Los Combonianos entregan la parroquia de Palca al clero peruano de la diócesis de Tarma

En una emotiva ceremonia llena de gratitud y recuerdos, los Misioneros Combonianos se despidieron de la Diócesis de Tarma tras más de 60 años de entrega y servicio. Su presencia fue un faro de esperanza y fe, pues trabajaron incansablemente en casi todas las parroquias de la prelatura y, posteriormente, de la diócesis. Enseñaron religión, supervisaron proyectos arquitectónicos y fortalecieron la fe de muchas personas.

Su travesía, iniciada a petición del Vaticano para establecer una nueva prelatura, ha dejado una huella imborrable en las vidas de quienes fueron tocados por su labor evangelizadora.

La historia comienza cuando los Misioneros Combonianos llegaron dispuestos a afrontar el desafío de construir una nueva diócesis. El P. Humberto Unterberger asumió la parroquia de Palca en 1974, atendiéndola primero desde la comunidad de Tarma y luego estableciéndose en Palca como su primer párroco. Le siguieron el P. Hilmar Gulba (1933-2023), quien amplió la iglesia parroquial con una nave lateral y reemplazó el puente de madera a la casa parroquial por uno de hierro y cemento, y posteriormente el P. Eduardo Falk (1935-2024), quien fue párroco durante treinta años hasta que la enfermedad lo obligó a retirarse a Lima y luego a Alemania, donde falleció el 1 de enero de 2024. Le siguieron el P. Luis Weiss y, finalmente, el P. Alfonso Pérez, quien tuvo el honor de ser el último párroco comboniano.

El 1 de febrero, con la presencia del Superior Provincial, P. Nelson Mitchell, se entregó la parroquia Santo Domingo de Guzmán de Palca al clero diocesano, en manos de su obispo, Mons. Timoteo Solórzano MSC. La ceremonia solemne, celebrada en Palca, contó con la asistencia de numerosos sacerdotes combonianos y diocesanos, así como con una nutrida participación de amigos y feligreses. Esta era la última parroquia que permanecía en manos de los combonianos en la diócesis de Tarma.

El día 2 de febrero se celebró una misa en la catedral, donde, al finalizar la ceremonia, Monseñor Solórzano develó una placa conmemorativa en honor a los Misioneros Combonianos. La placa, ubicada junto a la tumba de Monseñor Lorenzo Unfried MCCJ, segundo obispo de Tarma-Cerro de Pasco, representa un recordatorio perenne de su entrega y servicio. Ambas ceremonias estuvieron impregnadas de emoción y gratitud, con cantos combonianos que animaron cada momento.

En 1958 se creó la Prelatura de Tarma con Mons. Antonio Kühner como su primer prelado. Kühner, quien había sido párroco en Huánuco, fue nombrado obispo de esa diócesis en 1980. Mons. Lorenzo Unfried, entonces obispo auxiliar de Arequipa, fue designado como su sucesor y tomó posesión de la prelatura el 4 de enero de 1981. Todas las parroquias estaban en manos de los Misioneros Combonianos hasta que, en 1985, la prelatura fue elevada a diócesis.

Fieles a nuestro carisma comboniano, hemos contribuido a la construcción de esta diócesis hasta verla suficientemente desarrollada. Tras un profundo discernimiento, Palca fue entregada al clero diocesano, marcando el cierre de nuestra presencia en estas tierras andinas, en la perla de los Andes, Tarma. Esta transición representa un momento agridulce, pues simboliza tanto la culminación de una misión como el inicio de una nueva etapa para la comunidad local.

El legado de nuestros hermanos misioneros —al inicio mayoritariamente alemanes y posteriormente españoles, italianos y de otras nacionalidades— es una fuente de inspiración. Su historia refleja no solo los desafíos enfrentados, sino también los triunfos alcanzados gracias a su resiliencia y fe. Su espíritu sigue motivando a misioneros peruanos, especialmente al pequeño grupo que ha salido de estas tierras a la misión ad gentes.

No nos queda más que decir: “Gracias”. Gracias a Dios y a tantos hermanos que forjaron esta hermosa historia misionera llena de esperanza.

