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Visita pastoral a la Lessé

Por: Mons. Jesús Ruíz
Desde Mbaïki (República Centroafricana)

En mi primera visita pastoral de hace dos años, les dije a los cristianos de la parroquia el Espíritu Santo de Pissa, que esta parroquia es como un cuerpo humano con la mitad del cuerpo robusta y en forma (las comunidades al lado del asfalto), y la otra mitad esquelética y enferma (la región de la Lesse). Durante cuatro días me he adentrado en la zona de la Lesse. Catorce comunidades de difícil acceso; solo en la estación seca se puede llegar a algunas de estas poblaciones.

Dos pistas paralelas sin posibilidad de comunicación en coche entre ellas. La pista de ‘Palma de oro’, bien arreglada, pues en 2013 los libaneses, crearon una factoría de 3.000 hectáreas de palma para la extracción del aceite. La primera comunidad que visitamos es Karawa, una comunidad que yo conocía ya de años anteriores. Les hablo unos minutos antes de exponerme a las preguntas de un grupito de cincuenta personas que se han reunido para saludarme… Las preguntas giran en torno a la construcción de su capilla y que quieren recibir la Confirmación… Improvisan un ofertorio donde me ofrecen algunos productos de la tierra. Seguimos hacia Boudé, a veinticuatro kilómetros. Hoy es el centro de habitación donde viven cientos de obreros venidos de otras zonas del país. Todos estos días he oído quejarse a la gente de falta de escuelas, pero me entero que la sociedad de la ‘Palma de oro’ paga en cada pueblo de la Lesse a dos maestros que cobran 37.000 fcfa cada uno; lo cual no está nada mal, aunque se trate de padres-maestros sin ninguna preparación; ya me gustaría que esta situación se reprodujera en todo el país. La diminuta comunidad fundada por el P. León en 1963, ha crecido con la llegada de la sociedad de la ‘Palma de oro’. Son unos mil católicos entre los más de tres mil habitantes que cuenta la localidad. Los apostólicos, los evangélicos y la iglesia Elim también campan en la localidad. En todos los pueblecitos que visitaré estos días, siempre oiré la misma canción: “solo una perforación de agua para todo el pueblo”. En pleno mediodía hemos celebrado la Eucaristía en una capilla con planchas de cinc. Son unos trescientos cristianos, algunos venidos de la capilla de san Celestin en Mboulé a 21 km. Probablemente hoy es uno de los días en que más he sufrido el calor, con un bochorno increíble en medio de un paisaje lunar, sin árboles y con el aire seco y lleno de arena del harmatán que se infiltra en los pulmones… Toda la mañana tuve un bajón de tensión fuerte y me dormía conduciendo, e incluso durante la Misa…

El papá de Wester, uno de nuestros seminaristas que prepara su acceso al seminario mayor, ha construido una casa nueva bonita, recién pintada. La acabó en noviembre, pero sabiendo que el obispo llegaría a dormir al pueblo ha tenido el detalle de esperar dos meses, hasta hoy, para que yo pueda estrenarla… y bendecirla. En la ducha, a cincuenta metros de la casa, han preparado un entarimado para que el agua corra… ¡Cuánto detalle! Hasta he encontrado un rollo de papel higiénico. Estas noches, el frío del harmatán muerde las carnes sin piedad, pero la casa recién inaugurada me ha resguardado al calorcito…

Por la tarde hemos visitado la comunidad de Mbandet; una comunidad a nueve kilómetros, orgullosa de recibirme me ha acogido con paños alfombrando el suelo, ramos de palma, canciones y danzas… Me leen la historia de su capilla. Son 42 bautizados, de los cuales solo 3 están casados, pero la capilla está llena con más de doscientas personas, y fuera otros tantos mirones. Ellos mismos se han cotizado para pagar las planchas de aluminio para su capilla donde veo almacenados cientos de ladrillos sin cocer para hacer los muros.

Al día siguiente, después de un desayuno consistente con pollo y mandioca, regresamos hacia la segunda pista de la Lesse. Parada en Yema, donde veinte cristianos desde hace tres años han construido una preciosa capilla en cemento, pero les falta el techo. El alma de la comunidad es un joven que antaño fue monaguillo en Pissa y ahora es catequista y responsable de su pequeña comunidad. Les he prometido ayudarles a terminar su capilla. Un pequeño dialogo con el puñado de cristianos que se han reunido… una oración…, y unas ofrendas.

