Doctorado del P. Luis Enrique Ibarra

Por: P. Rafael González Ponce, mccj

La Basílica Mayor del Santísimo Salvador del Mundo, más conocida como Basílica de san Juan de Letrán, es la catedral de la diócesis de Roma y la sede episcopal del Papa. Siendo la más antigua del mundo, recibe el título honorífico de Madre y cabeza de todas las Iglesias de la ciudad de Roma y de toda la tierra”.

Precisamente este escenario alberga la Universidad Pontificia Lateranense donde el P. Luis Enrique Ibarra Hernández, misionero comboniano mexicano, la tarde invernal del 6 de marzo de 2024, ha defendido su Tesis de Doctorado en ambos Derechos con el título “Los Derechos de los Menores como un valor humano universal, tutelados y custodiados por la Iglesia…” teniendo como Moderador al Prof. Giorgio. Giovanelli y Corelatores a los Profs. Davide Cito y Elena Di Bernardo. El resultado obtenido ha sido “suma cm laude”, sobre todo por mostrar como el Estado y la Iglesia deben promover juntos la dignidad de todo ser humano. Además han sido subrayadas su profundidad y claridad, dejando cuestiones abiertas y provocaciones en vistas de un compromiso más exigente y coherente en favor de los más desprotegidos.

Acompañando al P. Luis Enrique, en representación del Instituto Comboniano, estaba el P. David Domingues (vicario general) y una veintena de nosotros sus hermanos de congregación.

Este momento tan significativo corona largos años fatigosos de estudio e investigación, todo con el fin de ofrecer a la Iglesia en su tarea evangelizadora un servicio de mayor calidad y alcance misionero.

Felicidades, Luis Enrique, a nombre de tu familia, congregación y todos los que hemos sido testigos de tus esfuerzos.

Una pregunta incómoda

Por: Emmanuel Alejandro Mejía Sánchez

Soy Alejandro, tengo 31 años y soy originario de Magdalena, en el estado mexicano de Jalisco. Conozco a los Combonianos desde siempre  porque todos los meses hacen animación misionera en mi parroquia, sobre todo acompañando a las llamadas Damas Combonianas. A pesar de la avanzada edad de la mayoría de ellas, siguen apoyando y dando lo mejor de sí en favor de los combonianos y de las misiones. Mi madre no pertenecía a este grupo, pero siempre colaboró con las campañas anuales de los combonianos. Después de su fallecimiento, hace ya 21 años, mi familia ha mantenido ese compromiso.

La coordinadora de las Damas Combonianas, María de Jesús Altamiro, ha sido una persona clave en mi decisión de entrar en el instituto comboniano. En 2014 ingresé en el seminario diocesano de Guadalajara, pero salí al año siguiente. De regreso a casa, mi párroco me pidió que le ayudara unas semanas como sacristán mientras encontraba a otra persona, pero lo que iban a ser unos pocos días se convirtieron en cuatro años.

Cada vez que me veía en la parroquia, María de Jesús me hacía una pregunta que me incomodaba: «¿Te vas a pasar la vida limpiando el templo?». Un día me dijo: «El viernes próximo viene el comboniano. Si quieres, habla con él». A pesar de que le respondí que no quería saber nada de seminarios ni de esas cuestiones, hablé con el misionero, que me dio la biografía de san Daniel Comboni. La leí, me impresionó su tenacidad, y el 18 de agosto de 2018 inicié mi formación comboniana. El 13 de mayo de 2023 hice mis primeros votos y fui destinado a Granada para estudiar Teología. Llegué a España el pasado 5 de octubre, cuando ya había comenzado el curso en la Facultad de Teología de Granada, así que solo pude deshacer las maletas y comencé las clases. La primera semana conocí mi lugar de apostolado en la Asociación Calor y Café, donde se ayuda a personas migrantes en situación irregular.

Después de todo el camino recorrido, mezcla de penas y alegrías, desvelos y madrugadas, lágrimas y sonrisas, puedo decir que la vida misionera vale la pena. Me gustaría decirles a los jóvenes que se animen a conocer las «rarezas» de la vocación. La vida religiosa es similar a cuando te gusta una chica o un chico: comienzas con un coqueteo, después llega el noviazgo y vas conociendo a la otra persona hasta tomar una decisión. Por eso animaría a los jóvenes a coquetear con la vida religiosa para conocerla. No se pierde nada, y quizás puedes ganar una gran amiga. Como decimos en México, «el que invita paga». Y si Dios invita, Él pondrá los medios. Será un gusto verte un día por nuestra casa y darte la bienvenida a la gran Familia Comboniana.

Animación misionera en España

P. José de Jesús García
desde Palencia, España

Del 13 al 15 de febrero pasados los combonianos que trabajamos en España tuvimos en Madrid un taller de animación misionera. Uno de los temas que tratamos fue: “San Daniel Comboni: animador misionero”. Para nutrirnos del Espíritu comboniano, reflexionamos sobre las iniciativas y el espíritu emprendedor que movió e impulsó a San Daniel Comboni para animar a la Iglesia católica europea, para comprometerla en la evangelización de África. Después de la muerte de San Daniel Comboni, muchos misioneros combonianos, han contribuido en la causa misionera comboniana e inclusive han dado su vida en las misiones en diversas partes del mundo.

Queremos recordar al P.  Enrique Faré, un misionero muy importante para las provincias combonianas de México y España, sobre todo por haber fundado la revistas misioneras Mundo Negro y Aguiluchos de España y haber dado un gran impulso a la revista Esquila Misional en México.  