Padre Nelson Mitchel, mccj

P. Luigi Codianni, nuevo Superior de los Misioneros Combonianos

Hoy, el P. Luigi Fernando Codianni, de 60 años, ex Consejero General en Roma, ha sido elegido Superior General de los Misioneros Combonianos del Corazón de Jesús (MCCJ). El P. Luigi, de nacionalidad italiana, tiene una considerable experiencia religiosa y misionera en los ámbitos de la administración y del servicio al gobierno, particularmente en las circunscripciones combonianas de Brasil e Italia.

El 6 de noviembre de 2024, el P. Tesfaye Tadesse Gebresilasie dimitió como Superior General del Instituto Comboniano, tras su nombramiento como Obispo Auxiliar de la Archieparquía de Addis Abeba (Etiopía). En el ejercicio de su función vicaria, el P. David Costa Domingues, en nombre del consejo general, convocó la votación para la elección extracapitular del nuevo superior general.

El padre Luigi Fernando Codianni nació el 13 de junio de 1964 en Celenza Valfortore, Italia. Ingresó en el Instituto con su primera profesión religiosa en 1988 en Venegono Superiore, Italia. De 1988 a 1993, estudió Teología en São Paulo (Brasil). El 15 de mayo de 1993 fue ordenado sacerdote en Celenza Valfortore, diócesis de Lucera-Troia.

El padre Codianni realizó su primer trabajo pastoral en Italia, de 1993 a 2001. Después de esta experiencia misionera en su patria, fue destinado a la Provincia de Brasil Nordeste. De 1994 a 2010, fue Superior Provincial de Brasil Nordeste. En 2011, regresó a Italia, donde, entre otros compromisos, fue ecónomo provincial.

En el Capítulo General de 2022, fue nombrado Consejero General y, a continuación, se hizo cargo de las circunscripciones de Europa, del sector económico y de los aspectos jurídicos y de representación.

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Ordenado el nuevo obispo de Hawassa, Etiopía

El Padre Gobezayehu Yilma, que fue nombrado vicario apostólico de Hawassa, Etiopía, el 15 de noviembre, fue ordenado obispo el 9 de febrero de 2025, en la catedral “Pacto de la Misericordia”, poniendo fin a una larga espera de cuatro años para un nuevo obispo en la circunscripción católica más grande en términos de fieles en Etiopía.

Por: P. José da Silva Vieira y P. Pedro Pablo Hernández
Misioneros Combonianos
Desde Hawassa, Etiopía

Monseñor Gobezayehu Yilma -que tomó el nombre episcopal de Merhakristos («guiado por Cristo» en ge’ez, la antigua lengua litúrgica de Etiopía)- fue ordenado por el cardenal Berhaneyesus Souraphiel, archieparca de Addis Abeba, asistido por monseñor Abraham Desta, vicario apostólico de Meki, y monseñor Tesfaye Tadesse, obispo comboniano auxiliar de la archieparquía de Addis Abeba.

Mons. Massimo Catterin, encargado de negocios de la Nunciatura vaticana en Addis Abeba, agradeció a Mons. Merhakristos por haber aceptado la llamada de Dios para ser Vicario Apostólico de Hawassa.
Otros siete obispos -seis de Etiopía y uno de Nigeria- estuvieron presentes, junto con más de 100 sacerdotes, tanto locales como de otras diócesis o institutos misioneros. También había un gran número de religiosas y catequistas, y una enorme multitud que llenaba la catedral y tres grandes carpas en el exterior: unos 5.000 fieles católicos. También había numerosos invitados de Europa y Estados Unidos, políticos locales y representantes de iglesias protestantes.

La liturgia, alegre, bien organizada y concurrida, se celebró en rito latino en amárico y duró más de cinco horas. Se recitaron oraciones en las diversas lenguas presentes en el vicariato: sidama, guji, borana y gedeo. El acto fue retransmitido por la televisión etíope Pax Catholic TV y la Sidama Media Corporation, así como por Internet, Radio Fana en tres lenguas (amárico, oromo y sidama) y en un circuito cerrado fuera de la catedral.