Llegando al cruce que une las dos pistas, hemos cogido la pista de Bossako. Hemos pasado de largo la primera comunidad, Babili, y a unos 13 km del cruce nos hemos detenido en Mbanza. Este año, esta capilla se ha hecho famosa, pues hemos movilizado las 167 comunidades de la diócesis para hacer una colecta en vistas de construir entre todos la capilla de esta localidad. Yo les pedí un millón por parroquia, o sea diez millones de francos (unos 15.000€) que es lo que cuesta, más o menos una capilla mediana. Ya me daría con un canto en los dientes si conseguimos reunir la mitad del dinero. Hugue, el catequista, con su mujer, son el alma de la capilla; aunque no se han casado por la iglesia, tienen permiso para comulgar pues están preparando el sacramento para el mes de septiembre. En Mbanza he celebrado la Eucaristía con unos trescientos participantes bajo las planchas de cinc, y otros tantos mirones fuera. Los scouts me ponen nervioso fustigando a los niños de dentro y de fuera. En la homilía he pedido a los niños que entren en la capilla sin muro, y que se sienten en los paños que han extendido por el suelo para acogerme. Unos cien niños han invadido la capilla… He aprovechado para inculcar el mensaje evangélico: “dejad que los niños se acerquen a mí”; he interpelado a los scouts sobre el saludo que hacen con los dedos de la mano derecha y que significa que el grande defiende al pequeño… Bien contrario de lo que hacen la mayoría de los scouts que agreden constantemente a los pequeños para manifestar su autoridad.

Al acabar la Misa, después de escuchar la historia de su capilla, hemos tenido una reunión para ver los preparativos de la construcción de la nueva capilla. Todas las otras iglesias cristianas se han unido al proyecto; verdadero ecumenismo… Les he dicho que tienen que darse prisa en extraer la piedra, la grava, la arena y cocer los ladrillos…, pues cuando lleguen las lluvias la carretera se cortará.

A unos 15km de Mbanza se encuentra Bossako, centro neurálgico de la Lesse donde está el ayuntamiento. Las autoridades de la localidad me esperan al sol desde hace no sé cuánto tiempo para acogerme. En la capilla de Nuestra Señora de la Lessé, que construyó hace veinte años el P. Philippe, me encuentro con todos los cristianos. Las autoridades civiles me reciben con palabras de bienvenida; luego la comunidad explica la historia de la capilla… Cuando les explico el proyecto diocesano de construir una nueva parroquia en su localidad, la exaltación de alegría estalla… “Ahora no tengo sacerdotes, les digo, pero os prometo mandaros una familia como catequistas misioneros antes del mes de septiembre”. Esta familia (que ya he elegido y formado en M’baïki) prepararán durante unos años la nueva parroquia. Les he estimulado para que se pongan manos a la obra, extrayendo piedra, grava, arena, y cociendo ladrillos para el nuevo presbiterio que tenemos que construir antes de las lluvias. En julio, la carretera quedará cortada hasta diciembre.

El sábado nos hemos adentrado en la zona inexplorada por mí y los curas de la parroquia. En una hora y pico hemos conseguido llegar a Koulou a 13km de Bossako. Una comunidad de unas doscientas personas nos recibe. Celebramos con fervor la Eucaristía… Al final, dialogamos más de una hora, y es allí que me cuentan que llevan ocho años sin Eucaristía… El último sacerdote que pasó fue el p. Vianney en 2016. Se me cae el alma a los pies, pero esta misma canción la oiré en las comunidades siguientes.

En Koulou dejamos el coche y un cortejo de cinco motos nos conducen a nuestro próximo destino en Karabara a 18 km. Más de una hora y media atravesando barrancos sin camino, puentes sin suelo, y caminos de cabras donde hay que ser muy diestro conduciendo la moto para no resbalar. El señor que conduce mi moto, un hombre de unos 45 años, es el marido de la responsable de la capilla de Bossako. No ha dejado a los jóvenes que me lleven. Está orgulloso de llevar en su moto al obispo…, pero, claramente se ve que no tiene fuerzas para controlar la moto. Voy con el alma en vilo. En un puente con un solo rail metálico, sin maderas, casi nos caemos abajo… A los veinte minutos caemos por tierra estrepitosamente. Aunque en ese momento no íbamos a más de 30km/h el golpe ha sido bueno y la cadena metálica de mi reloj se ha hecho añicos… Una pequeña herida en la mano, y el golpe en el hombro y el muslo. Me han ayudado a levantarme y han decidido que cambie de moto con uno de los jóvenes que tienen más fuerza para controlar la moto. Cuando hemos llegado a Karabara nos esperaba toda la población, unos doscientos cincuenta, de los cuales 70 católicos. Aquí no llega nadie de fuera.

