Archives 2024

Esquila Misional, fuente de vocaciones

Esquila Misional es una revista que para muchas personas ha sido el origen de su vocación. La presencia de los Misioneros Combonianos en san Francisco del Rincón, Guanajuato, ya tiene más de 50 años. Los misioneros se han movido por casi todo el estado para animar a mucha gente a vivir el apostolado
desde sus hogares.

Texto y fotos: Hna. María Leticia LÓPEZ M., fcj

Hoy, los combonianos están presentes gracias a la animación misionera en varios municipios de Guanajuato, entre ellos, San Felipe. Ahí, las Damas Combonianas, que hacen un trabajo excelente, promueven la misión. El sacerdote comboniano Héctor Peña, encargado de la animación de esta zona desde hace casi dos años, siempre regresa muy motivado cada vez que las visita, porque es una comunidad muy alegre, disponible, trabajadora y muy cercana a la Familia Comboniana. De hecho, todas las personas que componen esta comunidad se declaran combonianas y, en general, estiman mucho la labor que realizamos.

Aunque no ha salido una vocación propiamente comboniana, sí han salido algunas para sacerdotes diocesanos y otros religiosos que fueron promovidas por los mismos combonianos. Ese también fue el sueño de san Daniel Comboni, suscitar la Iglesia local para su propia formación. De hecho, el papa Francisco, en su catequesis del 20 de septiembre de 2023, recordaba a Comboni con estas palabras: «La singular intuición misionera, resumida por el propio santo en el lema “Salvar África con África”, es una “intuición poderosa” que contribuyó a renovar la obra misionera, reconociendo que “las personas evangelizadas no sólo eran ‘objetos’ sino ‘sujetos de la misión’”. Y san Daniel Comboni deseaba hacer a todos los cristianos protagonistas de la acción evangelizadora. Y con este ánimo pensó y actuó de forma integral, involucrando al clero local y promoviendo el servicio laical de los catequistas».

En la comunidad de San Felipe podemos notar esa Iglesia «tan misionera». Incluso participan mucho en las actividades que se organizan en el seminario comboniano de San Francisco del Rincón.

Por eso, este mes presentamos la vocación de la hermana María Leticia López Mejía, originaria de San Felipe, que nos cuenta cómo nació su consagración a la vida religiosa. Ella misma explica que su vocación nació por medio de los misioneros combonianos, sobre todo por la revista Esquila Misional.

¿Cómo le pagaré al Señor todo el bien que me ha hecho?…

Soy la hermana María Leticia López M., fcj. En 2023 celebré mis 25 años de consagración religiosa en la congregación Familia de Corde Jesu. Al reflexionar sobre este llamado y el gran don que he recibido, quiero agradecer a los Misioneros Combonianos del Corazón de Jesús por su presencia en el surgimiento de mi vocación.

Soy originaria de San Felipe, Guanajuato, y ahí están presentes los Misioneros Combonianos con el grupo de Damas Combonianas, a este grupo pertenecen mi tía abuela, mi abuelita y mi mamá. Recuerdo que desde los 8 años de edad, al visitar a mi tía abuela, tenía contacto con el testimonio de las misioneras y misioneros combonianos a través de la lectura de las revistas Aguiluchos y Esquila Misional. Me llamaba la atención conocer el llamado y apostolado que esta congregación realiza en el continente africano.

A partir de ese momento fue surgiendo mi llamado a la vida religiosa, sobre todo al leer el testimonio de una comboniana que mencionaba que había dejado todo para seguir a Jesús. A través de la lectura de Aguiluchos y Esquila Misional fui descubriendo mi vocación, porque hicieron crecer en mí el anhelo de ser algún día como las misioneras y misioneros que donaban su vida para anunciar el amor de Dios. Al pasar de los años, siguió resonando en mi interior el ejemplo de hombres y mujeres que consagraban su vida a Dios en el servicio al prójimo.

