El Papa León XIV, un misionero agustino

El cardenal Robert Francis Prevost, nacido en Estados Unidos, fue elegido el 8 de mayo de 2025 como el 267.º papa de la Iglesia Católica. Nacido en Chicago el 14 de septiembre de 1955, Prevost es el primer pontífice estadounidense en la historia de la Iglesia y el primero en tener doble nacionalidad: estadounidense y peruana, ya que residió más de 30 años en Perú y se naturalizó peruano. Ha elegido como nombre León XIV. (Foto: Vatican media live).

Robert Francis Prevost nació el 14 de septiembre de 1955 en la ciudad estadounidense de Chicago. Hijo de Louis Marius Prevost, de ascendencia francesa e italiana, y Mildred Martínez, descendiente de españoles y franceses asentados en Nueva Orleans, en el siglo XIX.​

Realizó su formación secundaria en el Seminario Menor de los Agustinos, donde se graduó en 1973. El 1 de septiembre de 1977 ingresó en el noviciado de la Orden de San Agustín de la Provincia Agustiniana de «Nuestra Señora del Buen Consejo» en San Luis. Realizó su primera profesión de votos religiosos el 2 de septiembre de 1978, y la profesión solemne el 29 de agosto de 1981. Su ordenación sacerdotal fue el 19 de junio de 1982, en Roma, a manos del arzobispo Jean Jadot. En 1977 obtuvo en la Universidad Villanova el grado en Ciencias Matemáticas, junto con una especialización en Filosofía. Al año siguiente obtuvo una maestría en Divinidad en la Unión Teológica Católica de Chicago. Mientras estuvo allí enseñó matemáticas en el Mendel Catholic High School, y trabajó ocasionalmente como profesor de física suplente en la escuela secundaria St. Rita of Cascia.​

Posteriormente se trasladó a Roma para proseguir sus estudios en Derecho canónico en la Universidad Angelicum, donde obtuvo la licenciatura en 1984, y se doctoró con mención «magna cum laude» gracias a la tesis El rol del prior local de la Orden de San Agustín (1987). Habla inglés, español, italiano, francés, portugués y lee en latín y alemán.​

Tras su ordenación fue destinado a trabajar en la misión de Chulucanas, en Perú (1985-1986), siendo vicario parroquial de la Catedral y canciller de la diócesis.​

Entre 1987 y 1988 fue promotor de la pastoral vocacional en Estados Unidos y director de misiones de la Provincia Agustiniana «Nuestra Señora del Buen Consejo» en Olympia Fields. Además, se dedicó a conseguir fondos económicos para las misiones de su provincia, en especial para la misión de Chulucanas.

A su regreso a Perú en 1988 fue enviado a la misión de Trujillo para ser el director del proyecto de formación común de los aspirantes agustinos de los Vicariatos de Chulucanas, Iquitos y Apurímac. Allí se desempeñó como prior de la comunidad (1988-1992), director de formación (1988-1998) y maestro de profesos (1992-1998).

En la arquidiócesis de Trujillo prestó servicio como vicario judicial (1989-1998) y profesor de Derecho canónico, Patrística y Moral en el Seminario Mayor; también ejerció como director de estudios del mencionado centro de formación sacerdotal, y fue rector encargado durante un año.

Fue fundador de la parroquia Nuestra Señora de Monserrat (1992-1999) y de la Capilla Nuestra Señora, Madre de la Iglesia (Parroquia Santa Rita de Cascia), entre 1988 y 1999. En 1998 fue elegido prior provincial de su Provincia «Nuestra Señora del Buen Consejo» (Chicago), para asumir el cargo en marzo de 1999.

En 2001 el Capítulo General Ordinario lo eligió como prior general. Fue elegido para un segundo mandato de seis años en 2007. Fue moderador del Instituto «Augustinianum» y responsable de las relaciones de su Orden con los dicasterios vaticanos.

De 2013 a 2014 fue director de formación en el Convento de San Agustín en Chicago, así como primer consejero y vicario provincial de la Provincia de «Nuestra Madre del Buen Consejo».

