Recordando al Hno. José Menegotto

Muchas son las comunicaciones y mensajes que nos llegan tras la triste noticia del fallecimiento del Hno. José Menegotto. Compartimos algunas de ellas.

Estimado P. Rafael Güitrón y Misioneros Combonianos.

Nuestro más sentido pésame por el fallecimiento del Hno. José Menegotto.
Vayan estas líneas muy sentidas que nos permitimos redactar para todos ustedes al recordar la fineza del Hno. José, al cual tuvimos el alto honor de conocerlo y tratarlo desde hace más de 50 años.
Después de muchos momentos de haber convivido con él, entendemos y somos testigos de su generosidad como persona y calidad humana, distintivo que ponía en muy alto grado como ejemplo fiel del carisma, sencillez y dedicación de un Misionero Comboniano.
Lamentamos profundamente y no bastan estas palabras para expresar el sentirnos sumamente afectados por la partida de un gran Misionero que dejó huella con su presencia en estas tierras mexicanas.
Supimos de primera mano el haberle escuchado su relato de cómo llegó a México con aquellos primeros grupos de Misioneros que arribaron a la Baja California, en un trayecto por barco cruzando el Atlántico para llegar a la costa este de Estados Unidos, después un viaje en tren que los llevaría a California y por último un cruce fronterizo en coche y por caminos sinuosos para bajar a la península y abrir aquellas Misiones que los Combonianos iniciaron y que le brindaron años de trabajo para acompañar a las comunidades residentes y que por la disposición geográfica de las mismas las hacía poco accesibles para llegar a ellas.
Entendemos muy bien la valía del Hno. José al ser en su momento integrante del Consejo General de la Congregación y el haber tenido la alta responsabilidad y estar en la toma de decisiones de gran calado al tratar temas que repercutirían en tantos Misioneros.
No nos pasa desapercibido el reconocerlo durante tantos años que vivió en Nuevo León y que como en alguna ocasión en una plática amena de amigos nos comentó que ya se sentía Norteño, lo ubicamos siempre estructurado y por muchos años al frente de la economía de la casa donde vivió, atento e interesado por las recomendaciones que beneficiaran a la Congregación y dando testimonio cuando hace más de 30 años se constituyeron como Asociación Religiosa.
Damos fe por la amistad que nos unió al Hno. José que le dedicó toda su vida a México y que su Misión y vocación siempre la llevó a cabo en estas tierras junto con otros Misioneros que llegaron poco antes que él y varios muchos después de él.
Fueron esos primeros grupos de Misioneros Italianos los que fundaron y pusieron literalmente las primeras piedras de lo que hoy es la Provincia Mexicana.
Queridos y cercanos Padres y Hermanos Combonianos, vaya este muy sentido mensaje de pésame por la pérdida de un Misionero de tanta calidad como la del Hno. José, nos solidarizamos fraternamente con Ustedes y que esta pequeña misiva que les compartimos honre la memoria de un Misionero ejemplar para tantas generaciones que le siguieron.
Nos unimos en oración con Ustedes para su descanso eterno y nos permitimos reiterarles el afecto profundo que desde hace tantos años les tenemos.
Que descanse en paz, buen camino Hno. José…

Familia León Parra y personal de nuestra Firma Profesional.


Apenas este pasado 20 de noviembre, estuvimos con el festejando su cumpleaños número 96 el Grupo Antaño Ciudad de los Niños. Nos despedimos el día 21, como todos los años, que fuimos a su cumpleaños en esa casa Oasis Daniel Comboni en Guadalajara y nos dijo que ya estaba muy cansado, que ya había cumplido su misión y su ciclo en esta tierra. Nos sentimos satisfechos, pues pensamos que cumplimos como hijos adoptivos de este hermano religioso. Y sí, muy agradecido por todo lo que nos legó en nuestros años maravillosos de niñez y adolescencia, y se lo hicimos saber y le repetimos que lo quisimos. No queda más que dar gracias al creador por tantos años que compartimos juntos. QDEP, y vuela alto Hno. José Menegotto Morella, que te espera la vida eterna.