Hoy, al cumplir 25 años de consagración a la vida religiosa, sólo tengo palabras de agradecimiento para quienes fueron los mediadores a través de los cuales pude escuchar la llamada de Dios. Considero providencial que así como los Misioneros Combonianos son «del Corazón de Jesús», también la congregación a la que pertenezco, Familia de Corde Jesu, tiene como fuente de su espiritualidad al mismo Corazón de Jesús.

Al llegar a este momento de mi vida, sólo surge de mi ser la gratitud para todos aquellos que durante mi vida han sido instrumentos para descubrir el llamado de Dios y ser misionera en el lugar donde me encuentro.

Asamblea continental de la formación América/Asia en Lima

Miércoles, 24 de abril 2024
La Asamblea Continental de la Formación América/Asia tuvo lugar del 15 al 21 de abril de 2024, en Lima, capital de Perú. Con la participación de 17 representantes de nuestras circunscripciones combonianas del continente, junto a P. José de Jesús Villaseñor Gálvez, secretario general de la formación y P. Elias Sindjalim Essognimam, consejero general encargado del sector, este evento ha sido un tiempo de profunda fraternidad, diálogo y crecimiento mutuo.

Dimos inicio a la Asamblea con una misa presidida por Mons. Juan José Salaverry OP, auxiliar de Lima y encargado de la vida religiosa a nivel de la Conferencia Episcopal.

Misa presidida por Mons. Juan José Salaverry OP, auxiliar de Lima.

Durante la asamblea, hubo un valioso intercambio de experiencias y reflexiones, para subrayar la importancia de la formación permanente en nuestras vidas, principalmente para los acompañantes de los jóvenes. Se dedicó especial atención al papel de los jóvenes en nuestro camino de servicio y compromiso, reconociendo su vitalidad y potencial para enriquecer nuestras comunidades.

Este compartir fue una oportunidad invaluable para conocer y comprender mejor las realidades y desafíos que enfrentamos en nuestras diversas circunscripciones en el campo vocacional como formativo, así como para fortalecer lazos de colaboración y solidaridad entre nosotros.

Agradecemos sinceramente a todos los participantes por su compromiso y contribución a esta experiencia enriquecedora.

¡Que la fraternidad, el entusiasmo y el espíritu misionero sigan guiando nuestros pasos en el camino de la formación y la misión!

P. Nelson Mitchell, MCCJ

Viacrucis en Etiopía

En Etiopía todavía estamos en Cuaresma, siguiendo el calendario de la Iglesia Ortodoxa que tiene sus fechas propias para festejar la Semana Santa, la cual empezará en una semana, el domingo 28 de este mes.

Dentro de las diversas prácticas religiosas, propias de esta temporada, se encuentra la oración del Viacrucis el cual he dirigido esta vez en la casa de asistencia a enfermos (de todo tipo) que las Hermanas Misioneras de la Caridad (Madre Teresa) tiene en la ciudad. El Viacrucis lo realizamos para el pequeño grupo de católicos enfermos, trabajadores y religiosas que ahí están.

Una tercera parte de los enfermos, 100 de los 300 que las religiosas asisten, se unen a nuestra oración, habiendo entre ellos un número equitativo entre protestantes, ortodoxos y musulmanes. Para mi sorpresa, no sólo van al Viacrucis para ‘ver’ lo que hacemos, para ser observadores, sino que ellos también se unen para ser participantes, a nuestras prácticas, como arrodillarnos o postrarnos en el suelo para mostrar nuestra devoción a la cruz. Cuando noté que muchos de ellos se acercaban a rezar el primer viernes de Cuaresma que dirigí, les mencioné que al final todos tenemos un solo Dios, aunque nuestros caminos para llegar a Él son diferentes… y que todos podemos adorar al mismo Dios en nuestros corazones con este tipo de prácticas externas.