El 3 de noviembre de 2014 el papa Francisco lo nombró obispo titular de Sufar y administrador apostólico de Chiclayo.​ El 7 de noviembre siguiente tomó posesión canónica de la Sede ante la presencia del entonces nuncio apostólico en Perú, James Patrick Green, y del Colegio de Consultores. Fue consagrado el 12 de diciembre del mismo año en la Catedral de Chiclayo, a manos del arzobispo James Patrick Green. El 26 de septiembre de 2015 el papa Francisco lo nombró obispo de Chiclayo y ese mismo año obtuvo la nacionalidad peruana. El 13 de julio de 2019, fue nombrado miembro de la Congregación para el Clero.

El 15 de abril de 2020 fue nombrado administrador apostólico sede vacante del Callao, cargo que ocupó hasta el 26 de mayo de 2021. El 21 de noviembre de 2020 el papa Francisco lo nombró miembro de la Congregación para los Obispos.​

Desde marzo de 2018 hasta enero de 2023 fue vicepresidente segundo de la Conferencia Episcopal Peruana, siendo también parte del consejo permanente, así como presidente de la Comisión de Educación y Cultura. También fue miembro del consejo económico y miembro de la dirección de Cáritas Perú.

El 30 de enero de 2023 el papa Francisco lo nombró prefecto del Dicasterio para los Obispos y presidente de la Pontificia Comisión para América Latina, elevándolo a la vez a la dignidad de arzobispo ad personam.​

El 7 de febrero de 2023 fue nombrado miembro de la Sección para la primera evangelización y las nuevas Iglesias particulares del Dicasterio para la Evangelización, y de los dicasterios para la Doctrina de la Fe, para las Iglesias Orientales, para los Institutos de Vida Consagrada y las Sociedades de Vida Apostólica y para la Cultura y la Educación. El 25 de abril de 2023 fue nombrado miembro del Dicasterio para los Textos Legislativos, ad quinquennium et durante munere.​

Fue nombrado cardenal por el papa Francisco durante el consistorio del 30 de septiembre de 2023, con el titulus de cardenal diácono de Santa Mónica.​

El 4 de octubre de 2023 fue nombrado miembro de la Sección para la primera evangelización y las nuevas Iglesias particulares del Dicasterio para la Evangelización, de los dicasterios para la Doctrina de la Fe, para las Iglesias Orientales, para el Clero, para los Institutos de Vida Consagrada y las Sociedades de Vida Apostólica, para la Cultura y la Educación, para los Textos Legislativos y de la Comisión Pontificia para el Estado de la Ciudad del Vaticano.​

El 6 de febrero de 2025 fue promovido a la orden de los obispos del Colegio Cardenalicio, asignándole la sede suburbicaria de Albano.​

El 8 de mayo de 2025 el cónclave, integrado por 133 cardenales, alcanzó el consenso necesario en la cuarta votación, celebrada durante el segundo día de deliberaciones. A las 18:08 (hora local de Roma), la tradicional fumata blanca se elevó desde la chimenea de la Capilla Sixtina, anunciando al mundo la elección de un nuevo papa. Se convirtió en el primer papa perteneciente a la Orden de San Agustín en la historia de la Iglesia y el primero con la nacionalidad peruana y estadounidense.

En su primer discurso desde la Plaza de San Pedro, León XIV expresó su gratitud por el legado del papa Francisco e hizo un llamado a la paz, la unidad y la justicia. Habló en italiano y español, dirigiéndose especialmente a la comunidad latinoamericana y a su antigua diócesis en Perú .

Teresa de Calcuta, inscrita en el Calendario Romano General

Santa Teresa de Calcuta, canonizada por el papa Francisco en 2016, acaba de ser inscrita en el Calendario Romano General. El decreto ha sido hecho público hoy por el Dicasterio para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos. La memoria facultativa se celebrará el 5 de septiembre. A continuación el texto íntegro del decreto.

DECRETO

Sobre la inscripción de la celebración de santa Teresa de Calcuta, virgen, en el Calendario Romano General

«El que quiera ser grande entre vosotros, que sea vuestro servidor» (Mc 10, 43). Viviendo radicalmente y proclamando con audacia el Evangelio, santa Teresa de Calcuta es un testimonio de la dignidad y el privilegio del servicio humilde. Eligiendo no ser sólo la más pequeña, sino la sierva de los más pequeños, ella se convirtió en modelo de misericordia e icono auténtico del buen Samaritano. La misericordia, en efecto, ha sido para ella la «sal» que daba sabor a cada una de sus obras, y la «luz» que iluminaba las tinieblas de cuantos ya ni siquiera tenían lágrimas para llorar su pobreza y sus sufrimientos.