Manuel Federico Álvarez Flores


Un gran misionero que es recordado con mucho cariño en La Paz Baja California Sur. Descanse en paz y brille para el la luz perpetua.

María Anguiano


Que triste noticia para la Baja California Sur, lamento mucho la partida del Hermano José Menegotto. Dios le premie por tantos años de trabajo Misionero en estás tierras. QEPD.

Leonor Flores

Fallece el Hno. Menegotto. Se nos fue un gran misionero

Fecha de nacimiento: 20/11/1927
Lugar de nacimiento: Morazzone (Mi)/I
Votos temporales: 09/09/1947
Votos Perpetuos: 09/09/1953
Llegada a México: 1949
Fecha de fallecimiento: 13/12/1985
Lugar de fallecimiento: Guadalajara/México

Ayer, 13 de diciembre, el Hno. José Menegotto subió a la casa del Padre. Se nos va un gran misionero y una buena persona. Había nacido en Morazzone, en la diócesis de Milán, Italia, el 20 de noviembre de 1927. Acababa de cumplir 96 años, pero su cansado cuerpo ya no soportó la infección generalizada por la que había sido hospitalizado hacía varios días.

Hizo su primera profesión el 9 de septiembre de 1947 y los votos perpetuos el mismo día de 1953. En 1950 vino a México. Formó parte del tercer grupo de pioneros que vinieron a evangelizar las tierras de la Baja California Sur. Allí se entregó cuerpo y alma, de manera especial en la imprenta de la Ciudad de los Niños, de la que fue uno de sus fundadores, así como de la Ciudad de las Niñas, en la ciudad de La Paz, BCS. Su dedicación y su servicio marcaron a varias generaciones de sudcalifornianos, que lo recuerdan siempre con mucho cariño y hoy lloran su muerte.

En 1986 fue elegido como Asistente General del Instituto de los Combonianos, por lo que se vio obligado a ir a Roma, donde permaneció los 6 años que duró su mandato. Ello le permitió viajar por varios países del mundo, visitando las misiones combonianas y animando a los Hermanos en su vocación y servicio específico como Hermanos misioneros. En 1991, terminado su servicio en la Dirección General, regresó  a México, donde continuó su trabajo misionero, especialmente en la formación de Hermanos y donde permanecerá hasta el día de ayer, en que el buen Dios lo llamó a su nuevo destino en el Reino.

Desde hace unos años residía en el Oasis, la casa de los misioneros Combonianos en Zapopan, Jalisco, dedicada a acoger y cuidar a los misioneros ancianos y enfermos. Incluso allí, en su vejez y enfermedad, siguió siendo un ejemplo de consagración y amor a la misión. En una entrevista que le hizo la revista Esquila Misional hace dos años, decía lo siguiente: ««aquí estoy, y aquí sigo siendo misionero, hasta el final. ¿Que me cuesta? ¡Ah, caramba, claro que me cuesta! Si pudiera irme, me iría, pero mientras estoy aquí tengo que seguir siendo misionero. Hay que ofrecer este sufrimiento igual que Teresita del Niño Jesús, que es la patrona de las misiones y no vio las misiones ni en película».

Nos deja un gran testimonio de vida, de entrega a la misión y de amor a los más necesitados. Querido Hermano, descansa en la Paz del Señor y ruega por nosotros.

Video de la celebración de los 75 años de su profesión religiosa


TESTIMONIOS
Muchas son las comunicaciones y mensajes que nos llegan tras la triste noticia del fallecimiento del Hno. José Menegotto. Compartimos algunas de ellas.

Estimado P. Rafael Güitrón y Misioneros Combonianos.