1/ El primer viernes que hicimos el Viacrucis, un muchacho que participaba mostraba la cruz en alto mientras otro enseñaba una foto de cada una de las estaciones. 2/ Para el segundo sugerí y lo realizamos en el corredor de sus habitaciones para orar por los ‘sufrientes y enfermos’ que ahí estaban y que no podían salir. 3/ Para el tercero improvisé y llevé mantas, palos, una corona de espinas, una corona de plástico, máscaras de papel, etc. Llamé unos minutos antes a varios niños que ahí estaban para que hicieran la representación (Jesús, Pilatos, María, soldados, Simeón, mujeres, etc.), juntamente con la foto del Viacrucis, donde ellos no decían nada, solamente realizaba la representación de cada estación. 4/ El cuarto, este viernes pasado, en vez de llamar a niños, lo hice con los jóvenes. No cabe duda de que la mayoría de ellos son actores naturales y representaron cada una de las estaciones de una manera ‘magistral’, pero sobre todo con mucha, mucha devoción, (aún si la gran mayoría no eran católicos).

Esta vez el Viacrucis fue seguido con mucha atención… La representación de los chicos fue impresionante, incluyendo la reacción espontánea de una anciana que de repente salió del grupo de mujeres y se interpuso entre Jesús y el soldado que tenía el cargo de golpearlo con su látigo. Ella primero le gritó diciéndolo que se detuviera y después se puso en medio de los dos, agarrándole con la mano el látigo, para que no lo azotara más, aunque todo era solamente una representación.

Sigamos haciendo oración por todos nuestros enfermos que, así como Jesús, sufren en su cuerpo los dolores de las enfermedades y en sus mentes la desesperación de no ver pronto la recuperación.

El estar ahí, en una casa de asistencia de las Hermanas para enfermos (el cuál no es hospital ni clínica), me ha ayudado de manera más concreta, una vez más, a pensar en todos nuestros amigos, parientes, familiares y conocidos que están enfermos y nos piden que nos unamos a ellos en su intención de oración por su salud y por su tranquilidad emocional ante los sufrimientos que padecen.

Que Nuestro Señor extienda su mano y les conceda la salud que necesitan. Así sea.

Redes eclesiales territoriales de América Latina conmemoran el Día Internacional de la Tierra con “ciclo de charlas”

 ADN CELAM

El padre Noel Ortiz, secretario ejecutivo de la Red Eclesial Ecológica Mesoamericana (Remam), anunció que este 22 de abril, Día Internacional de la Madre Tierra, realizarán “un ciclo de charlas virtuales” con expertos latinoamericanos – integrantes de las redes eclesiales territoriales – sobre temas de Ecología Integral.

“Les invitamos para poder participar en las diferentes temáticas que tendremos para concientizarnos sobre la necesidad del cuidado de nuestra casa común”, apuntó el sacerdote, quien indicó que este evento se podrá seguir por la plataforma zoom a las 10:00 a.m. de México y Centroamérica, 11:00 a.m de Panamá y Colombia.

Los interesados podrán usar el siguiente enlace:

https://lc.cx/WxW-49
ID de reunión: 846 8139 9478
Código de acceso: 123

Dinámica de la charla

El padre Ortiz explicó que la primera parte de la conferencia estará a cargo de Diego Aguiar de la Red Eclesial Panamazónica (Repam), mientras que en la segunda parte estará el padre David Solano, referente de Ecología Integral para América Latina para Cáritas América Latina.

“Nos acompañará también en un tercer momento Miguel Cruz, secretario ejecutivo de la Red Eclesial Gran Chaco y Acuífero Guaraní (Regchag) hablando sobre las redes territoriales y la importancia de vincularnos como redes eclesiales en todas nuestras plataformas”, indicó.

Finalmente, Margarita Nomh, guardiana de las semillas, “nos compartirá un momento de espiritualidad ecológica desde su cosmovisión Maya”.