El grito de Jesús en la cruz, «Tengo sed» (Jn 19,28), penetró en lo más profundo del alma de Teresa. Por eso, toda su vida se dedicó por completo a saciar la sed de Jesucristo de amor y de almas, sirviéndolo entre los más pobres de los pobres. Llena de amor de Dios, irradiaba en igual medida el mismo amor a los demás.

Canonizada en 2016 por el Sumo Pontífice Francisco, el nombre de santa Teresa de Calcuta no deja de brillar como fuente de esperanza para tantas personas que buscan consuelo en las tribulaciones del cuerpo y del espíritu.

Por tanto, el Sumo Pontífice Francisco, acogiendo las peticiones y los deseos de Pastores, religiosas y religiosos, como de asociaciones de fieles, y considerando la influencia ejercida por la espiritualidad de santa Teresa de Calcuta en numerosas regiones del mundo, ha dispuesto que el nombre de Santa Teresa de Calcuta, virgen, sea inscrito en el Calendario Romano General y su memoria libre sea celebrada por todos el 5 de septiembre.

Esta nueva memoria sea incluida en todos los Calendarios y Libros litúrgicos para la celebración de la Misa y la Liturgia de las Horas, haciendo uso de los textos litúrgicos adjuntos a este decreto que las Conferencias de Obispos deben traducir, aprobar y, tras la confirmación de este Dicasterio, publicar.

Sin que obste nada en contrario.

En la sede del Dicasterio para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos, a 24 de diciembre de 2024.

Arthur Card. Roche
Prefecto

Vittorio Francesco Viola, O.F.M.
Arzobispo Secretario


Comentario del Emmo. Cardenal Artur Roche,
Prefecto del Dicasterio para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos

Santa Teresa de Calcuta en el Calendario Romano General

El 24 de diciembre de 2024, día en que el papa Francisco abrió la puerta de la Basílica Vaticana, marcando el inicio del Año Jubilar de la Esperanza, el Dicasterio para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos emitió un Decreto en nombre del Santo Padre (Prot. N. 703/24), por medio del cual, se inscribía la celebración de santa Teresa de Calcuta, virgen, en el Calendario del Rito Romano, el día 5 de septiembre con el grado de memoria libre.

Dicha inserción, voluntad del Santo Padre Francisco al acoger las peticiones de obispos, religiosos y asociaciones de fieles, y considerar la influencia de la espiritualidad de santa Teresa de Calcuta en todo el orbe, quiere proponerla como un extraordinario testimonio de esperanza para todos los que han sido descartados en la vida.

Junto al Decreto se encuentran, en lengua latina, los elementos que han de ser añadidos en todos los calendarios y libros litúrgicos para la celebración de la misa y la Liturgia de las Horas, como también en el Martirologio Romano.

Ahora compete a las Conferencias de Obispos el traducir, aprobar y, tras la confirmación de este Dicasterio, publicar los textos litúrgicos de dicha celebración, tal como está previsto en la actual normativa (Cf. Carta apostólica en forma motu proprio Magnum principium).

En la homilía de la celebración eucarística, durante la cual tuvo lugar el Rito de Canonización de santa Teresa de Calcuta (4 de septiembre de 2016), el papa Francisco la señalaba como generosa dispensadora de la misericordia divina, que como la «sal» da sabor a todo y como la «luz» ilumina las tinieblas, impregnaba todo lo que ella emprendía.

Esta Sierva de los últimos entre los últimos es, por tanto, icono auténtico del Buen Samaritano. «Su misión en las periferias de las ciudades y en las periferias existenciales, – citando la homilía del Santo Padre -, permanece en nuestros días como testimonio elocuente de la cercanía de Dios hacia los más pobres entre los pobres».

En los textos litúrgicos de dicha celebración, la oración colecta nos ofrece el corazón de su espiritualidad: la llamada a saciar la sed de Jesucristo en la cruz, respondiendo con amor a las necesidades de los más necesitados. Por ello, suplicamos a Dios Padre, que, imitando su ejemplo, sirvamos a Cristo, presente en nuestros hermanos afligidos.

Respecto al Leccionario, la primera lectura es un texto del profeta Isaías sobre el ayuno agradable a Dios (cf. Is 58, 6-11), seguido del salmo 33: «Bendigo al Señor en todo momento».