El misionero comboniano Padre Juan González Núñez, administrador apostólico de Hawassa durante más de cuatro años, saludó la ordenación del nuevo obispo con gran alegría. «El período ‘provisional’ fue tan largo que parecía haberse convertido en permanente. Pero nadie olvidó la espera, y todos siguieron rezando para que Hawassa tuviera un pastor. Y el día propicio ha llegado. Hoy, 9 de febrero de 2025, celebramos su consagración y su toma de posesión de la sede vacante. Este es el motivo de nuestra alegría», escribió en su mensaje.

En los discursos pronunciados al final de la celebración, monseñor Massimo Catterin, encargado de negocios de la Nunciatura vaticana en Addis Abeba, agradeció a monseñor Merhakristos que aceptara la llamada de Dios para ser vicario apostólico de Hawassa. «Recuerde que fue consagrado obispo en el Año Jubilar», dijo. Agradeció al P. Núñez su generoso servicio como Administrador Apostólico.

Mons. Merhakristos nació en Dodola, en la zona de Bale, hace 46 años. Antes de ingresar en el seminario mayor de Meki, estudió agricultura en la Universidad de Jima. Después siguió una formación teológica en el Instituto Franciscano Capuchino de Addis Abeba y fue ordenado sacerdote en 2005. Tiene un máster en Estudios del Desarrollo por el Instituto Kimmage de Estudios del Desarrollo, una licenciatura en Doctrina Social Católica y un doctorado con una tesis sobre la evaluación ética del paradigma del Estado desarrollista basado en la antropología cristiana de Juan Pablo II por la Universidad Pontificia de Maynooth, Irlanda.

Antes de su nombramiento como Vicario Apostólico de Hawassa, Mons. Merhakristos fue Vicario Adjunto del Vicariato Apostólico de Meki y Director Ejecutivo de Caritas-Meki. Mons. Merhakristos es el quinto obispo del Vicariato de Hawassa y el primer etíope que lo gobierna. Los obispos anteriores eran todos italianos: tres combonianos y un salesiano.

El Vicariato Apostólico de Hawassa, en el sur de Etiopía, se extiende sobre una superficie de más de 100.000 kilómetros cuadrados, con nueve millones de habitantes. Cuenta con casi 290.000 fieles, distribuidos en 20 parroquias y 558 capillas.

Dos misioneros combonianos, el padre Bruno Maccani y el padre Bruno Lonfernini, ambos expulsados del sur de Sudán, llegaron a Hawassa el 18 de diciembre de 1964, para iniciar una empresa misionera de gran éxito, primero entre los Sidamo, luego entre los Gedeo y los Guji. Más tarde, se les unieron los Misioneros del Espíritu Santo entre los borana, los salesianos, que se hicieron cargo de la misión de Dilla de los combonianos, y los Apóstoles de Jesús, de Kenia, que se hicieron cargo de dos misiones combonianas, una entre los gideos y otra entre los gujis, e iniciaron la presencia católica entre los sidamos. Los jesuitas y los Fidei donum abrieron sendas misiones entre los gujis.

Actualmente, el Vicariato cuenta entre su personal con 531 catequistas a tiempo parcial y 109 a tiempo completo, 74 religiosos de 11 congregaciones misioneras y una local, 47 religiosos y seis hermanos de cuatro institutos misioneros, 21 sacerdotes diocesanos, nueve seminaristas mayores y dos diáconos.

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Consagración episcopal de Mons. Tesfaye Tadesse

El 2 de febrero de 2025, en el marco de la celebración de la Jornada Mundial de la Vida Consagrada, tuvo lugar en Addis Abeba, capital de Etiopía, la consagración de su nuevo obispo auxiliar, Tesfaye Tadesse Gebreseliase, misionero comboniano. Monseñor Gebreseliase llega a la arquidiócesis después de estar al frente de los Misioneros Combonianos como Superior General durante ocho años.

