El Sagrado Corazón de Jesús me asiste poderosamente
San Daniel Comboni y el S. Corazón de Jesús (I)
Unas palabras de S. Daniel Comboni
“Ah, ese Corazón bendito, que no late sino por las almas, que es una Víctima continua y que fue herido por una lanza, es una gran ayuda para nosotros… ¡Ah, qué feliz soy con mis penas! Las tengo de todas clases, en Egipto y en África Central, en Roma y en Verona, e incluso en Francia. Pero soy feliz porque en su Guardia de Honor, el Sagrado Corazón de Jesús, me asiste poderosamente”. (Escritos de San Daniel Comboni, 1732)
El Corazón de Jesús sigue siendo una gran ayuda para todos los misioneros que nos atrevemos a ir por el mundo a predicar el Evangelio. También es de grande ayuda para todo cristiano que sabe reconocer en ese Corazón el amor siempre abundante de nuestro Padre Dios.
Ese Corazón nos llena de su amor para que podamos vivir llenos de confianza y con profunda alegría la misión que se nos ha confiado. Somos llamados a ser testigos del Amor, sin dejarnos ganar por el miedo que se filtra como la humedad en nuestro mundo.
Las penas y las cruces de la vida y los inmensos desafíos de la misión y de nuestro ser cristianos, sólo pueden ser abrazados si estamos llenos del Amor que brota del Corazón traspasado de Jesús.
En su Corazón confiamos y de él recibimos el valor para seguir adelante en la tarea que nos va confiando. Somos felices, también nosotros, porque el Corazón de Jesús nos asiste y sostiene poderosamente.
Reflexiono
¿Siento la presencia amorosa de Jesús en mi vida?
¿Reconozco la bondad de Dios en el Corazón que me invita a dejarme acoger por su amor?
¿Vivo con gratitud el ser amado por Dios en su Hijo que por amor se ha entregado?
Hago una oración
Agradezco con alegría el don del Sagrado Corazón en mi vida.
Pido la apertura de mi corazón a la presencia de Jesús.
Ofrezco lo que soy y lo que vivo para mayor gloria suya.
P. Enrique Sánchez G., mccj