Nuestro más sentido pésame por el fallecimiento del Hno. José Menegotto.
Vayan estas líneas muy sentidas que nos permitimos redactar para todos ustedes al recordar la fineza del Hno. José, al cual tuvimos el alto honor de conocerlo y tratarlo desde hace más de 50 años.
Después de muchos momentos de haber convivido con él, entendemos y somos testigos de su generosidad como persona y calidad humana, distintivo que ponía en muy alto grado como ejemplo fiel del carisma, sencillez y dedicación de un Misionero Comboniano.
Lamentamos profundamente y no bastan estas palabras para expresar el sentirnos sumamente afectados por la partida de un gran Misionero que dejó huella con su presencia en estas tierras mexicanas.
Supimos de primera mano el haberle escuchado su relato de cómo llegó a México con aquellos primeros grupos de Misioneros que arribaron a la Baja California, en un trayecto por barco cruzando el Atlántico para llegar a la costa este de Estados Unidos, después un viaje en tren que los llevaría a California y por último un cruce fronterizo en coche y por caminos sinuosos para bajar a la península y abrir aquellas Misiones que los Combonianos iniciaron y que le brindaron años de trabajo para acompañar a las comunidades residentes y que por la disposición geográfica de las mismas las hacía poco accesibles para llegar a ellas.
Entendemos muy bien la valía del Hno. José al ser en su momento integrante del Consejo General de la Congregación y el haber tenido la alta responsabilidad y estar en la toma de decisiones de gran calado al tratar temas que repercutirían en tantos Misioneros.
No nos pasa desapercibido el reconocerlo durante tantos años que vivió en Nuevo León y que como en alguna ocasión en una plática amena de amigos nos comentó que ya se sentía Norteño, lo ubicamos siempre estructurado y por muchos años al frente de la economía de la casa donde vivió, atento e interesado por las recomendaciones que beneficiaran a la Congregación y dando testimonio cuando hace más de 30 años se constituyeron como Asociación Religiosa.
Damos fe por la amistad que nos unió al Hno. José que le dedicó toda su vida a México y que su Misión y vocación siempre la llevó a cabo en estas tierras junto con otros Misioneros que llegaron poco antes que él y varios muchos después de él.
Fueron esos primeros grupos de Misioneros Italianos los que fundaron y pusieron literalmente las primeras piedras de lo que hoy es la Provincia Mexicana.
Queridos y cercanos Padres y Hermanos Combonianos, vaya este muy sentido mensaje de pésame por la pérdida de un Misionero de tanta calidad como la del Hno. José, nos solidarizamos fraternamente con Ustedes y que esta pequeña misiva que les compartimos honre la memoria de un Misionero ejemplar para tantas generaciones que le siguieron.
Nos unimos en oración con Ustedes para su descanso eterno y nos permitimos reiterarles el afecto profundo que desde hace tantos años les tenemos.
Que descanse en paz, buen camino Hno. José…

Familia León Parra y personal de nuestra Firma Profesional.


Apenas este pasado 20 de noviembre, estuvimos con el festejando su cumpleaños número 96 el Grupo Antaño Ciudad de los Niños. Nos despedimos el día 21, como todos los años, que fuimos a su cumpleaños en esa casa Oasis Daniel Comboni en Guadalajara y nos dijo que ya estaba muy cansado, que ya había cumplido su misión y su ciclo en esta tierra. Nos sentimos satisfechos, pues pensamos que cumplimos como hijos adoptivos de este hermano religioso. Y sí, muy agradecido por todo lo que nos legó en nuestros años maravillosos de niñez y adolescencia, y se lo hicimos saber y le repetimos que lo quisimos. No queda más que dar gracias al creador por tantos años que compartimos juntos. QDEP, y vuela alto Hno. José Menegotto Morella, que te espera la vida eterna.

Manuel Federico Álvarez Flores


Un gran misionero que es recordado con mucho cariño en La Paz Baja California Sur. Descanse en paz y brille para el la luz perpetua.

María Anguiano


Que triste noticia para la Baja California Sur, lamento mucho la partida del Hermano José Menegotto. Dios le premie por tantos años de trabajo Misionero en estás tierras. QEPD.

Leonor Flores

Nueva película sobre la Guadalupe

Crédito: OMPRESS

«Guadalupe, Madre de la Humanidad», es el título de la película de Goya Producciones y European Dreams Factory que se estrenará el 1 de marzo de 2024. Una película que fusiona elementos documentales con una cautivadora parte de ficción que recrea las Apariciones de la Virgen en 1531.

La película, dirigida por Andrés Garrigó, aspira a desvelar los múltiples aspectos de las apariciones de la Virgen de Guadalupe y cómo actúa hoy en la vida de muchas personas. Será una aportación a los preparativos del 5º centenario de las apariciones (2031) y cuenta con la colaboración de la Basílica de Guadalupe, de la Archidiócesis de México y del Instituto Superior de Estudios Guadalupanos.

