Mi experiencia en las misiones de Oaxaca

Por: Jair Antonio Castillo Solis
Liga Misional Juvenil, Merida (Yucatan)

Comencé esta misión con muchas inquietudes, pero volvería a salir de mi hogar como cada Semana Santa, no como siempre he misionado en mi estado, sino llevando la experiencia y formación como una bandera para representar a mi amada arquidiócesis de Yucatán. Quería dar lo mejor de mí y de mi hogar. Con mucho entusiasmo empezamos formándonos y recordando que a la misión no se va solamente a enseñar a Cristo Resucitado, sino a aprender de la gente que nos recibe, porque ellos también tienen a Cristo Resucitado en su corazón y lo aman.

Se me encomendó formar parte del grupo que se quedaría en el municipio de San Pedro Sochiápam para apoyar en la cabecera parroquial y vivir la Semana Santa acompañado de sus costumbres y tradiciones. Comenzamos el viaje con toda la actitud y entusiasmo, las adversidades del camino fueron muy pocas. Siempre traté de estar en oración e ir concentrado para que el Señor obre en mi y mostrar la mejor cara de un Cristo joven  a las personas de la comunidad. Afortunadamente las personas del municipio fueron alertadas de que estábamos en camino y vinieron a buscarnos para llevarnos de manera segura a la comunidad más cercana y de allí dividirnos para llegar cada uno a la comunidad donde se quedaría. No tardamos mucho y llegamos a la cabecera parroquial con la bendición de Dios y un gran entusiasmo. Nos encontramos con la grata sorpresa de que en la comunidad nos esperaban, y con un gran gesto de buena voluntad, se tomaron la molestia de servirnos una deliciosa cena para poder convivir con ellos y así empezar a conocernos de corazón.

Llegó la mañana del Domingo de Ramos y empezamos con muchas ganas para iniciar la Semana Santa. Algo que sin duda no voy a olvidar es la forma tan bella de sus tradiciones, que me hacían ver lo grande que es la fe y el mundo. La gente empezó a juntarse para iniciar la procesión con sus palmas de huano acompañando a Jesús, adornadas con las flores y ramas de las plantas que crecen allí. También Había una persona que les ayudaba a representar ese momento tan especial en el que Jesús entra en la ciudad montado en un burro. Eligieron a un joven para que entre junto con ellos en un burro hasta llegar a la iglesia, donde empezó la misa y, con ella, este tiempo tan importante para nosotros los católicos: la Pasión, Muerte y Resurrección de Nuestro Señor Jesús.

Los días empezaron a transcurrir, y la verdad es que se vivía un ambiente diferente. Los más emocionados, gracias a Dios, eran los jóvenes, que tenían la inquietud de conocernos y de aprender de nosotros. Nuestro objetivo principal era acercarlos a la Iglesia. Dios nos dio las palabras para poder decir de manera coherente las cosas y poder tener ese tacto con ellos. Dimos nuestros temas de formación en los primeros días, referentes al Triduo Pascual y a todo lo que estábamos a punto de vivir, pues teníamos que hacer que sus corazones empezasen a desarrollar esa pequeña llama en ellos y puedan ser luego los formadores de la primera pastoral juvenil del lugar. Les hablamos de quienes éramos y de dónde veníamos, así como lo que hacíamos y como llegamos a formar parte de esta Obra de la Propagación de la Fe. Quedaron fascinados y mostraron un gran interés por buscar su lugar en la Iglesia, a pesar de muchas dudas en sus corazones. Nos las expusieron y empezaron así a dar el primer paso para integrarse como miembros activos y empezar a participar en la Iglesia. Afortunadamente la tecnología estaba a nuestra disposición y ellos incluso formaron su grupo de chat para poder estar avisados siempre y comunicarse.

Los hombres y las mujeres adultos mostraban una gran devoción y deseo de seguir en la Iglesia, sin embargo les había carcomido la tristeza de ver cómo muchos de sus hijos y nietos se alejaron de ella. Nuestra misión era animarlos y apoyarlos para que se dieran cuenta de que tienen que acercarse a ellos, pues pueden ayudarlos mucho. Tienen bellas tradiciones, como sus cruces de huano y muchas más cosas. Nosotros les dijimos que su tarea ahora es tomar como discípulos a sus hijos y nietos para enseñarles esas tradiciones. De esa misma manera deben hablarles del amor que tienen a Dios y del por qué de ese amor, para que los jóvenes lo entiendan y se acerquen a Él para conocerlo y luego adorarlo.