Los he escuchado contar la historia de su capilla nacida en 1960, cuando los misioneros venían en bicicleta… Recitan de memoria la lista de los misioneros que han llegado a su localidad…, unos siete, o sea, unas siete Eucaristías en 65 años; pero ahora ningún padre viene desde 2016, me dicen. Con vergüenza, les he presentado a su párroco, al vicario y a la hermana… Delante de todos he insistido en que los curas tienen la obligación de celebrar la Misa y los sacramentos con ellos, varias veces al año.

Con el polvo del camino tengo la garganta seca y no puedo hablar. Cuando he pedido agua, me dicen que en el pueblo no hay ninguna perforación de agua, y tienen que ir a buscar el agua en un manantial a varios kilómetros. Bebo un agua que sabe a rayos…, pero del reseco casi no puedo hablar, así que bebo. Me interrogan que no comprenden porqué hemos expulsado al abbé Lika, que era originario de este pueblo. Les digo que el abbé no respetó las leyes de la Iglesia y estaba viviendo con una mujer e hijos. Me piden que quisieran cambiarse de parroquia, pues han oído que Bobua (que está a unos 35km) será una nueva parroquia al año que viene. Los animo a discernir lo que es mejor para ellos.

En cada capilla estamos recogiendo la historia de esa comunidad: ¿cómo comenzó, los primeros misioneros, los catequistas, la realidad actual, la situación del pueblo…? Sin raíces no hay futuro… Una iglesia sin historia es una iglesia sin futuro, les digo. Me maravillo que estas comunidades a pesar del abandono en que viven sigan creyendo y algunas hasta dinámicas… Si no fuera por la gracia que actúa no sé cómo se mantendrían. Los de Bondjako, a once kilómetros más adentro, han enviado unas motos para llevarme a su comunidad…, pero la tarde está cayendo y no tendremos fuerzas para volver en la noche por estos caminos imposibles, así que les pido perdón y les digo que no tenemos fuerzas. Una semana después, el catequista Paul, de Bondjako se ha presentado en el obispado para traerme la historia de la capilla y hemos hablado mucho sobre su comunidad. Les he prometido que un día iré a celebrar con ellos.

Regresando en la noche a Bossako, tengo la suerte de ser hospedado en la casa del polígamo que ya me recibió hace dos años. Una cama de matrimonio con una sábana, pero no hay ninguna privacidad…, Sin luz, ni agua lo paso regular con mis diarreas continuas y mi problema de próstata que me hacen levantarme tres veces cada noche… El hoyo que hace de ducha y de WC está a unos cincuenta metros de la casa.

Al día siguiente el entusiasmo es general en la capilla que podría convertirse en parroquia dentro de unos años. Mi homilía está centrada sobre el hoy de Dios; la salvación de Dios es hoy, ahora, aquí… Nosotros, muchas veces preferimos el mañana, el grupo de “kussi” (espera) que les ha hecho reír mucho.
El ayuntamiento está muy contento de nuestra posible llegada. Donde se ubica la misión hay desarrollo: escuela, dispensario, vida… Por ello ha dado mucho terreno a la misión para construir obras sociales y la casa de los padres… Empezaremos con la familia de catequistas.

Es domingo. Después de comer, han llegado las motos enviadas por la comunidad de Yabila, a unos ocho kilómetros. Quieren que vaya a su comunidad. Es ya mediodía, pero he accedido a su petición. De nuevo moto, barrancos, puentes fantasmas, polvo… En la capilla en paja, con todas las autoridades civiles y religiosas, hemos tenido un precioso coloquio de casi dos horas. Ellos preguntan y yo intento responder. Aprovecho para hacer una buena catequesis en esta comunidad que también lleva ocho años sin Misa. Al final me invitan a comer bajo la custodia celosa de los scouts que no dejan acercarse a nadie… Me salto las barreras scout para dialogar con la gente. El director de la escuela, que está borrachito, nos hace reír a todos… “Dios ha visitado hoy nuestra comunidad”, dice.

Regreso bien cansado después de cuatro días de pastoral de alto riesgo… Se me ha encogido el corazón viendo el abandono en que viven estas comunidades, pero doy gracias por la fe de esta gente, los pobres entre los pobres. El coche cargado de sacos de mandioca, café, gallinas, cabras… A pesar del cansancio el corazón se me ha ensanchado viendo las perspectivas que se abre para una nueva evangelización de esta comunidad… Comenzaremos con una familia catequistas.