“Con esta cinta nos proponemos metas muy altas: nada menos que recrear en los corazones de las personas de hoy el maravilloso efecto que tuvieron las apariciones de la Virgen de Guadalupe en el México de 1531”, afirma su director, Andrés Garrigó. La película, filmada en México, España, Estados Unidos y Alemania, incluye una parte documental con impresionantes testimonios, y una recreación en ficción del relato original de las cinco apariciones de la Virgen en Guadalupe dirigidas por el cineasta español Pablo Moreno.

En el corazón de esta producción destacan actores mexicanos devotos de la Virgen de Guadalupe. La actriz Karyme Lozano, enamorada de la Virgen, cruzó el Atlántico para participar en esta obra única. Sus reflexiones sobre el mensaje central de la Virgen destacan la importancia de la familia y la vida en estos tiempos caóticos. La actriz encargada de personificar a la Virgen de Guadalupe, Angélica Chong, comparte su emoción de ser elegida para el papel y la conexión especial con su madre. “Prepárate mucho, prepárate muy bien. Y encomiéndate a la Virgen en todo momento”, le aconsejó su madre, reflejando la esencia de la Virgen a Juan Diego: “haz de tu parte, pero yo haré el resto”. El actor que da vida al indígena Juan Diego, Mario Alberto Hernández, reflexiona sobre el personaje como un “superhéroe de la vida real”. Destaca la paciencia, humildad y fe que caracterizan a Juan Diego, considerándolo un modelo a seguir. En palabras de Mario Alberto, “la imagen de la Virgen de Guadalupe simboliza la fusión de dos culturas. La película busca explorar y honrar esta conexión única y profunda”.

En América se adelantará el estreno al mes de febrero. Será el 22 de febrero en México y en Centroamérica. El tráiler oficial de “Guadalupe: Madre de la Humanidad” se puede ver aquí.

El padre Saverio Paolillo, misionero comboniano, recibe la medalla por los Derechos Humanos en Brasil

El padre Saverio Paolillo, misionero comboniano italiano, recibió la medalla “José Gomes da Silva” de los Derechos Humanos, el pasado 7 de diciembre, en Brasil. El honor le fue otorgado por la Asociación de Abogados de Brasil (OAB/PB), en reconocimiento a su compromiso y actividad en la promoción y defensa de los derechos humanos de niños y adolescentes.

Desde hace muchos años el Padre Saverio se dedica a la labor misionera de promoción y defensa de los derechos humanos, especialmente de los niños y adolescentes, y también al servicio de la pastoral penitenciaria. El padre Saverio dedicó esta medalla a todo el grupo que trabaja con él en este servicio misionero, en el Centro de Derechos Humanos Dom Óscar Romero (CEDHOR) y en la Pastoral de Menores (PAMEN) de la Arquidiócesis de Paraíba.

Ayer, 10 de diciembre de 2023, la Declaración Universal de Derechos Humanos celebró su 75º aniversario. Sin embargo, la protección y promoción de los Derechos Humanos sigue siendo una prioridad actual y urgente. Siguiendo el ejemplo de San Daniel Comboni, los Misioneros Combonianos están también comprometidos en la promoción y defensa de los derechos individuales y de los pueblos. La Provincia de los Misioneros Combonianos de Brasil se alegra por este reconocimiento y agradece al Padre Saverio por todo su compromiso misionero en la defensa de la vida y los derechos de los más vulnerables. 

Fallece el P. Marcello Trotta

Fecha de nacimiento: 18/02/1939
Lugar de nacimiento: Montefalcone Valfortore/I
Votos temporales: 09/09/1957
Votos Perpetuos: 09/09/1963
Fecha de ordenación: 28/06/1964
Llegada a México: 1968
Fecha de fallecimiento: 10/12/2023
Lugar de fallecimiento: Verona / I

Hoy, 10 de diciembre, falleció en Verona el P. Marcello Trotta, misionero comboniano italiano que trabajó por varios años en México.