Seminario de Sahuayo: 70 años de la primera piedra

El 20 de abril de 1954 se ponía la primera piedra y se iniciaba oficialmente la construcción de nuestro Seminario de Sahuayo. para recordarlo hemos rescatado de nuestros archivos históricos dos documentos significativos: la crónica narrada de aquel acontecimiento y el testimonio emotivo de la participación y la generosidad del pueblo sahuayense, que siempre consideró al seminario como algo suyo.

Crónica de la colocación de la primera piedra

20 de abril 1954.
Día muy importante en la vida del nuevo Seminario. A las 10 de la mañana llega S.E. Rvma.
Mons. José Anaya Diez de Bonilla, dignísimo Obispo de Zamora, para bendecir nuestra trabajo.
Fue recibido por el Rev. P. Felipe Villaseñor (Párroco y gran benefactor de nuestra obra en Sahuayo) y por el P. Ziller, representante de la Congregación, estando presentes las autoridades eclesiásticas y civiles de la ciudad, rodeado de una verdadera multitud que aclamaba su Pastor.
Bendice de corazón la piedra que será colocada en el centro del edificio y todo el trabajo. Firma con gusto el pergamino de recuerdo en el que está escrito:

Pergamino puesto en la primera piedra

«Anno Domini 1954. Saeculo primo ab Immaculatae Mariae semper Virginis Conceptionis dogmatis declaratione celebrantibus.
SUMMO PONTIFICE PIO XII feliciter regnante.
Domino Doctore JOSEPH ANAYA DIEZ DE BONILLA, Dei et Apostolicae Sedis gratia, Ecclesiam Zamorensem regente.
Rev.mo P. Antonio Todesco Supremo Moderatore Congregationis FF. SS. Cordis Jesu. Rev.mo P. Stephano Patroni Mexicanae Circumscriptionis Superiore.
Civitatis Sahuayensis Domino Doctore Henrico Menez G.
Mexicanae Confederationis rem civilem Domino Adulpho Ruiz C. regente.
Michoacanae Provinciae Damaso Cardenas Gubernante.
Sahuayensem Municipalitatem Jesu Villaseñor A. regente.
Patre PHILIPPO VILLASENOR s. primo opus expensis sumptibusque suis incohante. Domino Beniamino Sanchez S. munifice locum praebente.
SEMINARII HUIUS CONGREG. FF. SS. C. J. pro Africae Missionibus.
DIVOQUE JOSEPH B.M.V. SPONSO dicandi.
Die 20 Aprilis anni 1954.
Excellentissimus Dominus Doctor Joseph Anaya Diez de Bonilla Episcopus Zamorensis -angularem lapidem posuit- atque ad perpetuam rei memoriam documentum hoc signavit».

A continuación se procede a la firma por parte de los presentes. Tras la lectura en español por P. Ziller, se coloca la piedra en su lugar mientras el disparo de cientos de petardos anuncia el feliz acontecimiento a toda la ciudad.
En medio de nuevas aclamaciones, el obispo parte deseando todo lo mejor al seminario naciente. Bendito sea el Señor y vivan las gracias a que tanto nos ama.

Bolletino Della Congregazione dei Figli del S. Cuore nº 43, Pascua de 1955, pp. 762-763.


La generosidad del Pueblo de Sahuayo

Sahuayo. 1955. Un año después.

Comenzamos las excavaciones el primer miércoles de febrero de 1954 porque el nuevo seminario está dedicado a San José, y de su protección esperábamos todo. Nuestra esperanza no se vio defraudada. Un año más tarde, el primer jueves de febrero de 1955, entraba el primer grupo de aspirantes que esperaba en la capital, ocupando la primera ala del edificio, ya terminada, y el 11 de febrero, fiesta de Nuestra Señora, los nuevos apóstoles.

La obra terminada estaba valorada en 700 mil pesos (unos 60 mil dólares). Alrededor de 25 mil pesos fueron recaudados en la capital, otros 25 mil en otros países, y todo el resto (650 mil) fue aporte del pueblo de Sahuayo, que con tanto entusiasmo sigue nuestra obra.

