroamericana y Caribeña (EPA) efectuado en Perú hacia el año 2003, venían planteándose su compromiso frente a la creación de una red, que en su momento se conoció como Afroamericanas Católicas en Integración (MACI). En esta oportunidad este encuentro se ocupó de analizar como tema principal el rol y la participación de la mujer negra en el desarrollo y construcción de las Américas, lo que puede entenderse como esos primeros pasos hacia la constitución de la red que ahora inicia su misión.

Un itinerario que demuestra el empeño de los Encuentros de Pastoral Afroamericana (EPAs) en los que las mujeres afrodescendientes siempre se han caracterizado por su presencia «en la misión de rescatar, valorar y evangelizar a nuestros pueblos afrodescendientes, desde su cosmovisión y espiritualidades». Tarea que ahora le corresponderá a la red de “Lideresas Afrodescendientes Católicas de las Américas” (LACAM).

Cuatro ganadoras del Premio Zayed a la Fraternidad Humana

Este 8 de marzo, día internacional de la mujer, presentamos a las ganadoras del Premio Zayed a la Fraternidad Humana los últimos 4 años. De izquierda a derecha, Michèle Pierre-Louis (Haití, 2022), Mama Shamsa (Kenia, 2023), Hermana Nelly León (Chile, 2024), Latifa Ibn Ziaten (Francia-Marruecos, 2021). Foto: Vatican News.

Latifa Ibn Ziaten, mujer franco-marroquí, musulmana y fundadora de la asociación IMAD por la juventud y la paz. “Las mujeres son madres, transmiten amor, no quieren violencia, no quieren guerra, y creo que las mujeres de hoy tienen su lugar en el mundo entero, son las que van a salvar el mundo”.

Hna. Nelly Leon, religiosa de la Congregación del Buen Pastor y creadora de la Fundación Mujer Levántate. “La mujer aporta una manera distinta de enfrentar los conflictos, el hombre los resuelve de modo más violento; la mujer, en cambio, reflexiona y los trata de resolver de manera pacífica. Somos más dialogantes, más empáticas, acogemos las diferencias con mucha libertad interior, sin presiones”.

Shamsa Abubakar Fadhil, representante nacional femenina para la paz y seguridad en Kenia. “Creo que el poder de nosotras es ser madres. Ser madre es un título muy grande. Incluso un profesor que tiene todos los títulos, cuando se acerca a la madre se convierte en un niño. Así que la maternidad juega un papel muy importante”.

Michèle Pierre-Louis, creadora de la Fundación Fokal para el Conocimiento y la Libertad y ex primera ministra de Haití. “Que cese esta violencia asesina y absurda para que las mujeres puedan continuar su lucha contra la injusticia y la desigualdad, y por la fraternidad, la sororidad y la solidaridad humana”.

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México: Mujeres promueven la vida en armonía y la economía solidaria

Sebastián Sansón Ferrari. Vatican News

En la selva norte de Chiapas, en México, un grupo de empresas de economía solidaria, integrado por mujeres indígenas seltales y sus familias, trabaja desde hace 20 años por la justicia social y la defensa de su territorio. Se trata de “Yomol A’tel”, que en castellano significa “Juntos trabajamos, juntos caminamos, juntos soñamos”. La coordinadora de innovación social de este emprendimiento, Erika Lara, tiene 32 años y es licenciada en negocios. Su rol consiste en acompañar y formar a las socias productoras en el proceso de textiles.

El objetivo con el que surgió esta red de cooperativas, explica Lara, era crear una participación democrática de las mujeres, darles voz e integrarlas a los procesos económicos y productivos, para brindarles autonomía dentro de sus hogares. Y así lo hacen, bajo la cosmovisión del lequil cuxlejalil (el buen vivir), al maximizar el beneficio social a través de la sostenibilidad y rentabilidad de las cadenas de valor.

“Yomol A’Tel” es una manera de concebir el trabajo desde la cosmovisión comunitaria. Para ellos, es fundamental poner en el centro a la persona y caminar juntos para cumplir sus cometidos.
“Yomol A’Tel” es una manera de concebir el trabajo desde la cosmovisión comunitaria. Para ellos, es fundamental poner en el centro a la persona y caminar juntos para cumplir sus cometidos.

Entre los múltiples miembros de esta “gran familia productiva”, se encuentra la marca Xapontic, que quiere decir “Nuestro jabón”, y desde 2007 fabrica productos de higiene personal, como champú líquido y sólido, jabón en barra y crema corporal. La red de cooperativas fue impulsada por la misión jesuita de Bachajón, que desde hace más de 60 años acompaña a comunidades y familias seltales de la zona.

Asimismo, implementan la técnica ancestral punto de lomillo (tela de cuadrillé e hilos de estambre) para la confección de bolsos de piel con motivos artesanales, neceseres, monederos, colgadores para la pared o pulseras. Al ser una región donde todas las mujeres bordan, observa Lara, decidieron rescatar y preservar este método para que las más jóvenes no se olviden de su identidad.