Mi experiencia en este lugar me dejó con un vacío y una tristeza en mi corazón, porque me quedé con las ansias de seguir fortaleciendo a aquella comunidad. Sin embargo, me he dado cuenta que ese es el sentimiento que he experimentad, de amor a la comunidad, así como de la acogida me han brindado. Ellos a mi me enseñaron que no se trata solo hacer las cosas de una manera, sino que hay muchas más formas de dejar llevar mi creatividad, de que el amor se puede demostrar en muchas realidades.

Hoy mi corazón está lleno de gozo y me siento feliz, porque me ayudaron a abrirme y a dar el primer paso para ser un mejor joven y misionero; a darme cuenta que es uno mismo el que a veces tropieza en la misma piedra del camino. Son las ataduras del pasado y de los miedos lo que nos hace caer, pero sobre todo lo que nos hace tener un corazón de piedra y ser ese grano que no tiene vida y se hace infértil. A pesar de que uno conozca sus errores, no actúa verdaderamente para cambiar. Ahora me doy cuenta de que no es sólo saber, sino que es necesario dar un paso más profundo para acercar mi corazón al cambio con la ayuda del Señor.

El bienestar de la juventud

Por: Secelela Balisidya. Mundo Negro Digital 
Foto: Javier Sánchez Salcedo. MND

Rehema Orgeness Mghamba es consejera de bienestar en Tanzania. Comenzó su carrera en 2019 especializándose en charlas para adolescentes. Emprendió este camino al ser consciente de los desafíos a los que se enfrentaba la juventud en Tanzania y en el resto de África oriental.  

Uno de ellos es el de la droga. La ONU estima que, en 2030, el número de consumidores en África habrá aumentado un 40 %. Según la Oficina de la ONU contra la Droga y el Delito, en África oriental está creciendo el tráfico de heroína, cocaína y cannabis. Los aeropuertos de Nairobi (Kenia) y Adís Abeba (Etiopía) son puntos clave de entrada de drogas en la región. Los puertos de Dar es-Salam (Tanzania) y Mombasa (Kenia) son también vías de entrada elegidas por los narcotraficantes.

El mal uso de las redes sociales es otro factor que hace que la seguridad de los niños esté en riesgo. Las violaciones alcanzan niveles elevados y muchas jóvenes, en su mayoría de familias empobrecidas, se ven abocadas a la prostitución.

Otro reto es la mezcla de culturas y de planes de estudios, que cambian dependiendo del centro educativo que elija cada familia. Esta situación genera cierta confusión entre los jóvenes, así como una pérdida de identidad y de los valores propios de su cultura. 

La formación psicológica y en autoconocimiento llega a algunos jóvenes, pero no a muchos, debido a la escasez de recursos y, también, a la falta de profesionales en estas materias. Además, padres y tutores no ven la importancia de buscar psicólogos ni de pedir ayuda.

Mghamba ha llegado a más de 2.500 jóvenes a través de sesiones especiales en escuelas e iglesias. Los resultados han sido positivos: los jóvenes tienen la oportunidad de hablar abiertamente de los asuntos que les preocupan, de plantearle sus dudas y de modificar sus malos hábitos. «A menudo, los padres y los tutores contribuyen en gran medida a estos problemas porque no tienen tiempo suficiente para sentarse a hablar con sus hijos. Existe una tendencia de los padres a ignorar a sus hijos o a pensar que son pequeños. Al hablar con ellos, he recibido quejas de que o se los ignora o se los sobreprotege y no se les da la oportunidad de expresar lo que piensan», afirma Mghamba.

A pesar de que los retos son grandes, los padres pueden ayudar a sus hijos a alcanzar sus metas, para lo cual deben dedicar tiempo suficiente para estar con ellos y asegurarse de que tienen un proyecto común como familia. Esto les ayudará a reconocer los talentos que tienen sus hijos y a tener tiempo para inducir en ellos los valores culturales que necesitan. Estar cerca de los hijos puede ayudar a los padres a ver con claridad el entorno por el que discurren, a aconsejarles de forma adecuada.