Profeta de la animación misionera

El P. Enrique Faré nació en Milán, Italia, el 10 de julio de 1912. Fue ordenado sacerdote el 27 de marzo de 1937. Realizó diferentes trabajos en la economía, formación y animación misionera, sólo por mencionar algunos. En 1958 fue nombrado Superior Provincial de México. Y en tan sólo en un año mejoró sustancialmente la revista Esquila Misional, editada por los misioneros combonianos, que hasta entonces era una hoja de enlace con los bienhechores y amigos de los misioneros. Gracias a su nuevo diseño y nuevo impulso, Esquila Misional llegó a ser tal como la conocemos hoy. En 1959 el P. Faré fue destinado a España con el mismo cargo, y en abril de 1960 fundó la revista Mundo Negro.  

Hoy en día, tiempo de las redes sociales de comunicación, tiempo de las imágenes digitales, es un desafío para nuestras revistas, el número de suscriptores cada día disminuye. En este taller para animadores misioneros, reflexionamos y nos comprometimos a aprovechar, las ferias del libro, visitar parroquias, grupos parroquiales y todo momento y ocasión que se presente para continuar y reactivar las suscripciones a nuestras revistas Mundo Negro y Aguiluchos y continuar con la venta de libros. Gracias a nuestras revistas misioneras damos a conocer el trabajo misionero y mucha gente ora por las misiones, además de que hemos tenido muchos bienhechores y muchas vocaciones para la vida misionera.

Invitamos a todos nuestros lectores de Esquila misional y Aguiluchos a que nos ayuden promoviendo las suscripciones y cada uno las divulgue con sus amigos. Y también que continúen apoyándonos con oraciones. Es gracias a su apoyo que muchos misioneros combonianos nos encontramos evangelizando en diversas partes del mundo. Unidos en la oración y en la evangelización.     

Asamblea de los LMC de México

El pasado 3 y 4 de febrero, los LMC mexicanos tuvimos nuestra Asamblea Nacional 2024 en Monterrey, N. L. Se trataron temas sobre compromiso, pertenencia, animación misionera y economía.

En ella nos comprometimos como grupos e individualmente a preparar todo para el próximo envío de algunos de nuestros integrantes que ya están disponibles para salir a la misión adgentes. Gracias a todos los participantes, bienhechores y MCCJ que apoyaron para hacer posible este evento. ¡Enhorabuena, LMC! Que sigan los frutos al pie de la Cruz para Gloria de Dios.

“Todo y para siempre”. Votos perpetuos y diaconado del escolástico Fernando Uribe

Texto: P. Ismael Piñón, mccj
Fotos: Seminario Comboniano de Sahuayo

El pasado 31 de enero, el escolástico comboniano Fernando Uribe Mendoza hizo la profesión perpetua en el instituto de los Misioneros Combonianos. Tres días después recibió la ordenación diaconal de manos de Mons. Francisco Figueroa, obispo auxiliar de Zamora.

Terminado su tiempo de formación y tras su experiencia de servicio misionero en la comunidad de Sahuayo, Fernando Uribe quiso dar el sí definitivo, un sí para toda la vida con el que se consagra para siempre al servicio de la misión en la familia de los Misioneros Combonianos. La ceremonia tuvo lugar en el Seminario Comboniano de Sahuayo y estuvo marcada por la emoción que lo embargó al decidir dejarlo todo para servir al Señor, especialmente cuando recibió la bendición de su mamá y de su hermana, que estuvieron presentes para acompañarlo y apoyarlo en este momento tan importante para su vida. “Todo y para siempre”, fueron las palabras pronunciadas en la homilía de la misa y que destacaron la importancia de la profesión perpetua de Fernando.

Tres días después, el 3 de febrero, Fernando recibía por la imposición de manos de Mons. Francisco Figueroa, obispo auxiliar de Zamora, la ordenación diaconal, ceremonia que tuvo lugar en el santuario de Santo Patrón Santiago de Sahuayo. En su homilía, el obispo recordó a Fernando y a todos los presentes que la experiencia de Dios tiene que ser compartida con generosidad y abundancia; es lo que Dios espera de nosotros. “Lo que se impone no seduce -afirmó el obispo-, es el amor de Dios lo que seduce, compartido desde la pobreza y la sencillez”.

Fernando seguirá prestando su servicio misionero en Sahuayo hasta el momento de su ordenación sacerdotal, que tendrá lugar dentro de unos meses. Después, estará dispuesto a ir allá donde los superiores lo envíen, con la alegría de ser ya un misionero comboniano consagrado de por vida para la misión, entregándole a Dios todo y para siempre.


I Asamblea internacional ECOPAX

Del 19 al 21 de enero de este año 2024 se encontraron 46 laicos de diversos lugares de México, Ecuador y Estados Unidos, comprometidos en la Misión Social de Paz inspirados en los principios misioneros de San Daniel Comboni.

El encuentro se realizó en la ciudad de Sahuayo Michoacán teniendo como sedes el Centro Cultural de Paz que anima ECOPAX-Sahuayo y el Seminario Misionero Comboniano del mismo lugar.

Este encuentro, organizado y animado por ECOPAX-Sahuayo tuvo como finalidad compartir experiencias, iniciativas y procesos de paz en los diferentes contextos en los que desarrollan esta misión social los animadores y animadoras de ECOPAX para fortalecerse y animarse mutuamente en esta tarea misionera en ámbito social que se siente cada vez más necesaria y urgente en todos los ámbitos de convivencia humana.

El encuentro terminó con la definición de compromisos y metas comunes para este año 2024 a nivel local e internacional. Se concluyó con la misa de acción de gracias en el seminario comboniano y una comida que ofrecieron las personas beneficiarias del Centro Cultural de Paz de Sahuayo y sus familias, como agradecimiento por los beneficios que reciben de ECOPAX.