El evangelio, precedido por el aleluya, el cual subraya la revelación de los misterios del Reino a los más pequeños (cf. Mt 11, 25), propone el hermoso texto del Evangelio según san Mateo, el cual, tras enumerar las obras de misericordia, presenta unas palabras, vividas de modo elocuente por Madre Teresa: «Cada vez que lo hicisteis con uno de estos, mis hermanos más pequeños, conmigo lo hicisteis» (Mt 25, 40).

Con respecto a la Liturgia de las Horas, tras la nota hagiográfica, está la segunda lectura del Oficio de lectura, un texto tomado de la carta que la Santa escribió al padre Joseph Neuner en 1960, en la cual, abriendo su alma, manifiesta la oscuridad de la ausencia de Dios en la que vivió durante muchos años, pero ofrecido a Dios con alegría, para que, soportando fielmente esta prueba, pudieran ser iluminadas muchas almas.

Concluyen los textos litúrgicos con el elogio del Martirologio Romano que la sitúa ahora en el primer lugar de las celebraciones del día 5 de septiembre.

Que la inserción de dicha celebración en el Calendario Romano General nos ayude a contemplar a esta mujer, faro de esperanza, pequeña en estatura, pero grande en el amor, testimonio de la dignidad y del privilegio del servicio humilde en defensa de la vida humana, tanto de aquellos que han sido abandonados, descartados y despreciados, como en el interior del seno materno.

Arthur Card. Roche
Prefecto del Dicasterio para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos

“Memoria ad libitum” de Santa Teresa de Calcuta, virgen, en el Libro del Rito Romano

Fallece el Cardenal Miguel Ángel Ayuso

El cardenal Miguel Ángel Ayuso, prefecto del Dicasterio para el Diálogo interreligioso, falleció en la mañana de hoy, 25 de noviembre, a consecuencia de una insuficiencia cardiorrespiratoria grave. El Cardenal Ayuso había sido ingresado en la clínica Gemelli de Roma a causa de una insuficiencia respiratoria y de problemas cardíacos. Fue el primero -y hasta ahora único- miembro del instituto comboniano nombrado cardenal. Tenía 72 años.

Miguel Ángel Ayuso Guixot nació en Sevilla (España) el 17 de junio de 1952. Hizo sus primeros votos el 15 de agosto de 1975 en Moncada (Valencia) y fue ordenado sacerdote el 20 de septiembre de 1980, tras haber estudiado la Teología en Roma, donde se licenció en Árabe y Estudios islámicos por el Pontificio Instituto de Estudios Árabes e Islámicos de Roma (PISAI). En 1982 fue destinado a Egipto y en 1986 a Sudán, donde permaneció hasta 1994. En el 2000, obtuvo también un Doctorado en Teología sistemática y Dogmática por la Universidad de Granada (España). Buena parte de su vida misionera la pasó como profesor de Islamología, tanto en Jartum (Sudán) como en El Cairo (Egipto), hasta que fue nombrado director del PISAI en 2003.

El 30 de junio de 2012 fue designado por el papa Benedicto XVI como nuevo secretario del Pontificio Consejo para el Diálogo Interreligioso,​ que era presidido por el cardenal Jean-Louis Tauran, y vice-prefecto de la Comisión para las Relaciones Religiosas con los Musulmanes, presidida por el cardenal Francis Arinze.

El 29 de enero de 2016, el papa Francisco le otorgó el título honorífico de obispo titular de la diócesis de Luperciana​ (situada en la Sede titular Cartaginense de Túnez).​ Recibió la consagración episcopal​ el 19 de marzo del mismo año, en la Basílica de San Pedro de la Ciudad del Vaticano, de manos del propio papa Francisco.

El 26 de septiembre de 2017 fue confirmado como secretario del Pontificio Consejo para el Diálogo Interreligioso in aliud quinquennium. El 15 de mayo de 2019 fue nombrado presidente del mismo Pontificio Consejo y miembro de la Congregación para las Iglesias Orientales.

El 1 de septiembre de 2019, el papa Francisco anunció, en el tradicional rezo del Ángelus en la plaza de San Pedro del Vaticano, la creación de trece nuevos cardenales, entre los que se encontraba Mons. Ayuso. El Consistorio en el que fueron creados miembros del colegio cardenalicio se celebró el 5 de octubre de ese año.