Es verdaderamente admirable que este pueblo, lleno de fe, coopere en las obras de Dios. No fueron los ricos con sus grandes ofrendas, sino la clase media y pobre quienes tanto nos ayudaron. Los Padres que seguían la obra, ¡cuántos episodios conmovedores tendrían que contar! Cuántas veces, subiendo desde el centro de la ciudad, donde se alojaban, hasta el lugar del trabajo, eran parados por la gente: “Padre, aquí está mi granito… mi ofrenda para pagar a un trabajador”. “Padrecito”, grita una niña al llegar hasta ti, “mi madre te llama”, y una mujer que espera en la puerta te entrega una limosna, fruto de la hucha de su hijito, para darle la gracia de ser misionero algún día. “Padre, una ofrenda para el seminario, para que mi marido vuelva a Dios… … para que mi padre se ponga bien. … por la paz de mi familia”; y así las ofrendas se acumulan y la obra puede continuar.

Colaboradores y colaboradoras recorren periódicamente el país con cajitas, pidiendo ayuda; señoras (las que serían luego las ‘damas combonianas’) organizan rifas dominicales, entregando todo lo recaudado para el seminario, sin deducir sus propios gastos. Los ganaderos dan el fruto de su trabajo: vacas, terneros, burros, más de treinta, que se rifan o venden a beneficio del Seminario. Cuantas joyas preciosas, anillos, pendientes, relojes, fueron donados para la rifa. Los niños que hicieron el sacrificio de sus juguetes se contaban por centenares. Muchos fueron también los comerciantes que ofrecieron, y siguen ofreciendo, piezas de sus mercancías para enriquecer la rifa dominical. También se donaron miles de ladrillos y toda la madera para los andamios. Los agricultores ofrecieron el fruto de sus campos: varios quintales de trigo, maíz, judías y garbanzos, todo vendido en beneficio del Seminario.

La mayor contribución, sin embargo, vino de los trabajadores con mano de obra gratuita: los peones hicieron una hora extra de trabajo cada día mientras duró la construcción. En septiembre, 30 albañiles realizaron una jornada de trabajo gratuito. Todas las piedras para los cimientos se recogieron y trajeron sin ningún pago. Los conductores también fueron de gran ayuda, trayendo la grava desde más de 50 km. gratis, hasta mediados de noviembre; además, nos trajeron 2600 m2 de grava de Guadalajara (a 150 km.) gratis. Lo más conmovedor era ver a las mujeres y los niños que los domingos por la tarde preparaban ladrillos durante dos horas en el lugar del trabajo: un día superaron los 120.

Las autoridades también quisieron ayudar: el párroco permitió una jornada en la iglesia principal a beneficio del seminario, con la que se obtuvieron 8 mil pesos; el Presidente Municipal de la ciudad ofreció los ingresos de la lotería de la fiesta nacional del 14 de septiembre; el jefe de deportes ofreció lo recaudado en un partido de béisbol. Así, con la cooperación de todos, se pudo completar la primera parte del Seminario.

Hubo momentos de inquietud, cuando, por falta de dinero, hubo que reducir el número de trabajadores que oscilaba entre 10 y 40; pero San José estaba dispuesto a ayudar, de modo que el trabajo nunca se interrumpió.

Un elogio especial merece el P. Ziller, que se sacrificó por la obra de la Congregación con tanta dedicación, convirtiéndose en mendigo no sólo en Sahuayo, sino también en México y Estados Unidos.
Paralelamente a los trabajos de construcción, proseguía la labor de reclutamiento de aspirantes. El P. Zanuso se mostró en ello verdaderamente admirable. Con su prudencia y sus buenas maneras, supo penetrar en las escuelas y suscitar el entusiasmo de los muchachos, haciendo una buena elección. Fruto de esta propaganda: un sacerdote ya había solicitado el ingreso, tres Hermanos postulantes, uno de los cuales ya está en el noviciado, y dos que esperan la finalización de los trámites para salir. A principios de febrero ingresaron los nuevos apóstoles, en total 75, divididos de la siguiente manera: en México, I y II de Secundaria, 35 nuevos y 5 antiguos; en Sahuayo, 40 nuevos y 9 antiguos en I de Secundaria y Preparatoria. Esta división se hizo por razones de la gran distancia que hay de Sahuayo a la Ciudad de México (más de 500 km.), y también para no cargar a Sahuayo con todos los gastos de mantenimiento, mientras que en México no hay dificultades.