Por: P. Manuel João Pereira

Nuestro hermano P. Marcello Trotta, de la comunidad de Castel d’Azzano, nos dejó el pasado 10 de diciembre en el hospital Borgo Roma de Verona, hacia las 19 horas. El P. Marcello había sido hospitalizado recientemente debido a diversas complicaciones y a las numerosas patologías que ya padecía (insuficiencia renal, problemas cardíacos, diabetes…) con altibajos en su estado de salud. Finalmente se produjo una hemorragia gastrointestinal que le provocó la muerte a las pocas horas.
P. Marcello nació el 18 de febrero de 1939 en Montefalcone Valfortore y tenía, por tanto, 84 años. Hizo el noviciado en Gozzano (55-57) y la primera profesión el 9 de septiembre de 1957. Estudió filosofía y teología en Verona (57-60) y Venegono (60-64); sus votos perpetuos el 9 de septiembre de 1963 y su ordenación el 28 de junio de 1964. El P. Marcello ejerció su ministerio misionero entre Italia (aproximadamente 41 años) y México (aproximadamente 17 años).
El funeral del P. Marcello fue celebrado el miércoles 13 de diciembre, en nuestra comunidad de Castel d’Azzano, presidido por el P. Renzo Piazza, superior de la comunidad. Estuvieron presentes el superior provincial, P. Fabio Baldan, y algunos hermanos de la comunidad de nuestra casa madre en Verona. Posteriormente el cuerpo fue trasladado a su ciudad natal, donde en la mañana del 14 de diciembre, se realizó la celebración fúnebre. Que este hermano nuestro descanse dichoso en la casa del Padre, después de sus labores apostólicas y de sus numerosos sufrimientos físicos.
A continuación se muestra la homilía del P. Renzo.


Funeral del P. Marcello Trotta

13 de diciembre de 2023

La noche después de la muerte del P. Marcello, tuve un sueño. Buscaba un mensaje de texto para enviar a la familia para consolarlos en su momento de duelo. Tenía un texto ante mis ojos, pero no podía leerlo porque los caracteres eran demasiado pequeños. Con la computadora quería copiar y pegar, pero las palabras no se copiaban. Había un libro pero era difícil abrirlo… La palabra siempre permanecía ilegible y esquiva. Cuando desperté, mis pensamientos se aclararon. El texto que buscaba era el Salmo 6 que había leído y meditado unos días antes y que hoy puede servir de espejo de lo que el P. Marcello ha vivido en los últimos días. Se define como el salmo de un enfermo. Nos habla de la situación de un enfermo y del repentino cambio de situación que se produce en él. Es un enfermo que suplica y luego, de repente, estalla en un grito de salvación.

Señor, no me castigues en tu ira,
no me castigues en tu furor.
Ten piedad de mí, Señor: me desmayo;
sáname, Señor: mis huesos tiemblan.
Mi alma está completamente trastornada,
pero tú, Señor, hasta ¿cuándo…?
Vuélvete, Señor, a librarme,
sálvame por tu misericordia.
Nadie entre los los muertos se acuerdan de ti.

El Señor agradece mi oración.
El Señor oye mi súplica,el Señor oye la voz de mi clamor.
Aléjense de mí, todos los que hacen el mal,
Envejezco entre tantos de mis opresores.
Mis ojos son consumidos por el dolor,
¿Quién en el inframundo canta tus alabanzas? (…)

El protagonista de este salmo habla de cómo vive la enfermedad en su mente y cómo vive su fragilidad. Pero esta experiencia se vive delante de Dios, con la claridad de que todo esto forma parte de un plan divino cuyos contornos, sin embargo, no están del todo claros.

“Señor, no me castigues en tu ira, no me castigues en tu furor, ten piedad de mí, Señor… sáname, Señor… vuélvete, Señor, a liberarme”.

Se afirma que la enfermedad es de alguna manera una anticipación de la muerte, una imagen de la muerte. En segundo lugar, que Dios puede liberar, por lo que existe la certeza de que incluso una vida degradada está en manos de un Dios poderoso.

