Fecha de nacimiento: 21/01/1957
Lugar de nacimiento: Coyoacán / México
Votos temporales: 21/04/1979
Votos perpetuos: 10/06/1983
Fecha de ordenación: 03/12/1983
Fecha de fallecimiento: 17/12/2020
Lugar de fallecimiento: Ciudad de México / México

Formación

El P. Gerardo nació en la Ciudad de México el 21 de enero de 1957. Miembro de una familia profundamente religiosa en donde recibió un testimonio de vida cristiana muy profunda de sus padres, sus dos hermanos y su hermana. Ingresó al postulantado de Xochimilco en el año 1975 para iniciar su formación sacerdotal misionera con los estudios de filosofía. Fue un postulante entusiasta y comprometido en la formación y en los estudios. En 1977 ingresó en el noviciado de Cuernavaca, en donde vivió su primera experiencia como candidato a la vida religiosa misionera y comboniana dando ejemplo de seriedad y compromiso en su vida como novicio. El 21 de abril de 1979 hizo su primera profesión y fue destinado al escolasticado de Innsbruck, en Austria, para continuar con su preparación teológica, sin embargo tuvo que dejar ese escolasticado, pues se encontró con varias dificultades, sobre todo de adaptación al ambiente estudiantil con el que encontró algunas resistencias que chocaban con su forma de pensar y su sensibilidad religiosa. Los superiores lo destinaron entonces a Roma, en donde realizó sus estudios de teología y terminó su preparación a la vida sacerdotal. El 10 de junio de 1983 hizo su profesión perpetua y regresó a México para su ordenación sacerdotal, la cual tuvo lugar en la ciudad de México el 03 de diciembre del mismo año.

Servicios en la provincia de México

El padre Gerardo fue un hombre bueno y generoso, siempre disponible a los pequeños servicios y a facilitar la vida de los demás. Desde sus años de estudiante demostró una gran pasión e interés por conocer y profundizar en el conocimiento de la Palabra de Dios, en la espiritualidad y en la teología. Con el pasar de los años fue haciéndose de una espiritualidad muy personal, a veces dando la impresión de vivir un poquito con un espíritu conservador, esto lo hacía entrar en confrontación en algún momento con las ideas de los demás y no le resultaba muy espontáneo abrirse a los distintos modos de pensar de los demás. Con el pasar de los años se fue forjando en él también una relación muy particular con la figura de nuestra Madre María y se fue empapando de una espiritualidad mariana muy singular en él.

Siempre mantuvo claro su espíritu misionero y comboniano. Conocía bien a Comboni y mantenía una relación familiar y personal con él.

Sin embargo, en su experiencia de partir a la misión siempre se encontró con dificultades que le obligaron muchas veces a tener que regresar a la Provincia. Vivió momentos de grandes pruebas a nivel físisco, con enfermedades y crisis que lo llevaron a momentos de mucho sufrimiento personal.

Luego de algunos servicios en la Provincia de México, en donde durante los años 1984 a 1988 hizo una especialización y se tituló como licenciado en ciencias de la comunicación. Durante esos años, estando en la comunidad del Centro de Animación Misionera en la Ciudad de México trabajó también como director de la revista Aguiluchos.

En Mozambique

En 1989 fue destinado a las misiones de Mozambique, consagrando un tiempo al estudio de la lengua en Portugal. A su llegada a Mozambique se encontró con la difícil situación de la guerra y una violencia para la que Gerardo no estaba preparado. Su situación se complicó a causa de la enfermedad. Sufrió de graves malarias y tuvo que abandonar la misión en una situación bastante delicada de salud. Ahí empezó para él otra etapa de su vida que lo acompañaría hasta el final. La enfermedad, la fragilidad física y una cierta fragilidad emocional se fueron manifestando como una cruz con la que tuvo que cargar, muchas veces, en el silencio y en parte en la incomprensión de los demás. A partir de ese momento se fueron dando en su vida momentos de búsqueda que lo llevaron a tener que retirarse de la comunidad, unas veces para cuidar su salud, otras para discernir la voluntad de Dios en su vida, pero sin jamás dudar de su vocación sacerdotal y misionera.

Costa Rica y México

En 1994 hizo en curso de renovación en Roma y retomando fuerzas regresó a las misiones, esta vez fue destinado a la Delegación de Centroamérica, a Costa Rica. Ahí se le confió la tarea de formador, pero desafortunadamente no logró entrar en armonía con la mentalidad y las actitudes de los jóvenes y demás miembros del equipo formativo. Regresó de nuevo a la provincia de México y esta vez pidió permiso para intentar incardinarse en la arquidiócesis de México. Ahí trabajó por algunos años, hasta que el señor arzobispo le recomendó que regresara a la comunidad y en el año 2004 volvió y fue destinado a la pastoral en la misión de Baja California. Ahí lo recuerdan aun por su trabajo y dedicación en la formación de líderes. Siempre apasionado por la Palabra de Dios, se dedicó a la formación de grupos bíblicos y la difusión de la espiritualidad mariana. Este aspecto de su vida lo fue incrementando de manera considerable en los últimos años de su vida y sin tener una responsabilidad directa en la pastoral trabajó acompañando a muchos pequeños grupos en la prelación bíblica y en el acompañamiento espiritual.

En el año 2005 intentó de nuevo volver a las misiones y fue destinado a la Delegación de Colombia. Ahí estuvo algún tiempo en la comunidad de Bogotá y poco después fue enviado a la pastoral en Medellín, pero también ahí tuvo dificultades y regresó de nuevo a México, esta vez estuvo en acompañamiento personal viviendo en la casa provincial y trabajando en parte como procurador de los misioneros. Dedicó mucho tiempo durante este período al cuidado de los hermanos ancianos y enfermos y dio un gran servicio acompañando a todos los hermanos que lo requerían en sus trámites de migración y papeles en las embajadas y distintas oficinas del Gobierno.

En la comunidad de Moctezuma

Desde 2013 se encontraba en la comunidad de Moctezuma, desempeñando el trabajo de ecónomo y disponible para otros servicios de acogida y atención a los hermanos que llegaban y salían de la Provincia. Al mismo tiempo estaba muy comprometido con varios grupos de laicos a los cuales acompañaba espiritualmente y ofrecía una formación continua.

Finalmente, luego de haber tenido que pasar por una operación a la columna hace unos años y haber sufrido una neumonía que le dejó ciertamente secuelas que lo hicieron más frágil en su salud, a principios de noviembre (2020) sufrió una crisis respiratoria que lo llevó al hospita. Ahi, luego de algunos días, se supo que había sido infectado por el Covid e inició el calvario que, después de un mes y medio de lucha en el hospital, terminó con su vida el 17 de diciembre de 2020.

P. Enrique Sánchez G., mccj
Del MCCJ Bulletin, supl. In Memoriam nº 286, enero 2021, pp. 278-280