«Es bueno que los jóvenes conozcan sus orígenes para construir su personalidad sobre buenos cimientos y así evitar una mezcla de comportamientos y culturas. Los jóvenes deben conocer el entorno en el que viven para poder distinguir las culturas y costumbres que les pertenecen. Así sentarán las bases de su existencia y cuidarán su identidad», concluyó Mghamba.

Índice global del Hambre 2023: África sigue siendo el continente con mayores niveles de hambre en el mundo

Los avances en la lucha contra la escasez de alimentos en todo el mundo se han estancado desde 2015. na vez más, es el África subsahariana quien que registra los niveles más altos de hambre a nivel mundial, con hasta 12 países al final del índice. Para cambiar las cosas, sugiere el informe, debemos invertir en los jóvenes.

Por: Michela Trevisan. NIGRIZIA

También este año África se confirma como el continente más afectado por el flagelo del hambre, que afecta especialmente a la enorme región subsahariana. Así lo certifica el Índice Global del Hambre 2023, que monitorea cada año los niveles en 136 países de todo el mundo. Al ritmo actual, 58 de ellos no lograrán reducir el hambre dentro del objetivo de 2030 establecido por las Naciones Unidas.

A escala mundial, salvo avances significativos realizados por algunos países, la lucha contra el hambre ha sufrido un estancamiento general desde 2015 y la escasez de alimentos sigue siendo grave o incluso alarmante en 43 países, casi todos ellos africanos. El sur de Asia y el África subsahariana siguen siendo las regiones del mundo con los niveles más altos de hambre desde hace dos décadas. Con un aumento, a partir de 2017, de la desnutrición: el número de personas desnutridas pasó de 572 millones a alrededor de 735 millones.

Se espera que África sea la única región destinada a registrar un aumento significativo en el número de personas desnutridas: de 282 millones en 2022 a los 298 millones esperados en 2030. En el índice de 2023, 12 naciones africanas aparecen entre aquellas con niveles más altos de desnutrición en el planeta. En primer lugar está Sudán del Sur, seguido de Burundi, Somalia, República Centroafricana, Madagascar, República Democrática del Congo, Lesotho, Níger, Chad, Guinea-Bissau, Liberia y Sierra Leona.

En particular, el informe habla de “niveles alarmantes de hambre” en Burundi, República Centroafricana, República Democrática del Congo, Lesotho, Madagascar, Níger, Somalia, Sudán del Sur y Yemen. Sin embargo, también hay ejemplos virtuosos. Desde el año 2000, siete países cuyos puntajes de hambre en indicaban un nivel de hambre “extremadamente alarmante” han logrado avances. Ellos son: Angola, Chad, Etiopía, Níger, Sierra Leona, Somalia y Zambia.

El índice también califica el progreso de otros siete países como “particularmente impresionantes, dados los desafíos enfrentados en todo el mundo y el estancamiento de los niveles de hambre global en los últimos años”: Chad, Djibouti, Mozambique, República Democrática Lao, Nepal, Timor Oriental, Bangladesh y Laos.

Múltiples causas

El continente africano está agobiado por una mezcla mortal de condiciones adversas, empezando por los efectos del cambio climático, con sequías e inundaciones impredecibles, condiciones extremas que comprometen la producción de alimentos. A esto se suman las numerosas inestabilidades políticas y  conflictos prolongados , que interrumpen las actividades agrícolas y desplazan a las comunidades, empeorando aún más la crisis.

Finalmente, la ausencia de políticas sociales y  la creciente desigualdad económica , que deja a los más vulnerables sin acceso a recursos alimentarios esenciales. Además de todo esto, el estudio señala que “la población de África está a punto de  duplicarse para 2050, lo que ejercerá más presión sobre los sistemas de producción y distribución de alimentos, ya presionados por la demanda existente”.

Invertir en los jóvenes

En sus conclusiones, el informe señala que los países más afectados por el hambre son generalmente también los que tienen el mayor recurso para el cambio: los jóvenes. Jóvenes que hasta ahora no han tenido la oportunidad de participar y tener voz en las decisiones que influyen en su futuro, pero a los que se debe capacitar para “desempeñar un papel central en la transformación de los actuales sistemas alimentarios fallidos, aplicando “su energía e innovación para ayudar a que los sistemas alimentarios sean más sostenibles, más justos y más capaces de satisfacer las necesidades de todos los habitantes del mundo, especialmente los más vulnerables”. Por esta razón, los autores invitan a los gobiernos a poner los alimentos “en el centro de las políticas, programas y procesos de gobernanza de los sistemas alimentarios” y a poner a las personas en condiciones de ejercer su derecho a hacerlo.