10.ª Jornada Mundial de Oración y Reflexión contra la Trata de personas y el aporte de la Iglesia

Por:   Luz Marina Medina. ADN CELAM

El 8 de febrero se celebra la 10.ª Jornada Mundial contra la Trata de Personas: «Caminando por la dignidad: Escuchar, soñar, actuar», es el tema que invita a la reflexión para abordar este flagelo que sigue acrecentándose a nivel mundial y que preocupa a toda la humanidad.

A través de esta jornada, se busca crear conciencia en todos los ámbitos sociales y eclesiales de este problema, amén de los alarmantes acontecimientos y amenazas identificados por la ONU en  la materia, al tiempo que se hace un llamamiento a los gobiernos, a las fuerzas del orden, los servidores públicos y la sociedad civil a buscar caminos que lleven a fortalecer la prevención de este flagelo que afecta especialmente a la población migrante y refugiada.

A propósito de esta Jornada Mundial contra la Trata, y de la acción pastoral que realiza la Iglesia, ADN Celam conversó con el religioso Dionisio Báez, de la Orden de la Merced en Costa Rica, quien lleva más de 20 años en Guatemala, tiempo que ha dedicado a las víctimas de trata de personas y a los presos. Actualmente coordina en Centroamérica una organización llamada Misión Redentora, encargada de la trata de personas, especialmente, con mujeres adultas mayores de 18 años.

Coordina además el hogar Santa María de Cervellón, que forma parte de una obra que ha fundado Misión Redentora. Allí prestan atención de manera integral a las mujeres que llegan solas o con sus hijos, procedentes de algunos lugares de Guatemala o de diferentes partes del mundo.

Prioridades: Informar, sensibilizar y prevenir sobre la trata

PREGUNTA: Las cifras que presenta la ONU frente al tema de la trata de personas son preocupantes, desde la red que usted coordina, ¿qué acciones se están adelantando para apoyar a esta población vulnerable?

RESPUESTA: «Las cifras hoy a nivel mundial en el tema de la trata de personas causan horror, estamos hablando de millones de personas, se habla aproximadamente de 25 a 26 millones de personas que viven en situación de esclavitud, pero podrían ser muchas más, podrían ser el doble de las cifras que nos muestran. Se sabe que hay muchas áreas en los países donde está institucionalizada la esclavitud, además de la situación de guerra que se libra en Europa y en otras zonas de África o el Medio Oriente y a esto le sumamos todo el fenómeno de la migración, desafortunadamente desde la migración muchos son captados en las redes de trata. Para el caso de Centroamérica se le suma el narcotráfico, las pandillas y hay muchas redes delictivas que buscan captar personas cayendo en situación de explotación laboral, explotación de fincas, explotación sexual o la pornografía, es realmente una situación muy dolorosa.

Desde la Red Clamor nos estamos uniendo a nivel mundial a las diferentes actividades programadas para esta Jornada, entre ellas orar por las víctimas de la trata, celebraciones litúrgicas, encuentros a nivel mundial. Este es un espacio para sensibilizar frente a este fenómeno, recordemos que una de las formas de luchar contra esta problemática es la prevención, esa es la parte fundamental, lo maravilloso fuera que no volviéramos a tener víctimas, por eso es tan importante informar, sensibilizar y prevenir a las personas sobre ello, esto ayudaría a evitar que sean captadas en estas redes de trata. Desde la Red Clamor y las distintas redes que podamos pertenecer a nivel eclesial o gubernamental, buscamos sensibilizar a los distintos sectores de la sociedad para que la trata no se vaya a institucionalizar o que vaya siendo parte de nuestra realidad, sino que hay que verlo como lo que es, algo que vulnera la dignidad de las personas».

“Hermanos, vuestra vocación es la libertad”

P: Caminando por la dignidad: Escuchar, soñar, actuar», es el tema propuesto para la X Jornada Mundial contra la Trata de Personas, ¿a qué acción le anima este mensaje?

R: «Que importante es caminar con dignidad, lamentablemente hombres y mujeres, niños, niñas y adultos mayores viven unas situaciones contrarias al respeto de su dignidad y de los derechos humanos, es lamentable esto, ojalá pudiéramos todos caminar libremente y como lo dice Gálatas «Nuestra vocación es la libertad» y nuestra vocación es la libertad, no es una cautividad, no es destruir el don maravilloso que nos ha dado Dios de ser libres. Creo que esto es importante recordarlo en este tiempo que somos caminantes con dignidad y respeto.