Mons. Tesfaye Tadesse Gebresilasie nació en Harar el 22 de septiembre de 1969 y pocos meses después llegó a Addis Abeba, de donde era y es su familia. Realizó todos sus estudios, desde la escuela primaria hasta el final de la secundaria, en la ciudad de Addis Abeba. En 1986 entró en el postulantado de los Misioneros Combonianos, hizo sus estudios de Filosofía, en el Philosophicum del CFIPT en Addis Abeba. Inmediatamente después de terminar los estudios de Teología en la Pontificia Universidad Gregoriana de Roma (91-94), hizo el Año Propedéutico de Estudios Islámicos (94-95) en el Pontificio Instituto de Estudios Islámicos y Árabes de Roma (PISAI). Estudió árabe en el centro académico de Dar Comboni en El Cairo y luego siguió otro año de estudios islamológicos en el PISAI de Roma, (96-97). Posteriormente obtuvo la licencia en Estudios Árabes e Islamología en Roma, en el mismo instituto, en 2000-2001.

Emitió sus primeros votos en el Instituto de los Misioneros Combonianos del Corazón de Jesús, el 1 de mayo de 1991, en el noviciado de Awassa, Etiopía, y sus votos perpetuos en Roma el 1 de noviembre de 1994. Fue ordenado diácono en Roma el 06/01/95 y sacerdote en Addis Abeba, en su parroquia dedicada a San Salvador, el 26 de agosto de 1995. Después de sus estudios de lengua árabe e islamología, ejerció como párroco en Jartum (Sudán) en la parroquia de Omdurman (1997-2000) y en el Vicariato de Awassa en Etiopía en los años (2001-02); después de un breve curso de formación en la Universidad Salesiana de Roma (UPS), ejerció su ministerio en la promoción vocacional y la formación (2003-04).

De 2002 a 2004 fue Consejero Provincial en Etiopía, y en 2005 fue elegido Superior Provincial de los Combonianos en Etiopía, cargo que desempeñó hasta septiembre de 2009, cuando fue elegido Consejero General en el XVII Capítulo General de 2009. De 2005 a 2009 fue presidente de la Asociación (Conferencia) de Superiores Mayores Religiosos de Etiopía (CMRS).

En 2015, durante el XVIII Capítulo General, fue elegido Superior General y en el XIX Capítulo General fue reelegido Superior General para un segundo mandato.

De 2017 a 2022 fue Vicepresidente y Presidente de SEDOS y de 2018 a 2021 miembro del Consejo Ejecutivo de la USG (Uniones de Superiores Generales); participó en la primera y segunda sesiones del Sínodo sobre la Sinodalidad (octubre de 2023 y 2024) como delegado electo de la USG.

El 6 de noviembre el papa Francisco lo nombró obispo auxiliar de la Archieparquía de Addis Abeba, Etiopía, asignándole la sede titular de Cleopátide. El 2 de febrero de 2025, fiesta de la Presentación del Señor y Día de la Vida Consagrada, fue consagrado obispo en la catedral de la Natividad de la Bienaventurada Virgen María de Addis Abeba.

Premio Mundo Negro a la Fraternidad 2024

Las asociaciones Abowani y Okani, que trabajan con el pueblo baka en Camerún, han sido galardonadas con el Premio MUNDO NEGRO a la Fraternidad 2024. El acto de entrega tuvo lugar el pasado 1 de febrero en Madrid. Luc Ndeloua, presidente de la Asociación Abowani, y Timothée Emini, encargado de asuntos jurídicos y políticos de la Asociación Okani, recibieron el galardón durante el XXXVII Encuentro África, en el que se reflexionó sobre el tema «Los primeros. Pueblos indígenas de África hoy».