La tierra es más que un objeto económico

En el mantenimiento de estas prácticas típicas resuenan las palabras del Papa Francisco en su encíclica Laudato si’cuando invita a prestar especial atención a las comunidades aborígenes con sus tradiciones culturales. En el punto 146, aclara que “no son una simple minoría entre otras, sino que deben convertirse en los principales interlocutores, sobre todo a la hora de avanzar en grandes proyectos que afecten a sus espacios”. Para ellos, plantea el Santo Padre, “la tierra no es un bien económico, sino don de Dios y de los antepasados que descansan en ella, un espacio sagrado con el cual necesitan interactuar para sostener su identidad y sus valores”.

Las empleadas producen plantas aromáticas e insumos orgánicos a pequeña escala, sin agroquímicos, conviviendo con la biodiversidad del ecosistema local y sin sobreexplotar los recursos naturales. Lara puntualiza que esta producción es clave para el proceso de cosmética artesanal que las mujeres seltales elaboran en los laboratorios dentro de las comunidades. Las plantas aromáticas se deshidratan, se destilan y son parte de los ingredientes de la cosmética. De este modo, obtienen un producto con ingredientes orgánicos, pero, sobre todo, siguen un esquema no lineal, porque el ingreso va directamente a las socias y no a un proveedor externo.

Xapontic no es una realidad aislada, sino que trabaja en red con otras instituciones, como la Compañía de Jesús, universidades, financiadores e inversionistas sociales.
Xapontic no es una realidad aislada, sino que trabaja en red con otras instituciones, como la Compañía de Jesús, universidades, financiadores e inversionistas sociales.

En las creaciones de Xapontic, se representa a la tierra, las montañas y las flores mediante el uso de sus colores tradicionales, como el negro, el verde, el rojo y el rosa. “La naturaleza ha sido clave para la concepción de nuestra iconografía”, precisa la referente. Y si bien se preocupan por la conservación de su cultura, se han abierto a la aplicación de técnicas contemporáneas y han aprendido a conocer las necesidades del cliente, incluso haciendo textiles con pautas cromáticas más neutrales. De este modo, como subraya Lara, paulatinamente están pudiendo entrar en mercados que antes les resultaban difíciles para ingresar.

Otras maneras de generar valor agregado

En línea con los objetivos de desarrollo sostenible, la empresa procura construir un precio justo para que las productoras y sus familias puedan tener una vida digna e ingresos suficientes para cubrir todas las necesidades básicas. A su vez, Lara evidencia la obstinada lucha por reducir la brecha salarial y lograr la igualdad de género.

Pero el compromiso de esta institución no se acaba ahí. Otra de sus acciones es la creación de oportunidades laborales para las mujeres indígenas a través de un propio sistema educativo (no necesariamente escolarizado). Esto les permite apropiarse del territorio y mantener la vida de futuras generaciones teniendo en cuenta sus valores, cultura y prácticas, desde su modo de ser y proceder.

Plantear que las trabajadoras están en el centro de la actividad no es un eslogan, sino la realidad: rigen los principios de inclusión, justicia y equidad ya que cuenta con esquemas de organización y toma de decisiones horizontales contemplando todas las participantes. Ellas tienen la palabra en las asambleas que, por lo general, se efectúan cada seis meses.

La defensa de la dignidad de la mujer

Como sostiene Lara, en México, la pobreza es un 20% mayor en el medio rural que en el urbano y un 30% mayor en la población indígena que en la no indígena. Existen al menos cuatro razones del movimiento migratorio del campo a las ciudades: por economía, por escolaridad, por deterioro ambiental y por violencia organizada.

En la cooperativa, laboran con mujeres desde los 16 hasta los 80 años, la mayoría posee una escolaridad nula o primaria para las menores de 30 años y de secundaria y preparatoria para las mayores de 30. “Estas diferencias han relegado a la mujer a las actividades domésticas, al cultivo de hortalizas”, dice Lara. En cambio, los hombres han asumido el rol de búsqueda de ingresos a través de las ventas de sus propios productos o jornales. Una situación que supone un mayor poder para ellos por ser la principal fuente de sustento económico de la familia, pero que al mismo tiempo inhibe la participación de las mujeres en las actividades productivas. Por este motivo, desde Xapontic luchan por la igualdad en un sistema patriarcal.

“Las mujeres son dueñas y responsables del hogar y sus alrededores”, sostiene Lara. Por su parte, los hombres se encargan de los terrenos y del trabajo agrícola. No obstante, algunas mujeres destacan por su alto nivel de liderazgo. Por este motivo, Lara reivindica el papel clave que ellas desempeñan en la organización.

Para Lara, quien es la columna vertebral de este proyecto, la esencia del conglomerado femenino radica en el trabajo en procesos de economía solidaria y de favorecimiento del “buen vivir”. Un concepto que no es el dolce far niente (“el dulce no hacer nada”) o la dolce vita (“la vida dulce”)“de la burguesía destilada”, como ha advertido Francisco en varias ocasiones, sino el vivir en armonía con la naturaleza, el saber buscar la armonía, que es superior al equilibrio.