El 13 de octubre de 2020 fue nombrado miembro de la Congregación para la Evangelización de los Pueblos. Tras la entrada en vigor de la constitución apostólica Praedicate evangelium el 5 de junio de 2022, pasó a ser prefecto del Dicasterio para el Diálogo Interreligioso. El 17 de febrero de este año fue nombrado miembro del Dicasterio de las Causas de los Santos.

Trabajó como principal representante del Vaticano en el restablecimiento del diálogo con el gran imán Ahmed el-Tayeb de la mezquita Al-Azhar de El Cairo. Fue también uno de los artífices de la declaración conjunta sobre la Fraternidad Humana, emitida por el Gran Imán y el Papa Francisco en febrero de 2019 en Abu Dhabi.

Con su muerte se pierde un gran defensor del diálogo interreligioso. Hablaba numerosas lenguas, entre ellas el árabe, el italiano, el inglés y el francés. Dio numerosas conferencias y escribió numerosos artículos sobre el islam y el diálogo entre las religiones.

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Presentado el Instrumentum laboris para la segunda sesión del Sínodo 2021-2024

Instrumentum Laboris del Sínodo: una Iglesia en misión
El texto guiará los trabajos de la segunda sesión de la XVI Asamblea General Ordinaria, prevista del 2 al 27 de octubre. El documento está en continuidad con todo el proceso sinodal iniciado en 2021 y presenta propuestas para una Iglesia cada vez más “sinodal en misión”, más cercana a la gente y en la que todos los bautizados participen de su vida. Entre los puntos de reflexión figuran la valorización de la mujer y la necesidad de transparencia y rendición de cuentas.

Isabella Piro – vaticannwes.va 

¿Cómo ser una Iglesia sinodal misionera? Esta es la pregunta básica de la que parte el Instrumentum laboris (IL) de la próxima sesión del Sínodo de los Obispos, prevista del 2 al 27 de octubre, la segunda de la XVI Asamblea General Ordinaria, después de la de 2023. El IL -publicado hoy, martes 9 de julio, y presentado en la Oficina de Prensa de la Santa Sede- no ofrece “respuestas prefabricadas”, sino “indicaciones y propuestas” sobre cómo la Iglesia, en su conjunto, puede responder “a la necesidad de ser ‘sinodal en misión'”, es decir, una Iglesia más cercana a las personas, menos burocrática, que sea casa y familia de Dios, en la que todos los bautizados sean corresponsables y participen en su vida en la distinción de sus diferentes ministerios y roles.

Las cinco partes del documento

El documento está estructurado en cinco secciones: introducción, fundamentos y tres partes centrales. La introducción recuerda el camino recorrido hasta ahora y destaca los hitos ya logrados, como la generalización de la metodología sinodal de la Conversación en el Espíritu. Le siguen los fundamentos (nn. 1-18) que se centran en la comprensión de la sinodalidad, vista como un camino de conversión y reforma. En un mundo marcado por divisiones y conflictos, se subraya, la Iglesia está llamada a ser signo de unidad, instrumento de reconciliación y oído atento para todos, especialmente para los pobres, los marginados, las minorías apartadas del poder. 

Valorar a la mujer en la Iglesia 

Los fundamentos dedican también un amplio espacio (n.13-18) a la reflexión sobre el papel de la mujer en todos los ámbitos de la vida de la Iglesia, subrayando “la necesidad de dar un reconocimiento más pleno” a sus carismas y a su vocación. “Dios ha elegido a algunas mujeres para ser las primeras testigos y heraldos de la resurrección”, recuerda el IL; ellas, por tanto, “en virtud del Bautismo están en condición de plena igualdad, reciben la misma efusión de dones del Espíritu y están llamadas al servicio de la misión de Cristo”. 

Participación y responsabilidad 

En algunas culturas, se desprende del IL, “la presencia del machismo sigue siendo fuerte”; por ello, se pide a la segunda sesión sinodal “una participación más amplia de las mujeres en los procesos de discernimiento eclesial y en todas las fases de los procesos de toma de decisiones” junto con “un acceso más amplio a los puestos de responsabilidad en las diócesis y en las instituciones eclesiásticas”, así como en los seminarios, institutos, facultades teológicas y “en el papel de juez en los procesos canónicos”. Las sugerencias se refieren también a las mujeres consagradas, para las que se espera “un mayor reconocimiento y un apoyo más decidido” a sus vidas y carismas, junto con “su empleo en puestos de responsabilidad”.