Abawoni y Okani

La Asociación Abowani fue fundada en 2007 en la localidad de Mintom, en la provincia del Sur gracias al programa «Acción de gestión duradera de los bosques integrando a las poblaciones pigmeas baka (AGEFO-Baka)», financiado por la Unión Europea. Okani nació un año antes en Bertoua, provincia del Este, impulsada por cinco comunidades pigmeas de la zona –Andom, Loussou, Nkolbikon, Mayos y Bonando– y con el apoyo del programa «Asociación por la autopromoción de las poblaciones del este de Camerún (APEC)», impulsado fundamentalmente por misioneros católicos. Además de contribuir a la elaboración de los estatutos y conseguir la legalización por parte del Estado, los programas AGEFO-Baka y APEC, con el apoyo de Inades-Formation Cameroun, organizaron talleres para que líderes bakas de diferentes comunidades se formasen en la gestión de este tipo de asociacionismo étnico. AGEFO-Baka y APEC llegaron a su fin, pero Abawoni y Okani han seguido adelante con sus actividades gracias al empeño de sus dirigentes, aunque condicionados por proyectos y apoyos financieros externos.

Timothée Emini
Luc Ndeloua

XXXVII Encuentro África

La primera jornada, el 1 de febrero, se desarrolló en la Sala de Exposiciones de los Misioneros Combonianos. Después de la presentación del Encuentro, a cargo del director de la revista MUNDO NEGRO, P. Enrique Bayo Mata, tuvo lugar un espacio para la reflexión con la conferencia «Pueblos y comunidades indígenas en África. Realidad y perspectivas de futuro», a cargo de la profesora María del Ángel Iglesias Vázquez, investigadora principal del Grupo de Investigación y Relevancia del Estatus y la Condición de Indígena, de la Universidad Internacional de La Rioja (UNIR).

A continuación, Chema Caballero, colaborador de MUNDO NEGRO y autor del libro Edjengui se ha dormido: Del victimismo al activismo de los pigmeos bakas, mantuvo un diálogo con los dos galardonados para conocer la realidad del pueblo baka y el trabajo que realizan las asociaciones Abowani y Okani. Como conclusión del acto, el provincial de los Misioneros Combonianos en España, P. Miguel Ángel Llamazares, hizo entrega del Premio Mundo Negro a la Fraternidad 2024.

El domingo, 2 de febrero, a las 11:30 h tuvo lugar la clausura del Encuentro con la celebración eucarística en la parroquia de la Santísima Trinidad (Martínez Villergas, 8, MADRID), en la que participaron el coro parroquial Satri y el coro Karibu.

Misa de clausura en la parroquia Santísima Trinidad

Puede ver el encuentro completo en el canal de MUNDO NEGRO en YouTube.

P. Manuel Casillas, 50 años de sacerdocio

El pasado 25 de enero el P. Manuel Casillas Hernández, misionero comboniano, celebró en su parroquia del Cristo de la Salud en León, Guanajuato, una misa de acción de gracias por sus 50 años de sacerdote. El P. Manuel estuvo rodeado de sus familiares, amigos, sacerdotes diocesanos y un grupo de misioneros combonianos que quisieron acompañarlo en un día tan especial.

El P. Manuel nació en León el 29 de mayo de 1945. Hizo sus primeros votos como misionero comboniano el 9 de septiembre de 1968 y fue ordenado sacerdote el 14 de julio de 1974. Los primeros siete años de su ministerio misionero los ejerció en México, acompañando a jóvenes seminaristas. En 1981 fue destinado a Sudáfrica, donde pasó cerca de veinte años en diversas etapas. De 1987 a 1991 fue Superior Provincial de los Misioneros Combonianos en México, y de 1991 a 1998 Asistente General del instituto en Roma.

Actualmente trabaja en Irlanda, donde se dedica a la animación misionera. A causa de problemas con sus documentos de migración, no pudo venir en julio del año pasado, por lo que se vio obligado a aplazar la celebración de sus bodas de oro en su tierra natal hasta ahora. Pese a ello, la celebración estuvo marcada por la alegría y la acción de gracias a Dios y a tantas personas que lo apoyaron y colaboraron para que le fiesta fuera un momento de compartir un sentimiento agradecido por tantos dones recibidos durante estos 50 años.

Con sus papeles ya en regla, el P. Manuel disfruta ahora de un merecido descanso y se prepara para regresar a Irlanda, a continuar con su labor de anunciar allí el mensaje del Evangelio y de dar a conocer la labor misionera al pueblo irlandés.