También es importante la escucha, a veces hacemos oídos sordos al sufrimiento, al dolor de tantos hermanos y hermanas, pues hay que escuchar ese clamor de aquellos que son más vulnerables y soñar por un mundo nuevo, un mundo donde no hayan guerras, que se me respete mi ser persona, hombre o mujer, que se me respete mi niñez o ser adulto mayor, es el sueño de ese mundo nuevo, un mundo que lo vivamos según el Evangelio y es un llamado al actuar, no podemos quedarnos cruzados de brazos, tenemos que hacer algo, no seríamos cristianos sino actuamos, somos de Jesús, somos de la vida y todo aquello que vaya en contra de la vida es ir en contra de Dios, tenemos que trabajar por la vida, por las víctimas y ellas necesitan que alguien sea capaz de amarlas, escucharlas y acompañarlas, por ello todos debemos comprometernos y actuar ya.

P: ¿Qué mensaje dar a los agentes de esta pastoral que entregan su vida al servicio de los más vulnerables?

R: Ánimo a los agentes de pastoral para que sigan adelante. Es cierto que es difícil y esto me pasa a mí muchas veces, ver que la trata va creciendo cada vez más y da la impresión como si este problema fuera lo mínimo y estamos hablando que son millones de personas que viven estas situaciones. Esto puede ser algo muy pequeño lo que uno pueda hacer, pero vale la pena, aunque sea una persona, una vale la entrega de nuestras propias vidas, por eso es que hay que responder a esta situación, debemos comprometernos y ser realmente anunciadores de libertad, anunciadores del amor de Dios en todo momento de su misericordia.

Insumos para vivir esta jornada

A través de la Red de migración, trata, refugio y desplazamiento Clamor, se están ofreciendo una serie de insumos propios para animar esta jornada. Piezas para redes sociales, subsidios, vigilia de oración interreligiosa, documento de interés y un video

Dentro del enlace al Drive encontrarán la guía general para la visibilidad y sugerencias para el uso de los recursos, así como la guía de publicaciones para redes sociales, de modo que siguiendo las fechas indicadas se publique con la fuerza de ser Red.

¿Por qué celebra la Iglesia esta Jornada el 8 de febrero?

Esta fecha fue instaurada en el 2015 por el Papa Francisco con motivo de la memoria litúrgica de santa Bahkita, la religiosa sudanesa víctima de la trata, padeció durante su vida los sufrimientos de la esclavitud y ahora es símbolo universal del compromiso de la Iglesia contra esta lacra.

En el Ángelus del 8 de febrero de 2015, el Papa manifestaba su deseo: «que cuantos tienen responsabilidades de gobierno tomen decisiones para remover las causas de esta vergonzosa plaga, plaga indigna de una sociedad civil. Que cada uno de nosotros se sienta comprometido a ser portavoz de estos hermanos y hermanas nuestros, humillados en su dignidad».

Es de destacar que la trata es el proceso por el cual las personas son coaccionadas o atraídas con falsas perspectivas, reclutadas, trasladadas y obligadas a trabajar y vivir en condiciones de explotación o abuso.

“Todo y para siempre”. Votos perpetuos y diaconado del escolástico Fernando Uribe

Texto: P. Ismael Piñón, mccj
Fotos: Seminario Comboniano de Sahuayo

El pasado 31 de enero, el escolástico comboniano Fernando Uribe Mendoza hizo la profesión perpetua en el instituto de los Misioneros Combonianos. Tres días después recibió la ordenación diaconal de manos de Mons. Francisco Figueroa, obispo auxiliar de Zamora.

Terminado su tiempo de formación y tras su experiencia de servicio misionero en la comunidad de Sahuayo, Fernando Uribe quiso dar el sí definitivo, un sí para toda la vida con el que se consagra para siempre al servicio de la misión en la familia de los Misioneros Combonianos. La ceremonia tuvo lugar en el Seminario Comboniano de Sahuayo y estuvo marcada por la emoción que lo embargó al decidir dejarlo todo para servir al Señor, especialmente cuando recibió la bendición de su mamá y de su hermana, que estuvieron presentes para acompañarlo y apoyarlo en este momento tan importante para su vida. “Todo y para siempre”, fueron las palabras pronunciadas en la homilía de la misa y que destacaron la importancia de la profesión perpetua de Fernando.

Tres días después, el 3 de febrero, Fernando recibía por la imposición de manos de Mons. Francisco Figueroa, obispo auxiliar de Zamora, la ordenación diaconal, ceremonia que tuvo lugar en el santuario de Santo Patrón Santiago de Sahuayo. En su homilía, el obispo recordó a Fernando y a todos los presentes que la experiencia de Dios tiene que ser compartida con generosidad y abundancia; es lo que Dios espera de nosotros. “Lo que se impone no seduce -afirmó el obispo-, es el amor de Dios lo que seduce, compartido desde la pobreza y la sencillez”.