Me parece que este salmo dice mucho de la historia humana y espiritual del P. Marcello, sobre todo en los últimos años ya que la diálisis fue la fiel compañera de sus días y con el paso de los días vio que su cuerpo se volvía más frágil, su falta de autonomía y su necesidad de ayuda crecía. Las transiciones del minibús a la ambulancia, de la total autonomía al uso del andador, del andador a la silla de ruedas y al ingreso hospitalario no son indoloras. ¿Dónde podemos encontrar alegría cuando vemos que una lenta mejora es reemplazada por una nueva crisis, una nueva dificultad, una nueva disminución?

No nos cuesta imaginar que el P. Marcello hiciera suya esta oración: “Pero tú, Señor, ¿hasta cuándo…? Vuélvete, Señor, a liberarme, sálvame por tu misericordia.”

Tuvimos que apretar los dientes, empezar de nuevo, vivir la vida cotidiana como si la enfermedad no existiera y nuestra fuerza tuviera la capacidad de regenerarse continuamente como el agua de un manantial. Pero no fue así.

El hombre Marcello, el cristiano Marcello y el sacerdote Marcello tuvieron que sacar sus garras para resistir, para no dejarse desanimar, para demostrar que la vida, sin embargo, continúa y la esperanza en Dios no puede ser defraudada. Fuimos testigos de la serenidad subyacente con la que el P. Marcello afrontó la prueba y caminó basándose en la fidelidad de Dios.

Podemos aplicarle lo que está escrito en el libro del Deuteronomio: en este momento difícil, “tu traje no  se ha desgastado y tu pie no se ha hinchado durante estos años”.

Las lecturas que acompañan el camino de la Iglesia en este miércoles de Adviento iluminan también la historia del padre Marcello hoy.

El profeta Isaías, en el libro de consolación que ya hemos escuchado el domingo y el martes y que hoy retomamos, ofrece una respuesta a la pregunta que muchos se han hecho observando la serenidad del P. Marcello en su enfermedad. ¿Pero dónde encontró su fuerza? ¿Quién le dio el valor para recuperarse y continuar su camino, a pesar de las debilidades y las recaídas? La respuesta es simple. “El Señor da fuerzas al cansado y multiplica las fuerzas al agotado. Incluso los jóvenes luchan y se cansan, los adultos tropiezan y caen, pero los que esperan en el Señor recuperan fuerzas, les crecen alas como las de las águilas, corren sin cansarse, caminan sin cansarse”.

Y el Evangelio de Mateo nos muestra la fuente de energía que se ofrece a los que están cansados ​​y debilitados: “Venid a mí todos los que estáis cansados ​​y agobiados, y yo os haré descansar. Aprende de mí y encontrarás descanso para tu vida”, dice Jesús.

La fe nos dice que la tierra prometida, el lugar de descanso, es estar con Jesús resucitado. Estar con él es el deseo del discípulo cuando vive y la recompensa que Dios le da después de su muerte. En Cristo probado, doblegado por el sufrimiento asumido por amor, fiel al Padre hasta la muerte… el discípulo encuentra a su Maestro y Señor. Estar con él es su deseo y su recompensa. Y queremos imaginar hoy a Jesús resucitado junto al P. Marcello que le dice: “Señor, es hermoso para mí quedarme aquí, vivir en tu casa todos los días de mi vida para contemplarte a ti y al rostro del Padre”. quien os amó y os envió al mundo”.

Algunas notas finales. Podrían ser los contrastes del P. Marcello.

El P. Marcello partió de este mundo el domingo 10 de diciembre, cuando la Iglesia recordó a la Virgen de Loreto. Unos minutos antes de fallecer, Fr. Lucho y yo lo encontramos en la unidad de cuidados intensivos del hospital y oramos por él, invocando a la Virgen María: “Ruega por nosotros pecadores ahora y en la hora de nuestra muerte”. Estamos seguros que la Virgen María se unió a nuestra oración, haciéndola suya y presentándola a su Hijo bendito, para que lo acoja entre sus fieles servidores.