Sobre el diaconado femenino continúa la reflexión teológica 

Sobre la admisión de mujeres al ministerio diaconal, el IL informa que es solicitada por “algunas Iglesias locales”, mientras que otras “reiteran su oposición” (n. 17). El tema, se señala, “no será objeto de los trabajos” del próximo mes de octubre, por lo que es bueno que “continúe la reflexión teológica”. En cualquier caso, la reflexión sobre el papel de la mujer “pone de relieve el deseo de un fortalecimiento de todos los ministerios ejercidos por los laicos”, para quienes se pide que “adecuadamente formados puedan contribuir también a la predicación de la Palabra de Dios también durante la celebración de la Eucaristía” (n. 18). 

Parte I – Relaciones con Dios, entre hermanos y entre Iglesias

Tras la introducción y los fundamentos, el IL se detiene en las relaciones (nn. 22-50) que permiten a la Iglesia ser sinodal en la misión, es decir, las relaciones con Dios Padre, entre hermanos y entre las Iglesias. Los carismas, los ministerios y los ministerios ordenados son, pues, esenciales en un mundo y para un mundo que, en medio de tantas contradicciones, busca la justicia, la paz y la esperanza. De las Iglesias locales emerge también la voz de los jóvenes que reclaman una Iglesia no de estructuras, ni de burocracia, sino fundada en relaciones que susciten y vivan en dinámicas y caminos. En esta perspectiva, la Asamblea de octubre podrá analizar la propuesta de dar vida a nuevos ministerios, como el de “escuchar y acompañar”. 

Parte II – Caminos formativos y discernimiento comunitario  

Estas relaciones deberán desarrollarse cristianamente a lo largo de itinerarios (n. 51-79) de formación y de “discernimiento comunitario”, que permitan a las Iglesias tomar decisiones adecuadas, articulando la responsabilidad y la participación de todos. “El entrelazamiento de las generaciones es una escuela de sinodalidad”, afirma el IL, “todos, los débiles y los fuertes, los niños, los jóvenes y los ancianos, tienen mucho que recibir y mucho que dar” (n. 55).

La importancia de la rendición de cuentas 

Pero entre los caminos a seguir se encuentran también aquellos que permiten a quienes tienen responsabilidades eclesiales rendir cuentas con transparencia de sus acciones para el bien y la misión de la Iglesia. “Una Iglesia sinodal necesita una cultura y una práctica de la transparencia y la rendición de cuentas”, reza la IL, “que son indispensables para fomentar la confianza mutua necesaria para caminar juntos y ejercer la corresponsabilidad en la misión común” (n. 73). 

Una Iglesia creíble requiere transparencia y responsabilidad 

Recordando a continuación que “la rendición de cuentas por el propio ministerio a la comunidad pertenece a la tradición más antigua, que se remonta a la Iglesia apostólica” (n. 74), el documento de trabajo subraya que hoy “la exigencia de transparencia y rendición de cuentas en y por la Iglesia se ha hecho necesaria como consecuencia de la pérdida de credibilidad debida a los escándalos financieros y, especialmente, a los abusos sexuales y de otro tipo a menores y personas vulnerables. La falta de transparencia y responsabilidad alimenta el clericalismo” (n. 75), que se basa erróneamente en el supuesto de que los ministros ordenados no tienen que rendir cuentas a nadie por el ejercicio de su autoridad. 

Se necesitan estructuras de evaluación 

La responsabilidad y la transparencia, insiste el IL, conciernen a todos los niveles de la Iglesia y no se limitan al ámbito de los abusos sexuales y financieros, sino que afectan también a “los planes pastorales, los métodos de evangelización y la manera en que la Iglesia respeta la dignidad de la persona humana, por ejemplo en lo que respecta a las condiciones de trabajo en sus instituciones” (n. 76). De ahí la petición de “estructuras y formas de evaluación necesarias -entendidas en un sentido no moralista- del modo en que se ejercen las responsabilidades ministeriales de todo tipo” (n. 77). A este respecto, el documento recuerda la necesidad de que la Iglesia garantice, por ejemplo, la publicación de un informe anual tanto sobre la gestión de los bienes y recursos, como sobre el desempeño de la misión, incluyendo “una ilustración de las iniciativas emprendidas en el ámbito de la salvaguardia (protección de menores y personas vulnerables) y la promoción del acceso de las mujeres a puestos de autoridad y su participación en los procesos de toma de decisiones” (n. 79). 