Fernando seguirá prestando su servicio misionero en Sahuayo hasta el momento de su ordenación sacerdotal, que tendrá lugar dentro de unos meses. Después, estará dispuesto a ir allá donde los superiores lo envíen, con la alegría de ser ya un misionero comboniano consagrado de por vida para la misión, entregándole a Dios todo y para siempre.


Mons. Matthew Hassan Kukah, Premio Mundo Negro a la Fraternidad

Este 3 de febrero tendrá lugar en Madrid el XXXVI Encuentro África, en el que se entregará el Premio Mundo Negro a la Fraternidad 2023 a Mons. Matthew Hassan Kukah, obispo de Sokoto (Nigeria) y fundador del Kukah Centre.

Mundo Negro

Monseñor Kukah sucede en el galardón a la abogada congoleña Yvette Mushigo, que lo recibió el año pasado por su trabajo al frente de la Synergie des Femmes por la Paix et la Réconciliation.

La jornada, que comenzará a las 17,30h. en la Sala de Exposiciones de los Misioneros Combonianos (C/ Arturo Soria, 101, 28043 Madrid), girará en torno a la pregunta «¿Qué democracia para África?». Después de la apertura, a cargo del director de la revista MUNDO NEGRO, P. Enrique Bayo Mata, tendrá lugar un diálogo con Kemit Ajamaat Diédhiou, responsable de Comunicación en el Movimiento de Mujeres de Pastef-Les Patriotes en España; Dagauh Komenan, analista político marfileño; y Jesús García-Luengos, consultor y analista del Grupo de Estudios Africanos, de la Universidad Autónoma de Madrid, quienes reflexionarán sobre los principales retos de la democracia en el continente africano.

A continuación, Mons. Kukah ofrecerá el testimonio de su trabajo en la diócesis de Sokoto, situada en el norte del país, y de los retos asumidos por el Kukah Centre, cuyos orígenes se remontan a 2008, cuando el obispo empezó a pensar en la necesidad de crear un centro de investigación, debate y acción para el desarrollo del país. En la actualidad, el Kukah Centre está presente en 25 de los 36 estados nigerianos.

El provincial de los Misioneros Combonianos en España, P. Miguel Ángel Llamazares, entregará el Premio Mundo Negro a la Fraternidad al obispo nigeriano.

El XXXVI Encuentro África finalizará el domingo, 4 de febrero, con la celebración eucarística, a las 11,30 horas, en la madrileña parroquia de la Santísima Trinidad (C/ Martínez Villergas, 8).

¿Quién es Mons. Matthew Hassan Kukah?

El primer fin de semana de febrero de 2024 tendrá lugar en Madrid el XXXVI Encuentro África, que versará sobre la gobernanza en el continente. En este campo destaca la figura de Mons. Matthew Hassan Kukah, obispo de Sokoto y una de las referencias morales de Nigeria. Fundador de un laboratorio de ideas que lleva su nombre, ha impulsado y protagonizado algunas de las más importantes iniciativas en favor de la paz y la democracia en su país. 

La localidad de Anchuna, en el estado de Kaduna (Nigeria), recibió el 31 de agosto de 1952 a su nuevo vecino, Matthew Hassan Kukah. La escuela primaria San Fidel, en Zangon, y el seminario menor San José, de Zaría, precedieron a su ingreso en el seminario mayor de San Agustín, en Jos. Fue ordenado sacerdote el 19 de diciembre de 1976. Diplomado en Estudios Religiosos por la Universidad de Ibadán y licenciado por la Urbaniana de Roma, Kukah es también doctor por la Escuela de Estudios Orientales y Africanos, de la Universidad de Londres.

Como sacerdote, ha sido párroco en Kaduna (77-78); rector del seminario San José (81-82); asistente del cardenal Ekandem (82), entonces arzobispo de Abuya; vicesecretario general de la Conferencia Episcopal (90-93), o vicario general de la archidiócesis de Kaduna (2004-11). Desde 2011 es obispo de Sokoto. Un año después fue nombrado presidente del Comité para el Diálogo Interreligioso de la Conferencia Episcopal de Nigeria, se incorporó al Consejo Pontificio para el Diálogo Interreligioso, en el Vaticano, y ocupó la presidencia del Comité para el Diálogo Interreligioso de la Conferencia Episcopal Regional de África Occidental, cargo que ostenta en la actualidad. 