La última conversación con él tuvo lugar el día de la Inmaculada Concepción: estaba en el hospital y se encontraba bien. Hablamos de esto y aquello. En cierto momento dijo: “Tengo que disculparme porque siempre me he quejado de mis superiores, pero ahora veo que es hora de dejar esta costumbre…”. Le respondí: “Pero nunca te he oído quejarte de mí…” Y él puntualmente: “No, no, tú también fuiste parte de los que critiqué, pero te pido disculpas…”

El P. Marcello vino a ver las noticias y al final, en silla de ruedas, se dirigió a su habitación. Pero el pasillo era largo y más de una vez lo empujé hacia la habitación. Hacia el final del viaje me dijo: “Gracias. Ya es suficiente, tu día está lleno, tienes tantas cosas que hacer. Ahora puedo hacerlo por mi cuenta… ¡Gracias por tu ayuda!”

En otra ocasión, casi distraídamente, le dije: “Pero Marcello, no podemos olvidarnos de ti…” Al cabo de un par de meses me dijo: “¡Gracias por esas palabras! Me hicieron bien y me dieron mucho coraje”.

Quiero agradecer a las comunidades de Troia y de Bari que han mantenido constantemente su atención hacia el P. Marcello, viniendo a visitarlo y preocupándose siempre por su inclusión en la comunidad de Castel d’Azzano y por su estado de salud. Mañana les encomendamos la tarea de acompañar al padre Marcello en el último tramo del camino.

Padre Marcello, no he compartido con usted los esfuerzos del apostolado ni de la misión, sino sólo los últimos meses de su vida terrena. Me gustaría decirte a ti y a todos que amarte no fue difícil.

¡Gracias Marcelo! Recuérdanos.

P. Renzo Piazza

El Papa pide “desmasculinizar” la Iglesia

En la audiencia a los miembros de la Comisión Teológica Internacional, el Pontífice les entregó el discurso debido a su estado de salud, que no le permitió leerlo él mismo. Sin embargo, les dirigió una palabras improvisadas en las que les pidió con insistencia “desmasculinizar” la Iglesia. Estas fueron sus palabras (Foto: Vatican News).

«Gracias por esta visita. Y gracias por su trabajo. Aquí hay un bonito discurso con cosas teológicas, pero como yo estoy, mejor no leerlo. Se lo dejo a ustedes.

Les agradezco lo que hacen. La teología, la reflexión teológica, es muy importante. Pero hay algo que no me gusta de ustedes, perdonen mi sinceridad. Una, dos, tres, cuatro mujeres: ¡pobrecitas! ¡Están solas! Ah, perdón, cinco. ¡En esto debemos avanzar! Las mujeres tienen una capacidad de reflexión teológica diferente a la que tenemos los hombres. Debe ser porque he estudiado mucho la teología de una mujer. Me ayudó una excelente alemana, Hanna-Barbara Gerl, sobre Guardini. Ella había estudiado esa historia y la teología de esa mujer no es tan profunda, pero es hermosa, es creativa. Y ahora, en la próxima reunión de los nueve cardenales, tendremos una reflexión sobre la dimensión femenina de la Iglesia.

La Iglesia es mujer. Y si no entendemos lo que es una mujer, lo que es la teología de una mujer, nunca entenderemos lo que es la Iglesia. Uno de los grandes pecados que hemos cometido es “masculinizar” la Iglesia. Y esto no se resuelve por la vía ministerial, esto es otra cosa. Se resuelve por la vía mística, por la vía real. A mí me ha dado mucha luz el pensamiento de Balthasar: principio petrino y principio mariano. Esto se puede debatir, pero los dos principios están ahí. El mariano es más importante que el petrino, porque existe la Iglesia esposa, la Iglesia mujer, sin masculinizarla.

Y os preguntaréis: ¿a dónde lleva este discurso? No sólo para deciros que haya más mujeres aquí -que también-, sino para ayudar a reflexionar. La Iglesia mujer, la Iglesia esposa. Y esta es una tarea que os pido, por favor. Desmasculinizad la Iglesia.

Y gracias por lo que hacéis. Perdonadme, he hablado demasiado y me siento mal, pero ahora, sentados como estamos, podemos rezar juntos un Padrenuestro, cada uno en su lengua, y luego daré la bendición.

Y rezad por mí. Rezad a mi favor, no contra mí, porque este trabajo no es fácil. Gracias».