En particular, de hecho, es esencial invertir en los jóvenes, en sus capacidades para “convertirse en líderes en la transformación de los sistemas alimentarios”. Y esto “significa también invertir en su educación y en el desarrollo de capacidades, así como en su salud y nutrición”.

Encuentro mundial de jóvenes combonianos en Portugal

La Familia Comboniana ha estado presente en la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) a través de la iniciativa World Youth Comboni Gathering (WYCG), integrada por siete grupos de jóvenes procedentes de Estados Unidos, España, Panamá, Italia, Macao, Alemania y Portugal. En total unos 140 jóvenes y animadores de cuatro continentes y diversas nacionalidades, que han superado el desafío de la lengua gracias al lenguaje del amor.

Antes de separarse y regresar a sus países, el lunes 7 de agosto los jóvenes de la WYCG tuvieron un encuentro en la comunidad comboniana de Santarém (en la foto) para hacer balance de todo lo vivido en Portugal.

Una de las vivencias que más han destacado fue el impresionante silencio delante del sacramento de la Eucaristía durante la Vigilia de Oración del sábado por la noche. También algunas de las palabras del Papa exhortándoles a no tener miedo y a vivir de una manera inclusiva su seguimiento de Jesús: «¡Todos, todos, todos! En la Iglesia hay lugar para todos».

Durante la jornada del día 7 también hubo un momento de reflexión individual para que cada joven concretara los propósitos que lleva consigo tras la experiencia vivida en la JMJ y que posteriormente han compartido en pequeños grupos lingüísticos.

El último momento de este encuentro de evaluación ha sido la celebración de la Eucaristía, presidida por el P. David Domingues, Vicario general del Instituto de los Misioneros Combonianos del Corazón de Jesús.

El Papa a los jóvenes: “Faltan 40 días, nos vemos en Lisboa”.

Este jueves, 22 de junio, fue publicado el videomensaje que el Santo Padre envió a los jóvenes que se están preparando para participar en la próxima JMJ Lisboa 2023. A 40 días de la “fiesta de la juventud”, el Pontífice alienta a los jóvenes a no hacer caso a “aquellos que reducen la vida a ideas”. También envió un saludo a los trabajadores encargados de la logística de la JMJ, a quienes agradece “por dar una mano a esta organización”.

Vatican News

“En este momento es el punto donde todos tenemos que mirar. Los jóvenes tienen que mirar, a ustedes jóvenes, adelante. Faltan 40 días como una Cuaresma hasta llegar al encuentro de Lisboa”, con estas palabras el Papa Francisco alienta a los jóvenes que se están preparando para participar en la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ), Lisboa 2023, que se realizará del 1 al 6 de agosto próximo en la capital de Portugal y también a aquellos que van a seguir la JMJ desde lejos.

Voy a estar con ustedes en Lisboa

En su videomensaje, el Santo Padre señala que, está preparado y listo a participar en la “fiesta de la juventud” y a pesar de la reciente intervención quirúrgica a la que fue sometido el pasado 7 de junio, el Pontífice confirma su presencia en Lisboa.

“Yo ya tengo todo en la mano porque tengo ganas de ir. Algunos piensan que por la enfermedad no puedo ir, pero el médico me dijo que puedo ir, así que voy a estar con ustedes”.

Poner en práctica los tres lenguajes de la vida

A los jóvenes, el Papa Francisco los alienta a ir adelante sin hacer caso “a aquellos que reducen la vida a ideas”, ya que ellos, “han perdido la alegría de la vida y la alegría del encuentro”. Y, al contrario, los invita a rezar por ellos y a poner en práctica los tres lenguajes de la vida.

“El lenguaje de la cabeza. El lenguaje del corazón. El lenguaje de las manos. El Lenguaje de la cabeza, para pensar claramente lo que sentimos y lo que hacemos. El lenguaje del corazón para sentir bien, profundamente lo que pensamos y lo que hacemos. Y el lenguaje de las manos para hacer con eficacia lo que sentimos y lo que pensamos”.