Influencia en la vida política 

Un funcionario de la Administración nigeriana en el exterior del país mantuvo hace unas semanas una conversación con un miembro de la redacción de MUNDO NEGRO. En un momento de la misma, surgió el nombre de Mons. Kukah. Sin pensárselo dos veces, el empleado público avisó: «Si gobernara nuestro país, nos iría mucho mejor».

Aunque resulte llamativo, a priori, que el obispo de una diócesis sea considerado como un candidato ideal para ocupar el sillón presidencial, no lo es tanto al seguir la trayectoria de este hombre que ha presidido la Comisión de la Reconciliación Ogoni-Shell –que pretendía compensar el desastre ecológico causado por la multinacional del petróleo en el delta del Níger–, o que fue miembro de la Comisión Nigeriana de Investigación de las Violaciones de Derechos Humanos, conocida como Panel Oputa, entre 1999 y 2001. Su compromiso con la vida pública le ha llevado también a trabajar en la Conferencia Política Nacional (2005) o en el Comité de Reforma Electoral (2007-2009). 

Uno de los frutos de esa opción vital fue la fundación, en 2008, del Kukah Centre (ver MN 694, pp. 32-37), un laboratorio de ideas que se ha convertido, en apenas 15 años, en una referencia en la investigación y el debate sobre políticas públicas que promuevan la paz, la cohesión y la mejora de la democracia a partir de la buena gobernanza, el liderazgo o el diálogo interreligioso. En esta línea, en diciembre de 2022, el diario nigeriano The Guardian parafraseaba unas declaraciones del prelado en las que insistía en que «los nigerianos deben pedir a los líderes políticos que expliquen cómo manejan las identidades de la nación y los conceptos de equidad y justicia, mientras el país es testigo de un elevado grado de odio y violencia» (ver pp. 42-47). 

Una figura profética

El periodista nigeriano -Teófilo Abbah reconocía en The Insight que nada más conocer a Mons. Kukah le pareció «un joven sacerdote más conocido por sus discursos políticos que por sus homilías desde el púlpito», muchos de los cuales aparecen recogidos en el volumen Broken Truths: Nigeria’s Elusive Quest for National Cohesion, publicado en 2022. 

El obispo de Sokoto no ha renunciado a posicionarse sobre algunos de los problemas que afectan a su país, como la violencia de Boko Haram. El propio Abbah recordaba que en un encuentro que mantuvo con el prelado en la primera década de este siglo, el obispo le preguntó de forma retórica: «¿Qué es Boko Haram?». Después de unos segundos, el obispo Kukah respondió: «Teófilo, no puedes derrotar a un enemigo que no conoces. ¿Cuál es su filosofía? ¿Quiénes son sus líderes? ¿Cómo están organizados? ¿Cuáles son sus fortalezas y debilidades? Lo que estoy diciendo, en esencia, es que, como país, estamos luchando contra un enemigo al que realmente no conocemos». Más de una década después de aquella conversación, Abbah admite que «todavía estamos tanteando en la oscuridad. ¡Es un hombre profético!».

«El sello distintivo de los grandes individuos es cómo impactan sin esfuerzo y de manera extraordinaria en la vida de las personas. Yo soy una de esas personas impactadas por el obispo Matthew Hassan Kukah». Así arrancaba Samuel Aruwan, comisionado del Ministerio de Seguridad y de Asuntos Internos del estado de Kaduna, el perfil del obispo que publicó en el Daily Nigerian con motivo del 70 aniversario del prelado. A los méritos glosados por Aruwan hay que sumar ahora el Premio -MUNDO NEGRO a la Fraternidad 2022 que concede esta revista. Conocido en Nigeria como la Conciencia de la Nación, el obispo de Sokoto tiene en mente la fundación de la Escuela de Gobierno Kukah, que pretende aprovechar el conocimiento de profesionales, académicos y tecnócratas nigerianos para elaborar estrategias políticas que favorezcan el crecimiento y desarrollo del país.   

El encuentro será transmitido en directo. AQUÍ

La revista Mundo Negro recibió dos galardones por su trabajo y trayectoria

Los días 17 y 22 de enero la revista MUNDO NEGRO, editada por los Misioneros Combonianos en España, recibió dos galardones por su trabajo y trayectoria. El primero se lo concedió el portal digital África Mundi en reconocimiento por el Cuaderno MN sobre Ghana, publicado en mayo de 2023. El segundo fue el Premio CEU Ángel Herrera al mejor trabajo periodístico en materia de Doctrina Social de la Iglesia. MUNDO NEGRO cuenta 64 años de servicio a la información y animación misionera en España.