“Saber moverse en la armonía, eso es lo que da la sabiduría que nosotros llamamos el bien vivir. La armonía entre una persona y su comunidad, la armonía entre una persona y el ambiente, la armonía entre una persona y toda la creación”.

Trata de personas: Informe anual de Talitha Kum

Con motivo del Día Internacional contra el Trabajo Infantil, que se celebró el pasado 12 de junio, y en vista del Día Mundial contra la Trata de Personas, a celebrarse el próximo domingo día 30 de junio, Talitha Kum, la red global de hermanas, aliados y colaboradores establecida en 2009 en la Unión Internacional de Superioras Generales (UISG), ha publicado hoy su informe anual de actividades.

Rico en datos, historias, testimonios y análisis críticos, detalla el último año de actividad de Talitha Kum y se propone como herramienta de trabajo para todas las personas comprometidas contra la trata.

El informe de 2022 muestra un crecimiento fenomenal, cualitativo y cuantitativamente, en las áreas de prevención, atención a las víctimas, acceso a la justicia y creación de redes. Talitha Kum se ha convertido en una red de redes que llega a 560.606 personas en todo el mundo. Esto supone un aumento del 40% respecto a 2021. De estas 560.606 personas alcanzadas, 34.463 eran víctimas o supervivientes, 442.276 se beneficiaron de acciones de prevención y 83.867 participaron en actividades de creación de redes, formación y trabajo en red. Aunque se ha producido un gran crecimiento de las actividades, ha habido un ligero descenso de miembros activos y colaboradores 5445 (unas 554 unidades – un 9% menos).

Otro aspecto destacado es la estrecha colaboración de Talitha Kum con otras religiones o grupos interconfesionales, con un crecimiento del 31% en 2022, a escala local, regional e internacional, sobre todo en Asia, África y Oceanía.

Como iniciativa internacional contra la trata y la explotación de personas, Talitha Kum promueve la colaboración entre redes organizadas a escala nacional, regional y continental, que apoyan activamente a víctimas, supervivientes y personas en situación de riesgo. El informe refleja esta estructura multinivel y recoge la contribución de todas las coordinaciones y miembros de la red.

“El año pasado fue uno de los más difíciles debido a muchas crisis interrelacionadas, como el impacto de la pandemia de Covid-19, los conflictos en muchos países, por ejemplo en Myanmar, Sri Lanka, Siria, Burkina Faso, Venezuela, la guerra en Ucrania, que ha causado angustia a millones de personas, y los devastadores desastres naturales como consecuencia del cambio climático. Todas estas crisis están teniendo un impacto directo en la trata de personas en todo el mundo. Además, mientras reflexionamos sobre los retos de la transición de liderazgo y la complejidad de los tiempos que vivimos, vemos que la red Talitha Kum sigue comprometida con su misión, caminando unos con otros en el cuidado de las personas heridas por la explotación, y actuando contra la trata de personas. A pesar de los retos de los que hemos sido testigos, los miembros siguen respondiendo a la Llamada a la Acción cuidando, curando, empoderando e implicándose en las vidas de las víctimas y los supervivientes, y de las poblaciones que corren el riesgo de ser víctimas de la trata y la explotación”, declara la Hermana Abby Avelino, MM, Coordinadora Internacional de Talitha Kum.

“Los incansables y proféticos esfuerzos de Talitha Kum por sensibilizar y combatir la trata de personas, en sinergia y colaboración con miles de personas de todo el mundo, hacen que su misión tenga sentido y responda a los retos de cada tiempo y cada realidad. Luchar contra la explotación humana y erradicar todas las formas de esclavitud es un llamamiento cada vez más necesario. La Llamada a la Acción, redactada y lanzada el año pasado, es vibrante e inspiradora y sigue ofreciendo una perspectiva profunda a la hora de crear nuevas propuestas para promover un mundo más justo y solidario en el que cada persona pueda vivir con dignidad”, declara la hermana Nadia Coppa, ASC, presidenta de la UISG.

Este año, el análisis de datos ha contado con el apoyo del profesor Giulio Guarini, catedrático de Economía de la Universidad de Tuscia (Viterbo, Italia); la profesora Ilaria De Benedetti, titular de Estadística Económica de la Universidad de Tuscia (Viterbo, Italia); y Silvia Di Risio, estudiante del máster “Economía y Comunicación para la Gestión y la Innovación” de la Universidad Sapienza de Roma y la Universidad de Tuscia (Viterbo, Italia). El informe ha sido elaborado por Talitha Kum en colaboración con Global Solidarity Fund.

La red Talitha Kum está formada por congregaciones religiosas femeninas, entre las que se encuentran ma Hermanas Misioneras Combonianas.

Crédito: Talitha Kum