Parte III – Los lugares del diálogo ecuménico e interreligioso  

El IL analiza a continuación los lugares (n. 80-108) en los que toman forma las relaciones y los caminos. Lugares que deben entenderse no simplemente como espacios, sino más bien como contextos concretos, caracterizados por las culturas y los dinamismos de la condición humana. Invitando a superar una visión estática y una imagen piramidal de las relaciones y experiencias eclesiales, el documento de trabajo reconoce más bien su variedad y pluralidad, que permiten a la Iglesia -una y universal- vivir en circularidad dinámica “en los lugares y desde los lugares”, sin caer ni en particularismos ni en aplanamientos. Al contrario: es precisamente en este horizonte así delineado donde deben insertarse los grandes temas del diálogo ecuménico, interreligioso y cultural. En este contexto, la búsqueda de formas de ejercicio del ministerio petrino abiertas a la “nueva situación” del camino ecuménico, hacia la unidad visible de los cristianos (n. 102 y 107).

Peregrinos de la esperanza 

Por último, el documento recuerda cómo cada una de las preguntas que contiene quiere ser un servicio a la Iglesia y una ocasión para sanar las heridas más profundas de nuestro tiempo. Por ello, el Instrumentum laboris concluye con una invitación a continuar el camino como “peregrinos de la esperanza”, también en la perspectiva del Jubileo de 2025 (n. 112). 

La esperanza no defrauda

Por: P. Ismael Piñón, mccj

El pasado 9 de mayo se publicó la bula de convocación del Jubileo ordinario del año 2025. Con ella el Papa convoca oficialmente el Año Santo de Roma, que se celebra cada cuarto de siglo. La bula lleva por título “Spes non confundit” (la esperanza no defrauda), frase tomada de la Carta de San Pablo a los Romanos (Rm 5,5).

En la introducción el Papa afirma que «en el corazón de toda persona anida la esperanza como deseo y expectativa del bien, aun ignorando lo que traerá consigo el mañana. Sin embargo, la imprevisibilidad del futuro hace surgir sentimientos a menudo contrapuestos: de la confianza al temor, de la serenidad al desaliento, de la certeza a la duda».

Si ponemos la mirada en la actual situación del mundo, de nuestro país, de nuestros pueblos y ciudades, de nuestras familias, o mirándonos a nosotros mismos, podemos caer en la tentación de pensar que nuestro futuro es incierto, que vamos de mal en peor, que esto no tiene solución o que vamos camino de nuestra autodestrucción.

El papa Francisco, tomando las palabras que San Pablo dirige a los Romanos, nos dice que «la esperanza cristiana, de hecho, no engaña ni defrauda, porque está fundada en la certeza de que nada ni nadie podrá separarnos nunca del amor divino”. Las guerras en Ucrania o en Palestina, la violencia política en tantos Estados de nuestro país, la crisis cultural que vive nuestra sociedad moderna, las enormes desigualdades sociales, el drama de la migración… ninguna de esas situaciones podrá evitar que Dios siga amando a su pueblo; al contrario, Dios está más cerca de nosotros cuanto más grande es nuestro sufrimiento. En la bula el Papa nos invita a descubrir los signos de esperanza que la humanidad nos presenta, descubrir lo bueno que hay en el mundo: los que siguen trabajando por la paz, los que asisten a los enfermos, a los marginados, a los migrantes; signos de bondad y de solidaridad que nos ayudan a no caer en la tentación de considerarnos superados por el mal. En esta revista les presentamos la parte central de la bula, en donde el Papa habla precisamente de esos signos de esperanza que debemos descubrir y sacar a la luz. Respondamos a su invitación y dejémonos atraer desde ahora por la esperanza y permitamos que a través de nosotros sea contagiosa para cuantos la desean. Que nuestra vida pueda decirles: «Espera en el Señor y sé fuerte; ten valor y espera en el Señor».

Podcast de los 11 años de pontificado del papa Francisco

Este 13 de marzo cumplen once años del pontificado del papa Francisco. Fue el 13 de marzo de 2013 cuando el Papa “venido del fin del mundo” tomaba las riendas de la Iglesia para guiarla por un camino de sinodalidad, en salida y con una opción preferencial por los más pobres. Para celebrar este aniversario, la redacción en español de Vatican News publica hoy un podcast con los mejores mensajes que ha pronunciado en estos once años. El podcast se puede escuchar AQUÍ.