El miércoles 17 de enero de 2024 tuvo lugar en el CaixaForum de Madrid la entrega de los II premios África Mundi. En la categoría al mejor especial, el galardón recayó sobre la revista MUNDO NEGRO de los Misioneros Combonianos en referencia al número monográfico sobre Ghana publicado el mes de mayo de 2023 y que es fruto del viaje que un equipo de la revista realizó a ese país africano.

Recogieron el premio los redactores de MUNDO NEGRO, Javier Sánchez y Gonzalo Gómez, principales autores del monográfico tras su viaje a Ghana entre finales de octubre y principios de noviembre de 2022, período en el que estuvieron apoyados sobre el terreno por el misionero comboniano español Pepe Girau Pellicer, que trabaja en Cape Coast. También participaron en el acto de entrega el director de la revista Mundo Negro, P. Enrique Bayo, y otros dos miembros de la redacción: Carla Fibla y José Luis Silván. El premio de África Mundi se añade a otros muchos reconocimientos que la revista MUNDO NEGRO ha recibido a lo largo de sus 64 años de historia, por su oferta periodística de calidad sobre la misión y otras realidades del continente africano.

Premio CEU Ángel Herrera 2024

El segundo (el 22 enero de 2024) fue el Premio CEU Ángel Herrera al mejor trabajo periodístico en materia de Doctrina Social de la Iglesia. Este premio reconoce la trayectoria de la revista MUNDO NEGRO como referente informativo en España sobre África y de manera particular sobre el trabajo de los misioneros/as y las Iglesias locales africanas.

LMC: Programa de nutrición “Chispuditos”

A lo largo del 2023 nos encontramos con muchas emociones y realidades, llenas de alegría, tristeza, reconforto, anhelo y cruz… Los LMC de Guatemala iniciamos un año lleno de esperanzas puestas en el programa de nutrición Chispuditos, el cual creció de manera increíble a tal punto que logramos, junto con profesionales, hacer jornadas médicas y dentales, ya que el suplemento, las formaciones y los víveres no estaban ayudando a los niños a salir de la anemia y de sus enfermedades.

Hemos hecho grandes esfuerzos por innovarnos, capacitarnos, pero no ha sido suficiente ya que cuando llegó el pediatra, la nutricionista y la dentista observaron un alto grado de desnutrición, problemas psicomotrices, dentaduras inservibles, enfermedades genéticas, deficiencias en el habla y el crecimiento, causados muchas veces por la misma desnutrición de las madres y la mala educación alimentaria. Son 6 años de un camino arduo, trabajando la mente, el corazón y el estómago, sin duda nos llena de alegría ver a los niños de 6 años que salen del programa sin anemia y con un tamaño y peso promedio, ¡Es para darle gloria a Dios!

Al mismo tiempo nos adentramos en la JPIC sabiendo que San Daniel Comboni tenía un interés especial en la justicia hacia los marginalizados y olvidados; nos sumergimos en la formación para conocer la migración en Guatemala y esta nos llevó a la trata de personas, situación terrible y muy latente en nuestro país. Descubrimos que Comboni lucho mucho por la trata de personas, evitando que se llevaran tantos negros como esclavos. Entendimos con charlas, encuentros personales y varios Cineforos sobre la trata de personas, Conocimos la realidad y crudeza de la vida de mujeres en situación de prostitución. Nuestro corazón se doblegó ante tal situación e iniciamos una campaña de concientización. Guatemala sufre trata de personas, mujeres, niños y surge a partir de la migración, la cual es una de las mayores problemáticas del país, de ahí se desprenden estos problemas sociales, culminando con una mal nutrición de niños, familias desmembradas, mujeres solas y niños prácticamente huérfanos.

Creemos que ha sido un año marcado por un despertar profundo al camino de Comboni. Tuvimos formaciones enriquecedoras, formamos nuevos candidatos a LMC, nos encontramos varias veces con un pequeño grupo de laicos en San Luis Petén que están haciendo su formación para ser LMC, ampliamos nuestra visión hacia nuevos proyectos y crecimos en el carisma Comboniano.

Nos espera un 2024 con nuevos y grandes desafíos, a nivel comunitario, misión ad gentes y a nivel económico, pero confiamos en la santa intercesión de San Daniel Comboni, nos acogemos a los corazones de Jesús y María y le pedimos a San José, que ayude a este pequeño grupo a ser luz y sal por donde vaya.

Feliz Inicio de año 2024 que este lleno de muchas bendiciones y nuevos caminos para cada LMC

Un abrazo fraternal LMC Guatemala