Antes de terminar, un sincero agradecimiento al Rvdo. Superior General que, para el mobiliario del Seminario, nos ha permitido mantener las ofrendas de las Ss. Misas celebradas según su intención; a las Estaciones de La Paz, Todos Santos, El Triunfo, que dieron una generosa ofrenda para el mismo fin. Los hermanos de la capital también hicieron su contribución: El P. Piacentini pagó puertas y ventanas, el P. Becchio parte de los pupitres de la escuela, y el Hno. Norbiato, que lleva meses visitando las fábricas de la capital, nos consiguió, gratis o a precio muy reducido, material de electricidad y fontanería, camas y colchones, cristales, estufas, mesas, etc. A los hermanos que con tanta generosidad han querido mostrar su apego a la Congregación ayudando a su obra, un sincero agradecimiento. Invitamos entonces a todos a unirse a nosotros para dar gracias a San José y rezarle para que nos ayude a terminar pronto toda la construcción.

Bolletino Della Congregazione dei Figli del S. Cuore nº 45, Enero de 1955, pp. 1022-1023.


Video de las celebraciones

P. Jesús Lobato: 25 años de melodía sacerdotal

El sábado 13 de abril el P. Jesús Wolfango Lobato, misionero comboniano originario de Apizaco, Tlaxcala, celebró los 25 años de ordenación sacerdotal. Misionero y músico por vocación, dio gracias a Dios por su sacerdocio acompañado de amigos, compañeros de congregación, sacerdotes y hasta dos obispos.

La ceremonia tuvo lugar en el mismo templo donde, hace ahora 25 años, recibió la ordenación sacerdotal: la Basílica de Nuestra Señora de la Misericordia de Apizaco, en el Estado de Tlaxcala, su tierra natal. La misa estuvo presidida por Mons. Juan Pedro Juárez, obispo de Tula. Fue él quien lo recibió en el seminario cuando el P. Lobato era un joven con deseos de entregar su vida al Señor. También estuvo presente Mons. Julio César Salcedo, obispo de Tlaxcala, quien dio gracias a Dios por la vocación del P. Jesús. Además de los dos obispos, varios misioneros combonianos, sacerdotes diocesanos, familiares y amigos venidos de diferentes lugares del país acompañaron al P. Jesús en su jubileo sacerdotal.

En su homilía, Mons. Juárez hizo una bella referencia a la misión y a la vocación misionera, pidiendo al P. Lobato que siga poniendo al servicio del Evangelio los dones con los que Dios lo ha bendecido y deseándole que «sigas siendo un sacerdote misionero feliz y contento allá donde te encuentres». Uno de esos dones es su pasión por la música. De hecho, al final de la misa, el P. Jesús entonó una canción compuesta por él mismo en sus años jóvenes, en la que expresaba su deseo de ser como San Daniel Comboni.

Recién ordenado sacerdote el 30 de enero de 1999, el P. Jesús fue destinado a la misión de Kenia, donde estuvo 13 años. En 2013 regresó a México para prestar un servicio misionero en su país de origen. Aquí trabajó últimamente entre el pueblo mixteca, en la parroquia de Santiago Apóstol de Cochoapa el Grande, en el estado de Guerrero. Apenas una semana después de celebrar sus 25 años de sacerdote, tomará el avión para regresar a su misión de Kenia, donde seguirá realizando su labor misionera y enriqueciendo a los que le rodean con sus grandes dotes musicales.